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LA ESTRATEGIA DE OBAMA SOBRE “CAMBIO DE RÉGIMEN” NO TIENE FUTURO
Por: Esteban Morales Domínguez
Fecha: 20/02/2015
La estrategia que Obama siguió desde principios del 2009 para subvertir el régimen cubano, ya no tiene futuro. Si el Presidente no la modifica, en medio de las negociaciones que se realizan, estará cambiando, como dice el viejo refrán, “la vaca por la chiva”. Pues está sacrificando la negociación; porque entre las exigencias de que Cuba tenga que aceptar los principios democráticos liberales, de derechos humanos y libertades civiles y la actitud inclaudicable de Cuba por mantener su régimen político, ponen a la negociación para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y mas que ello para su normalización, dentro de un callejón sin salida.
Las presiones hemisféricas que ayudaron mucho a Obama a darse cuenta de que debía cambiar su política hacia Cuba, siguen presionándolo para que se percate de que su estrategia de “cambio de régimen” es contradictoria con los resultados que quiere obtener en el hemisferio.
La política de Obama hacia Cuba no tiene que ver solo con la Isla, sino con lo que ella significa, en medio de la necesidad que tiene el Presidente de recuperar la imagen de su país en el hemisferio, mediante una política más acorde con los cambios que han tenido lugar. Es por eso que decimos que Obama incurre en un error al mantener la política de “cambio de régimen“con Cuba y al enrolarse en una escalada de agresividad contra Venezuela, acciones con las cuales el hemisferio tampoco simpatiza.
Ello significa, que el Presidente no ha acabado de entender o de aceptar, que le está pidiendo el hemisferio, dentro del cual puede haber gobiernos con deseos y hasta con intenciones de que Cuba se homogenice con los principios políticos y económicos que son dominantes, pero inteligentemente, no le exigen a la Isla tal cosa y la han aceptado tal cual es; tal vez con la esperanza de que en el futuro cambie. Aunque existen algunas inconformidades al respecto, el hemisferio se ha separado definitivamente de la vieja política norteamericana hacia Cuba, cuando ha exigido a Estados Unidos aceptar a la Isla
tal cual es. Es decir, no solo le ha pedido que cambie su política hacia Cuba, sino que termine de aceptar a Cuba como totalidad, sin reservas ni potenciales represalias. Tal vez no todos compartan esa idea, pero hay consenso al respecto.
Es esa la gran contradicción de la política actual de Obama hacia Cuba y el papel que ella debe desempeñar en la reconciliación de Estados Unidos con el hemisferio.
¿Qué le hace falta a Obama para terminar de entender que tiene que modificar definitivamente el trato con Cuba y posponer sus esperanzas de que cambie su sistema político, cuando el hemisferio, por ahora, no le está exigiendo eso a la Isla para recibirla en su seno? Más allá de Cuba, Obama debe acabar de darse cuenta que la política hacia la Isla desempeña un papel fundamental para entenderse con el hemisferio. Y ello no quiere simplemente decir que debe restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba y finalmente normalizarlas, sino que Obama debe estar dispuesto a aceptar lo que ya el hemisferio aceptó: que la Cuba diferente forma parte de él.
Es un hemisferio que se va radicalizando, dando entrada a procesos como los de Venezuela, Ecuador y Bolivia, que sin dudas son mucho más radicales que los regímenes que el hemisferio estaba antes dispuesto a aceptar en etapas anteriores y que mas allá de la a veces retorica socialista, en esos países existe la economía de mercado y la democracia liberal y lo único que desean sus gobiernos es tener su democracia y la economía de mercado para beneficio propio y no para que Estados Unidos los explote y les controle hegemónicamente la vida.
De esa regla solo escapa Cuba, con su sistema unipartidista y de economía de intención planificada, pero con ciertas limitaciones liberales democráticas, que son las que molestan a Estados Unidos y no su régimen político. Parece que Obama no captó el mensaje completo que le dio el hemisferio; este último no le dijo que cambiara la táctica sin variar la estrategia, sino que la estrategia también tenía que variar, si de verdad quiere solucionar sus contradicciones con Cuba.
Sería una ilusión pensar, que fue solo la política norteamericana la que fracasó y solo Estados Unidos el que quedó aislado. Pues faltaríamos a la historia real de cómo fueron las cosas. En medio de estos 54 años luchando contra la política norteamericana, Cuba también ha tenido sus fracasos políticos y sufridos sus aislamientos. Algunos inducidos y generados por la política seguida por Estados Unidos con Cuba, otros cosechados en casa.
Aunque de eso nos ocuparemos más adelante. Pues solo quería dejarlo señalado aquí, para que nadie crea que yo pienso que el proceso que hoy vivimos presiona solo sobre Estados Unidos. Presiona también sobre Cuba y de qué manera. Presiona, ante todo, sobre las insuficiencias internas de la Isla, sus incapacidades para cambiar mentalidades, para no ser tan rígidos en nuestra mentalidad de plaza sitiada y abrirnos más al mundo.
