Un día antes de las elecciones parlamentarias a realizarse en el Reino Unido, los políticos y el público en general están pendiendo de un hilo con respecto al futuro inestable que los resultados de estos comicios podrían traer. 

Telesur le pidió a algunos comentaristas destacados que mencionaran la política que les gustaría ver en el nuevo gobierno, cualquiera que este sea.

El secretario general de Servicios Públicos y Comerciales, Mark Serwotka, hizo referencia a la grave austeridad que el país enfrenta:

“Lo primero que el próximo gobierno del Reino Unido debe hacer es revertir la austeridad innecesaria, perjudicial y económicamente incorrecta de los últimos 5 años. Aunque ninguno de los partidos principales se compromete a hacerlo, nosotros seguiremos haciendo campaña para que se implemente; mostraremos el aspecto positivo de esta alternativa que invierte tanto en nuestras comunidades como en los servicios públicos, y persigue a los evasores de impuestos. Necesitamos una economía que en lugar de favorecer a unos cuantos privilegiados, favorezca a la mayoría.”

La secretaria general del sindicato de trabajadores británico (TUC), Frances O' Grady, en representación de millones de sindicalistas, expresó lo siguiente:

“Existen millones de personas en el Reino Unido que están atascados en trabajos inseguros y de bajos salarios. El próximo gobierno necesita abordar estos salarios paupérrimos y asegurarle al ciudadano común, no solo aquellos que ya están en la cima, que vean un cambio significativo y sostenible en sus condiciones de vida".

"Esa es la razón por la que necesitamos encontrar nuevas estrategias para que los trabajadores y los sindicatos trabajen juntos en el establecimiento de salarios más altos, que lleguen a un acuerdo por sector a través de consejos de salarios modernos. De esta manera, tanto los trabajadores como los empresarios podrían llegar a un acuerdo justo".

"Estudios han demostrado repetidamente que al incrementar los convenios colectivos, se reduce la desigualdad y se consigue una economía más justa y sostenible".

Lea aquí: Reino Unido registra aumento de suicidios por crisis económica

Allyson Pollock, profesora de investigación y política de salud pública de la Universidad Queen Mary de Londres, hace referencia al Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés), tema principal para muchos en las encuestas:

“El NHS debe ser restaurado, y el próximo gobierno debe introducir legislaciones de urgencia para lograrlo. En el 2012, el gobierno de coalición, pasó el Acta 2012 de Salud y Asistencia Social que abolió el NHS, y causó su posterior división, privatización y exposición en el mercado. Esto crea nuevos modelos de asistencia respaldados por suministros corporativos y un financiamiento público-privado”.

“El 11 de marzo de este año, se introdujo, en la Cámara de los Comunes del parlamento británico, un proyecto de ley que tuvo el apoyo de de todos los partidos. Este proyecto de ley restablecería el NHS al restituir los labores del Secretario de Estado para ofrecer servicios de salud en toda Inglaterra. Esto restauraría el suministro público, acabaría con el mercado único y el mercado interno, y también con las corporaciones de salud. Este proyecto de ley es la última oportunidad que tenemos para traer de vuelta el NHS en Inglaterra”.

La activista antirecortes y analista política, Ellie Mae O'Hagan, llama a la acción inmediata con respecto al sector de vivienda:

“Hay una crisis de vivienda en el Reino Unido que requiere de nuestra atención inmediata. El próximo gobierno necesita abordarlo con medidas drásticas. En Londres solo hay 43 viviendas accesibles para personas que van a comprar casa por primera vez; así es, solo 43 viviendas. Según el director de la página web para inquilinos, Spare Room, por cada habitación que hay en la capital, hay 14 personas compitiendo por ella. En otras partes del país, cientos de miles de personas están atascadas en listas de espera para viviendas sociales. Esto ha traído como consecuencia acuerdos absurdos e inaceptables como sobrevivientes de violencia doméstica hospedados en alojamientos temporales con criminales violentos. Necesitamos implementar un programa masivo de vivienda, control de alquileres y regulaciones más estrictas para los propietarios; necesitamos implementarlo de inmediato.”

Lea aquí: Aumenta el índice de indigencia en Inglaterra

El activista y director ejecutivo de una campaña por justicia social (War on Want), John Hilary, quiere que el próximo gobierno aborde de manera urgente un tratado de comercio internacional que amenaza el sector de los servicios públicos:

“La campaña War on Want exige que el próximo gobierno británico finalice las negociaciones con los Estados Unidos referentes a la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión y bloquee la ratificación del acuerdo comercial de Estados Unidos y Canadá (CETA). En lugar de estos 'libres acuerdos', que son tan perjudiciales para la sociedad y el ambiente, pedimos una total reorientación de la política de comercio europea alejada de los intereses del capital y que esté más dirigida a las necesidades del pueblo y del planeta”.

"El próximo Gobierno del Reino Unido debe tener como prioridad guiar a los otros Estados miembros de Unión Europea hacia tal reorientación”.

De igual forma, Polly Jones, activista del Global Justice Now (Justicia Social Ahora) expresó que “el Reino Unido debe dejar de apoyar los acuerdos comerciales neoliberales como el de la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión entre la Unión Europea y los Estados Unidos, y el acuerdo en comercio de servicios"

"Estos acuerdos no hacen más que poner los intereses de las corporaciones por encima del de los ciudadanos con la liberalización de los servicios públicos, protección de inversiones para empresas, y reducción de los estándares de trabajo, ambiente, salud y seguridad. Por toda Europa, estamos pidiendo el Mandato de Comercio Alternativo.”

La activista contra la coalición de guerra, Lindsey German quiere que acabe el costo humano y monetario de la guerra:

"La gran estrategia del nuevo gobierno debe ser el abandono de esa política exterior que se ha traducido en un crecimiento del terrorismo, el Oriente Medio en llamas, y miles de millones gastados en armas y guerra cuando, en el Reino Unido, los más pobres sufren de austeridad. Detengan el bombardeo de Irak, retiren todas las tropas de Oriente Medio y Asia del Sur, y pongan fin a la relación especial que tienen con los EE.UU., y que ha sido tan desastrosa. Gran Bretaña debería oponerse a la expansión de la OTAN en Europa del Este y detener el despliegue militar sobre Ucrania. El auge de la fobia al Islam que hay en el Reino Unido está conectado a las guerras en el extranjero, por lo que este cambio de política exterior también reduciría el racismo aquí. Finalmente, un embargo de armas a Arabia Saudita serviría para enviar un mensaje a uno de los regímenes más brutales del mundo para que deje de atacar Yemen”.

El director de política de la Greenpeace del Reino Unido, Dr. Doug Parr, expresa que los principales países contaminantes deben implementar el uso de energías renovables:

"Las emisiones globales de carbono alcanzarán su punto máximo y empezarán a caer en los próximos cinco años, lo que significa que países como el Reino Unido tienen que tomar en serio la sustitución de sus viejos sistemas eléctricos. El próximo gobierno debe comprometerse a descarbonizar el sistema eléctrico para el año 2030 y cerrar todas las centrales eléctricas de carbón en un tiempo de 10 años. Con la caída de los costos de energía renovable limpia y segura del sol, el viento y el mar, no tiene sentido hacer otra cosa “.