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    Francisco Antonio Mata, 'Chico Toño' nació el 24 de julio de 1932 en Juan Griego.

Compositores y cantores margariteños son evocados al cumplirse 10 años de la partida de Francisco Mata, voz y sentimiento del estado Nueva Esparta.

Compositores y cantores margariteños son evocados al cumplirse 10 años de la partida de Francisco Mata, voz y sentimiento del estado Nueva Esparta.

El 24 resultó ser un número significativo en la vida de Francisco Mata. Un 24 de julio en 1932 nació en Juan Griego y un 24 de enero, en 2011 partió físicamente desde Porlamar, ambas poblaciones del estado Nueva Esparta, el más pequeño del mapa de Venezuela y único insular.

Se cumplen entonces 10 años de la partida física de  este cantor referencial integrante de esa productiva generación no solo en lo musical sino en su sistema de valores y de historia.

En la isla de Margarita posiblemente esté congregada la más alta densidad de cantores, autores  e intérpretes del país si atendemos a su extensión territorial: 1.150 Km2.

En esa constelación los hay bien representativos y Francisco Mata es uno de los 5 grandes de su generación.

Chico Toño

Francisco Antonio Mata, 'Chico Toño' nació el 24 de julio de 1932 en Juan Griego. Primero el cuatro y posteriormente la guitarra fueron herramientas inseparables de su accionar creativo. Las diversiones, los polos y malagueñas, fulías, jotas, gaitas y los motivos guaiqueríes fueron siempre entonados con el amor profundo que Francisco Mata sintió por la zona del mundo donde nació. Aunque vinculado a las faenas marinas al lado de su padre, Francisco no se inclinó tanto hacia el mar como hacia la música. En alguna oportunidad contó que  con una tabla alargada y un alambre imaginaba que tenía una guitarra, y comenzaba a cantar. Hizo bien porque Francisco Mata sigue siendo una de las excepcionales voces de Margarita para Venezuela y el mundo. Primero cantó acompañando a su padre mar adentro, y los pescadores alababan su voz. Apenas tenía 7 años, pero ya a los 13 años estaba decidido su camino y se hizo profesional en su propio pueblo natal. Sin embargo no sería sino al alcanzar los 28 años cuando accedería por primera vez al mundo de las grabaciones al generar su primer álbum, “Canto Margariteño” acompañado del Conjunto Guaiquerí.

Nueve años  después de esa primera producción, con 37 años y toda una experiencia ganada a pulso hizo su propio grupo. Así “Francisco Mata y sus guaiqueríes” siguió grabando y recorriendo Venezuela en exitosas presentaciones, destacando sobre todo la pasión al cantar, mostrar y defender la música y la cultura del estado Nueva Esparta.

El Tinajón de mi abuela, de José Ramón Villarroel, Las tetas de María Guevara, de Perucho Aguirre, El Polo margariteño del propio Francisco Mata,  La novia del pescador, de Chelías Villarroel, La Lágrima, de Inocente Carreño hacen parte del valioso repertorio que interpretó, resaltando además que Francisco Mata fue un gran recopilador de expresiones musicales y culturales del oriente venezolano, sobre todo la zona insular. Dejó más de 25 discos de larga duración y más de 200 composiciones. Fue Patrimonio viviente de su estado natal y obtuvo el aplauso, el respeto y la admiración de todo el país.

Al cumplirse diez años de su cambio de paisaje, a los 78 años vale su nombre para ser más vigilantes con costumbres y tradiciones que forman parte de la identidad del venezolano oriental así como en cada región del país. Vigilancia y amor para preservar lo que los distingue, como el Mar de Margarita.

En honor a Francisco Mata, llamado también “El cantor de Margarita” se estableció el 24 de julio como Día de la Música Margariteña.

Las tetas de María Guevara

 

De música y músicos margariteños

Es una titánica tarea seleccionar músicos de Nueva Esparta si se tiene en cuenta la inmensa cantidad y la calidad  de los cantores y compositores neo espartanos. Aún así hay cinco nombres en esa generación privilegiada de la que hizo parte Francisco  Mata.

Jesús Ávila

Con Jesús Ávila Venezuela y La América Latina están en presencia de uno de los más queridos y productivos compositores del estado Nueva Esparta. “Chú”, como

era conocido, también fue cantor y conectó como pocos con el alma regional margariteña. Forma parte de esa generación tan musical. Nació el 27 de agosto de 1930 en la población de Los Robles y desde pequeño evidenció el talento para componer.

Jesús Ávila salió de Margarita con destino a La Guaira siendo todavía un joven. Trabajó en el principal puerto venezolano y tuvo la oportunidad de conocer a varios músicos y de asistir a algunos programas radiales dedicados a la música nacional, lo que acrecentó aún más su vena autoral y su sentir oriental.

