Según datos definitivos del Ministerio del Interior, el candidato ecologista independiente Alexander van der Bellen  ganó las elecciones presidenciales de Austria , derrotando al candidato del partido ultraderechista, Norbert Hofer.

Van der Bellen se impuso en la segunda vuelta de unas elecciones en donde la ultraderecha aspiraba a conseguir una victoria histórica y que finalmente se le resistió en el tramo final del recuento.

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Los analistas aseguraron que el voto por correo beneficiaria a Van der Bellen, y el proceso dio la vuelta a favor del antiguo líder del partido de Los Verdes a mitad del recuento.

Su triunfo en la candidatura se hizo con el 50,3 por ciento de los votos, sólo después de contabilizar las papeletas remitidas vía correo, unas 750 mil.

La victoria de Van der Bellen, se lleva por delante el objetivo de la ultraderecha europea, ya que parecía seguro que Hofer se convirtiera en el primer jefe de Estado de marcada tendencia xenófoba.

Aún así, un 49,7 por ciento de los sufragios lanzaron un aviso a la sociedad austriaca y al conjunto de la Unión Europea (UE), por el avance al racismo y a la xenofobia de la mano de partidos políticos en todo el continente desde el estallido de la crisis económica en 2008.

La Presidencia de Austria es un institución más simbólica que política, pero las últimas elecciones han puesto sobre la mesa un nuevo escenario político. 

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