En Argentina la caída en los niveles de consumo se extiende y profundiza hacia distintos sectores de la economía registrando un desvanecimiento a medida que avanza el año. Así lo demuestran nuevas estadísticas sobre las ventas en supermercados y centros comerciales, las cuales durante el mes de mayo crecieron 20 puntos menos que la inflación.

Las cifras han sido arrojadas por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). En el informe explican que durante el quinto mes del año las ventas en los supermercados de todo el país crecieron 24,7 por ciento interanual y y la facturación en los centros comerciales subió 20,7 por ciento con relación al mismo período el año pasado.

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Este porcentaje es contrastado con la inflación que registró el país en mayo de 2015 cuando se ubicó en 44,4 por ciento, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) porteño. Mientras que entre enero y mayo las ventas avanzaron 27,1 por ciento interanual.

Asimismo, el IPC arrojó una inflación interanual del 37,2 por ciento para el rubro alimentos y bebidas, el que más incide en la facturación de los supermercados.

De acuerdo con el Indec los comercios medianos registraron un mejor desempeño que los grandes. Las ventas de las cadenas grandes crecieron 22,5 por ciento en mayo, mientras que la de las cadenas medianas aumentaron 34 por ciento.

Es así como el escenario de recrudecimiento inflacionario y las cifras de ventas en supermercados y centros comerciales forman una muestra contundente para el impacto contractivo sobre la demanda que tiene la política económica del Gobierno de Mauricio Macri.

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Ante las pocas probabilidades de una recuperación de la economía por la profundización del programa de Macri, los voceros del Gobierno y los consultores prometen que durante el segundo semestre llegará una desaceleración inflacionaria.

Lo que no explicitan funcionarios y analistas es que, si se convalida ese pronóstico, será explicado por la caída del poder adquisitivo y la contracción de las ventas, reseña Página 12.