Retornó a su pueblo margariteño y se produjo esa extraordinaria bendición de grabaciones y temas, las cuales comenzaron con el grupo “Cuerdas Espartanas”. De su producción son “El Gallo de Pascualita”, “Rumbo a Oriente”, “El Guanaguanare” y la intensa “Elegía margariteña”, una denuncia infinita contra la penetración cultural y la alienación.

Jesús Ávila participó en la creación de la Asociación Musical del estado Nueva Esparta. Fue, como Francisco Mata, Patrimonio Viviente del estado Nueva Esparta.

Para dolor de los venezolanos falleció en el mismo pueblo donde nació, el 14 de julio de 2012. Con su partida se perdió a un creador cultural inagotable en su inspiración insular.

Elegía margariteña

 

Perucho Aguirre

Si algún compositor se mantiene incisivo en su denuncia y en sus reclamos ese es Perucho Aguirre.

Nacido el 10 de febrero de 1940 en La Asunción, capital del estado Nueva Esparta, Pedro Aguirre Guerra, “Perucho” es músico, cantor, compositor y también docente, pues egresó como profesor de Física y Matemáticas del Instituto Pedagógico de Caracas. Ya esto ofrece una pista adicional acerca del periplo de este gran poeta venezolano. Perucho también fue cadete de la Escuela Naval de Venezuela.

Hacia la década de los setenta del pasado siglo Perucho fundó la agrupación “Collar de Perlas”. Ese nombre en sí mismo ya hablaba de rescate. No se debe olvidar el saqueo de las perlas al que fueron sometidas las islas venezolanas que hoy conforman el estado Nueva Esparta por parte de los colonizadores de todo signo, españoles primero.

Perucho Aguirre ha publicado varios libros y se mantiene activo desde Maturín, capital del estado Monagas, donde reside desde hace muchos años. Entre sus creaciones están “Juana, la avanzadora” “El posiclero”, “Mi abuela”, “Ay, Margarita”, “Las tetas de María Guevara” y “Alma guaiquerí”

Ay, Margarita

 

José Elías Villarroel

Es también Patrimonio Viviente del estado Nueva Esparta donde nació, en la población de Los Millanes el 15 de febrero de 1924.

A los 18 años murió su madre y José Elías, “Chelías” se hizo cargo de todos sus hermanos.

Siempre fue un estudioso, un investigador disciplinado que hurgó en el fondo de la musicalidad margariteña para desentrañar sus orígenes más allá del legado español, y logró plasmar lo recopilado. Entre sus aportes está el estudio que hizo de la décima espinela (herencia ibérica) al aclarar que en Margarita se salen de  su métrica. Gran cultor del Galerón, se dedicó a estudiarlo y a practicarlo. Pocos para entonarlo como este hombre que ya está próximo a arribar a sus 97 años

Punto del Navegante

 

El milagro de la perla

 

José Ramón Villarroel

Fue bautizado como 'El Huracán del Caribe'. Algo tendría el nacido el 1° de junio de 1937 en Arimacoa, en el valle de Pedro González, al norte de la isla de Margarita.

José Ramón es considerado históricamente uno de los mejores galeronistas paridos por Margarita. Precisamente fue bautizado como Huracán del Caribe cuando se alzó con el primer premio del Primer Festival del Galerón Oriental.

Quienes le conocieron indican que jamás repitió una décima y que fue fiel a su propio consejo de estar al día en ciencias sociales y naturales, así como en política, mundo y sociedad a la hora de atreverse con un galerón.

Lo terrible está en que José Ramón Villarroel falleció en un accidente de tránsito el 30 de abril de 1995, en carretera, justo cuando viajaba de El Tigre (Anzoátegui) hacia Nueva Esparta para estar en los festejos laborales del 1° de mayo de ese año. Tenía 58 años apenas.

La Gaga

 

Tengo un hijo que es mi tío

 

Hay genialidades musicales en Nueva Esparta. Los colectivos son de altísima calidad, como Cuerdas Espartanas, Los Topotopos, Opus 4, Collar de Perlas, Horizonte y Conkuerdas, entre muchos.

¿Qué decir  de los herederos de esos 5 grandes? Alberto 'Beto' Valderrama, Ernesto da Silva y Lucienne Sanabria, entre otros, tienen la palabra.

No se ha perdido el canto margariteño ni su esencia, ni su sentido. Están ahí, y cuando la modernidad los intenta vulnerar se acomodan como la palmera, pasan el temporal y siguen erguidos. Siempre ha sido así desde que los llamados colonizadores españoles llegaron a Cubagua en el siglo XV trayendo aires musicales que luego se  fueron perfilando con características propias de los pueblos que allí habitaban y del posterior mestizaje que generó sonoridades muy particulares y propias. Y un buen ejemplo está en la vihuela que se transformó en bandola oriental. Igual pasó con determinados aires, como la malagueña, el polo, la gaita margariteña y el galerón.

Al recordarse la vida y obra de Francisco Mata  se vuelve a esos orígenes musicales y literarios que han dado una personalidad única al canto de los neoespartanos, al pueblo margariteño, a sus creadores, instrumentistas y cantores.


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