El presidente no electo de Brasil, Michel Temer, exigió este lunes que termine "cuando antes" el juicio que determinará si hubo irregularidades durante la financiación de la campaña de 2014, proceso que podría apartarlo del cargo y empeorar la crisis política que vive ese país suramericano.

"Cuanto más rápido se juzgue, mejor para la estabilidad del país", dijo Temer al referirse al proceso que investiga la financiación de su campaña como candidato a vicepresidente.

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Durante el juicio se investigan denuncias relacionadas con la "supuesta" inyección de dinero desde la estatal Petrobras a la campaña electoral de la exmandataria Dilma Rousseff y al entonces aspirante a vicepresidente Michel Temer.

El juicio a Temer fue postergado el mes pasado con la finalidad de escuchar a nuevos testigos pero, según el Tribunal Superior Electoral, deberá reiniciarse en las próximas semanas, aún no se ha determinado la fecha exacta.

Temer dijo este lunes que lo mejor es que se aclaren todas las dudas con respecto a ese juicio, él considera, será "mejor" para el proceso de recuperación de la "confianza" en la economía del país.

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Si se determina el fraude durante la campaña de Rousseff y Temer, el presidente brasileño será depuesto de su cargo y el Congreso tendrá que llamar a elecciones indirectas para nombrar al responsable de completar el periodo presidencial que termina el 1 de enero de 2019.