Aunque Obama ha dado un valiente paso al proponer el restablecimiento de las relaciones con Cuba, eso no significa que el conflicto entre ambos países está totalmente resuelto, porque se acompaña de una estrategia hacia la Isla que es la misma que ha existido hasta el momento, lo que no se corresponde con la comprensión que tiene el hemisferio sobre el tema, debido a que se acompaña con exigencias de modificaciones en su régimen político. Es de esperar que en la Cumbre de las Américas, a celebrarse en Panamá en Abril próximo este aspecto sea un fuerte motivo de debate.
Luego, es posible que cuando Cuba presente las contradicciones, existentes en las proposiciones de Obama de “cambio de régimen”, cuente con el apoyo del hemisferio. Adicionalmente, los asuntos planteados por Raul castro en la Cumbre de la CELAC, respecto a aquellas cuestiones que Estados Unidos debiera solucionar antes de la normalización de las relaciones, es probable que sean apoyadas por los participantes en ese evento y que Obama se arriesgue a quedarse de nuevo aislado, o se vea obligado a ser definitivamente consecuente con su nuevo paradigma para tratar a Cuba.
Obama, desde el 17 de diciembre, en que inauguró lo que pudiera llamarse una “nueva política hacia Cuba”, ha tenido que comenzar a luchar arduamente con la derecha, aun dentro de su propio partido, por presentar a Cuba como el país con el cual esa nueva política puede ser negociada y que ya la Isla no constituye una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos. No pocas fuerzas políticas quisieran volver a la política de aislamiento y de agresividad con Cuba; no obstante, Obama los destroza con el sólido argumento, de, “cómo seguir haciendo igual, algo que en 54 años no ha dado resultado”,
“cómo esperar nuevos resultados haciendo los mismo”. Lo cual evidentemente sitúa a esas fuerzas de derecha en la incómoda posición de estar defendiendo el statu quo. Pero, al mismo tiempo, Obama, para tranquilizar a esas fuerzas, o por ideología propia, les dice que el cambio es solo de forma, que la estrategia es la misma: subvertir a Cuba obligándola al “cambio de régimen “.
Y aquí radica la contradicción básica entre lo que Obama quiere lograr con Cuba y lo que de verdad debiera hacer para arreglar las cosas con la Isla y poder, al mismo tiempo, reparar sus relaciones con América Latina. De modo, que no es difícil colegir, que Obama, pudiera estar repitiendo los mismos componentes del fracaso de la política de Estados Unidos con Cuba, ahora en condiciones peores, porque hay un hemisferio en pleno que le está exigiendo otra cosa, que el Presidente debiera aceptar por ser lo más inteligente. Con sus planteamientos actuales, ¿en realidad Obama ha dejado de ver a Cuba como una amenaza a la seguridad de Estados Unidos? ¿A 23 años de la caída del campo socialista y el desmembramiento de la URSS, con una China y Rusia diferentes; sin embargo, Obama insiste en la estupidez de ver a Cuba como una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos. ¿No será que Obama se ha quedado corto en el cambio que ahora está proponiendo? ¿Por qué Obama no termina de ver a Cuba como lo que es en realidad?
Un país en transición, hacia la búsqueda de un régimen económico, que termine de dar
solidez a su régimen político interno? ¿No sería más inteligente tratar de ayudar a Cuba, para que no se descalabre a noventa millas y que eso traiga consecuencias nefastas para Estados Unidos? Creo que si Obama se presentara en la próxima Cumbre, habiendo cambiado integralmente hacia este paradigma mencionado, que en definitiva ya aceptó, y hasta ha luchado por él, sus posiciones van a ser más creíbles, compatibles con el hemisferio y exitosas para su política con Cuba. De lo contrario, Obama, “después de tanto nadar, se va a ahogar en la orilla”.
Cuba por su parte, quiere creer que las posiciones planteadas por Obama de cambiar las relaciones con la Isla, son sinceras; pero también tiene sus aprehensiones cuando Obama declara intenciones que no se diferencian sustancialmente de la vieja política agresiva.
Creo que Cuba, además, está consciente de que su régimen político-económico es un tanto rígido, pero estoy seguro no hará nada mientras no se sienta segura. Y para eso falta algún tiempo todavía.
Esteban Morales
Biografía
Pedagogo cubano, miembro titular de la Academia de Ciencias de Cuba. Economista y Politólogo, Doctor en Ciencias Económicas (Universidad Lomonosov, Moscú) e Investigador en la Universidad de La Habana.
Fundador y Director del Centro de Estudios sobre Estados Unidos de la Universidad de La Habana. Coautor y autor principal de libros en Cuba, Estados Unidos y Japón así como de libros de Economía Política y Relaciones Internacionales para la Docencia Universitaria.
Nominado al Premio Nacional de Economía, 2002, 2004, 2006 y 2008 en Cuba. Distinguido con la Orden Carlos J. Finlay. 1999.(Máxima condecoración científica en Cuba)
Ha desarrollado asesoría a organismos nacionales e instituciones académicas extranjeras.
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