Colombia: 16 mujeres han sido atacadas con ácido en 2016
En los últimos cinco años se ha mantenido un promedio cercano a 1.800 muertes de mujeres por casos asociados con violencia.
El director nacional de Pastoral Social en Colombia, monseñor Héctor Fabio Henao por parte de la Iglesia católica y el director del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, Carlos Valdés hicieron un llamado de alerta sobre casos de violencia contra la mujer.
>> Día Internacional de la Mujer, de la sumisión al liderazgo.
Valdés expresó durante una rueda de prensa en la Conferencia Episcopal colombiana que durante los últimos años no se habían reportaban ataques con ácido corrosivos. Y en el 2015, por ejemplo, se registraron 98 casos de este tipo. En lo que va del presente año se han registrado 16 con este tipo de sustancias.
Añadió que en los últimos cinco años se ha mantenido un promedio cercano a mil 800 muertes de mujeres por casos asociados con violencia, pero alertó sobre cómo las agresiones se han vuelto más severas.
Monseñor Henao reconoció el papel de la mujer en la construcción de paz del país y pidió un cambio de mentalidad y de actitud frente a la violencia de género; fenómeno que calificó como tema de salud pública.
"Este modalidad de violencia se ha intensificado desde al menos siete años, con el uso de sustancias químicas, corrosivas y calientes, elementos contundentes y mayores traumas por caídas y golpes. Esto tiene una mayor implicación en los tiempos de incapacidad que se generan. Los que se registran hoy son mayores a los de hace 10 años", señaló el el director del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, Carlos Valdés
Afirmó que la violencia de pareja, que abarca a jóvenes desde los 14 años hasta con mujeres de entre 65 y 70 años registra mayor incidencia en localidades como el Valle del Cauca (suroeste), Bogotá (capital) y Antioquia (noroeste) son las regiones donde más aparece este fenómeno.
En cuanto a los agresores, el especialista destacó que en la mayoría de los casos se trata de conocidos, como parejas y exparejas; padres, hermanos y tíos. Respecto al agresor desconocido se ubica en quinto lugar.