Según la RAE, Emocracia es "una creación neológica con la que se expresa la idea de que gobiernan las emociones" y a los agitadores de emociones se les llama “emócratas”.
Se preocupa la UNESCO por la proliferación y profundización de los “discursos de odio”. Y hace bien, aunque resuelva poco. Entre las muchas emociones retrógradas burguesas que nos imponen a diario, el odio despunta por su irracionalidad, estulticia y proliferación. Para la especie humana es una emboscada canalla, siempre contraproducente y degradante. Quien odia, especialmente por razones de clase, desciende drásticamente los niveles de humanización, acepta y esparce una terquedad social mutiladora que alimenta, de modo tácito y explícito, esclavitudes ideológicas perversas de las que suele no haber escapatoria. Algunos la disfrutan mucho.
Pedro Sánchez se habría despertado con un inesperado cisne negro que amenazaba seriamente su estancia en la Moncloa. El término “cisne negro” designa a un acontecimiento inesperado e impredecible que produce consecuencias a gran escala y que es explicable solamente a posteriori y en el caso de Sánchez, ese cisne negro habría adoptado la forma de una denuncia del seudo sindicato Manos Limpias contra la mujer de Sánchez por " presunto tráfico de influencias", y que el juez Peinado habría admitido a trámite.
En coincidencia con la 76ª conmemoración de la Nakba, tendrá lugar entre el 10 y el 12 de mayo, en Gauteng, Sudáfrica, la Primera Conferencia Mundial contra el Apartheid en Palestina bajo el lema «Hacia un frente mundial contra el genocidio israelí y el apartheid colonial de los colonos».