Los cancilleres de los países que integran la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se reunieron este sábado para debatir propuestas y acciones conjuntas para apoyar a Ecuador tras el devastador terremoto de magnitud 7,8 registrado el pasado sábado.

La cita fue presidida por el secretario general del organismo, Ernesto Samper, en la sede del bloque integracionista ubicada en la ciudad Mitad del Mundo, a unos 15 kilómetros de la capital ecuatoriana.

El secretario general de Unasur destacó que los gestos de solidaridad entre los países de la región en estas circunstancias difíciles definen el sentido de integración, en el marco de la situación que actualmente enfrenta Ecuador.

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La reunión inició a las 09H30 (hora local) con las palabras de bienvenida del canciller Rodolfo Nin Novoa, de Uruguay.

Seguidamente se realizó la ceremonia de traspaso de la presidencia pro témpore del Consejo de Ministras y Ministros de Relaciones Exteriores de Unasur, que asumió Venezuela desde hoy, cuya canciller, Delcy Rodríguez, hizo uso de la palabra.

La tragedia del terremoto fortalecerá la integración

Tras su intervención tomó la palabra el ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Guillaume Long, como Estado sede de la Secretaría General de Unasur.

"He aquí una muestra concreta y tangible con gran impacto de integración", dijo el canciller ecuatoriano durante su intervención, quien apuntó que la tragedia que vive su país ha puedo de manifiesto una integración que va más allá de lo simbólico de los grandes próceres. "Podemos aprovechar la desgracia ecuatoriana para dar más señales de integración", agregó. 

Debido al número importante de damnifacados (26 mil), el Canciller solicitó ante los países hermanos de Unasur que la ayuda inicial emergente se transforme a una ayuda más "semipermantente".

Entendiendo la magnitud del daño causado por el terremoto en dos de las provincias suroccidentales de Ecuador, el canciller explicó que ya se han removido el 90 por ciento de los escombros y que se ha procedido al rescate de supervivientes y de cuerpos sin vida para evitar que ocurran emergencias sanitarias en la localidad, todo ello gracias a la ayuda que Unasur y otros países de la región prestaron con equipos y personal.

Long indicó que 12 mil 075 funcionarios extranjeros de un total de 24 países asistieron a Ecuador para ayudar. Sin embargo, ahora que ya han salido de esta primera fase de la emergencia, comienza la segunda, que aunque es menos dolorosa, es igualmente exigente y urgente: la necesidad de dar albergar a más de 26 mil personas.

He allí que el canciller instara a la Unasur para que aprovechen la lamentable ocasión poner en práctica el Manual de Cooperación para la Asistencia Mutua frente a Desastre para los países miembros de Unasur, el que se acaba de aprobar, para que "para que podamos reaccionar como un solo bloque", agregó Long.

Esta ayuda puede expresarse en esta segunda fase con donación de plantas de aguas purificadoras, carpas, aliementos, baterías sanitarias; pero en la tercera fase, la de reconstrucción, podría ser con apoyos financieros, líneas de crédito: "Con la acción decidida de Unasur podemos seguir dando lecciones de integración en esta fase mucho mas esperanzadora", reflexionó.

Se prevé que los 12 países que integran el organismo regional adopten propuestas y acciones conjuntas para apoyar a las víctimas en Ecuador.

Tras el devastador terremoto, países que integran el bloque regional, como Venezuela, Bolivia y Colombia, han hecho donaciones de insumos y enviado apoyo para las labores de rescate.

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La organización, la articulación y la coordinación es fundamental

Long, por último agradeció la solidaridad internacional, pero subrayó la necesidad de canalizar ese deseo de ayuda a través de la "expresión institucionalizada de la sociedad": el Estado.

"Pedimos coordinar todo a través de la expresión institucionalidad de la sociedad, que es el Estado (...), tienen que ayudarnos para que no perdamos nuestras capacidades de políticas públicas, de planificación y podamos trabajar de la manos para poder expresar nuestras necesidades para que la comunidad internacional pueda responder a estas necesidades expresadas por el Ecuador", expuso.

En base a al Manual de Unasur, Long resaltó que las intervenciones humanitarias que ahora entrarán al país a gran escala deben fortalecer las instituciones del Estado y no las debilitarlas.

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Balance general

El balance otorgado por Long indicó que llevan una cuenta de 602 personas muertas y 130 personas desaparecidas, por lo que esta cifra de muertes puedes elevarse. A estas cifras se les suma los 12 mil 492 heridos, un número que el canciller calificó de muy alto.

Además, se han rescatado 113 personas, un número alto correlación a la cantidad de personas que han muertos.

En cuanto al nivel de destrucción de la infraestructura en las 2 provincias de las 24 que componen al país, Manabí y Esmeraldas, 6 mil 998 edificaciones fueron totalmente destruidas, mientras que 2 mil 740 fueron afectadas. No obstante, el funcionario explicó que sobre estas últimas hay que tomar decisiones sobre qué hacer al respecto, por lo que estima que al final el saldo total de edificaciones que deban ser construidas pueda ser de 8 mil. 

El número de personas damnificadas es de unas 26 mil 091 personas, una cifra que también aumenta a medida que se las autoridades se adentran a las zonas rurales.