El 29 de febrero de este año, el Gobierno mexicano anunció el despido masivo de unos 3 mil 360 maestros por no cumplir con la evaluación establecida en la reforma educativa. El Secretario de Educación Pública de México (SEP), Aurelio Nuño, minimizó la acción al indicar que los despedidos solo eran el 2,2 por ciento de 153 mil docentes llamados a ser examinados.

El 15 de mayo, Día del Maestro en ese país, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) convocó a una marcha en Ciudad de México e inició un plantón para manifestar su rechazo a la reforma en general y a la evalucación docente, la cual fue implementada en 2015.

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Ante la negativa del Gobierno federal y estatal de abrir mesas de diálogos sobre la reforma educativa, el 16 de este mes inició el paro indefinido también convocado por la CNTE en varios estados de México, entre ellos Chiapas y Oaxaca, en el sur, y en la Ciudad de México. Se estima que unos 11 mil maestros de esa región participaron en el paro y las movilizaciones. El secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, aseguró que se descontaría a todos los maestros que se sumen a la huelga y que, tras más de tres días seguidos de faltas, se les daría de baja.

El 20 de mayo, los educadores instalados en la Plaza Santo Domingo de la sección 9 en Ciudad de México desde el domingo 15, fueron desalojados por la Policía Federal. Se les impidió avanzar al Zócalo, en el centro de Ciudad de México, y se les obligó a marcharse del platón que tenían instalado.

El 23 de mayo, en Morelia, Michoacán, miembros de la CNTE realizaron una marcha desde la Casa de Gobierno hacia Palacio de Gobierno para introducir un documento petitorio en rechazo a la reforma y al desalojo del plantón en la capital mexicana.

El 25 de mayo, miembros de la Sección XVIII de la CNTE marcharon desde la avenida Juárez hasta el Monumento de la Revolución, en la Secretaría de Gobernación en el Zócalo para introducir otro documento petitorio para que se instale una mesa de diálogo con el Gobierno, se reinstalen a los maestros víctimas de la reforma y cese la persecución contra los dirigentes.

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Los contingentes magisteriales de Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas que se sumaron a la acción de protesta nacional para llevar el documento petitorio fueron fuertemente reprimidos con gases lacrimógenos durante su marcha hacia la Secretaría de Gobernación de México desde Chiapas. Se reportó que también se utilizaron helicópteros para desalojar a los profesionales de la educación que aguantaron durante dos horas las medidas represivas.

Entre tanto, los maestros de la CNTE que no corrieron con la misma suerte del contigente magisterial en Chiapas y lograron llegar del interior del país al Senado fueron acordonados por fuerte presencia policial y se les impidió el paso. José Rangel, un docente en la jornada, señaló que el paro indefinido es por el despido de al menos 25 mil profesores de educación básica, lo que ha causado un grave retroceso en el país

Este mismo día, padres de familia de varias regiones de Oaxaca manifestaron su apoyo a los profesores que realizan el plantón y aseguraron que en su región no dejarían que en sus escuelas sus maestros fueran sustituidos por causa del paro.

El 26 de mayo la CNTE volvió a instalar el plantón por tiempo indefinido para exigir al Gobierno federal la instalación de una mesa de diálogo nacional y adviertieron que no se marcharán hasta conseguir "un diálogo fraterno, abierto y de cara a la sociedad". Más de 5 mil maestros avanzaron a pesar de la presencia del cuerpo de granaderos de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina.

Este 27 de mayo los docentes realizan una megamarcha desde el Antimonumento a los 43 hasta el Paseo de la Reforma, en Los Pinos, Ciudad de México. Los profesionales se continuarán manifestando en contra de la represión que han sido objeto en las últimas semanas.

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