El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció este lunes que el país dejará de perpetrar ataques aéreos contra el autodenominado Estado Islámico en los territorios de Siria e Irak donde el grupo extremista quiere instaurar un califato y es combatido por una coalición internacional.

"Es importante comprender que mientras los ataques aéreos pueden ser muy útiles para ganar territorios y alcanzar objetivos a corto plazo, no sirven para lograr la estabilidad duradera para la población local", anunció Trudeau.

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Anunció que aumentará los asesores militares en el país y destinará más de 610 millones de dólares en ayuda humanitaria a la región.

Se espera que Canadá retire seis cazas, pero al mismo tiempo que triplique el número de miembros de sus Fuerzas Armadas que ayudan a entrenar los grupos de combatientes locales que luchan contra el EI en el norte de Irak.

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