El cantautor argentino Víctor Heredia envió una carta de solidaridad a la presidenta de Hebe de Bonafini, a quien el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi emitió el jueves una orden de detención en su contra por no se presentarse a declarar por la causa de "Sueños Compartidos". Sin embargo, este viernes dejó sin efecto la orden.

El magistrado concedió la exención de prisión bajo juramento y decidirá cuándo le toma declaración a Hebe. La titular de Madres de Plaza de Mayo presentó un escrito ante el juez en el cual afirma que declarará el lunes.

Las muestras de apoyo a la presidenta de Madres de la Plaza de Mayo no han cesado, entre ellos el diputado nacional del Frente para la Victoria, Andrés Cuervo Larroque, Oscar Parrili, ex titular de la AFI en el gobierno de Cristina Fernández y Martín Sabbatella, quien sufrió el hostigamiento del actual gobierno del derechista Mauricio Macri cuando estaba al frente del Afsca. 

Lea la carta íntegra de Víctor Heredia a Hebe de Bonafini:

"'Hay que encerrar a las madres, hay que enjaular a esas viejas decrepitas que alumbran con su luz la oscuridad que necesitamos para nuestro plan renovador" deben pensar... suponían que la íbamos a dejar sola? que nos habían sobornado con sus mentiras y su increíble discurso sobre nuestro pasado irreal? no se dieron cuenta que la memoria es inapelable, que los derechos adquiridos son inapelables, que la vida y su permanente flor son inapelables, lo son tantos como sus jardineros los que velan desde su eterno y revolucionario cielo nuestros pasos los que guían con su ejemplo, los que señalan tozudamente el camino del futuro. 

Hebe de Bonafini es una mujer crédula necesitada de amor por sus pérdidas por sus tragedias, imperfecta, como lo fue mi madre, y todas nuestras madres, pero tan auténtica y valiente que abruma, certera y dura, tanto como su lengua aguda tierna y justa, me hace acordar a esas flores que crecen en el campo en medio de toscas espinas de cardo, azules como el cielo como la libertad, que junto con ella quieren encarcelar. 

Fueron a buscar con la policía a esa mujer que se negó a recibir la dádiva de una compensación monetaria por el asesinato de sus hijos, a sus casi 90 años. No son más astutos que eso, fueron a buscar nuestro miedo, nuestro silencio, nuestra traición. No van a encontrar nada de eso, solamente amor, convicciones y memoria. Una memoria inapelable y empecinada en recordarnos la libertad y los derechos que supimos conseguir a cada vuelta de ronda”.