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  • La vacuna rusa fue creada de forma artificial, sin ningún elemento del coronavirus en su composición, y se presenta en forma liofilizada, como un polvo que se mezcla con un excipiente para disolverlo y luego administrarlo por vía intramuscular.
    En Profundidad

    La vacuna rusa fue creada de forma artificial, sin ningún elemento del coronavirus en su composición, y se presenta en forma liofilizada, como un polvo que se mezcla con un excipiente para disolverlo y luego administrarlo por vía intramuscular.

"Estamos animados por la rapidez en que se están desarrollando las vacunas, pero esperamos que sean seguras y eficientes", dijo el portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tarik Jasarevic, en lo que parece un lenguaje más mesurado y prudente.

Entre la esperanza y el escepticismo, la alegría y la incredulidad, avanza la vacuna rusa Sputnik V. ¿Cuánto se mueve alrededor de quienes se empecinan en negarla? ¿No existe una probada historia en el quehacer científico ruso capaz de avalar cualquier descubrimiento? ¿Aquellos que se oponen a esta vacuna lo hacen por la “duda científica” o por el celo y la estrategia política? 

¿La historia no puede avalar?

El 14 de agosto de este año, el doctor Rogelio Arce Barrantes, en la página web de la Universidad de Costa Rica, se lamentaba de las diferentes reacciones que han suscitado las vacunas de Oxford y la vacuna rusa.

Para la vacuna rusa –comenta Barrantes– surgen las voces de la guerra fría. “En este lado del mundo –lamenta– se sigue creyendo que Rusia es un país atrasado”. El doctor recuerda algunos avances de la medicina rusa: “La cirugía contra la miopía se inventó en Rusia, los fijadores externos modernos los descubrió el profesor Gavriil Abramóvich Ilizárov, desde donde se desplazaron a Cuba; y luego en New York los puso de moda en los años ochenta un discípulo de Ilizarov”. También recuerda cómo en 1985 él trajo a Costa Rica esa técnica y fue despreciada: “Aquí la desecharon por ser 'de origen comunista', qué pena me causaron, atrasaron el desarrollo de este tipo de cirugía en Costa Rica por seis años, por ideología o al menos por estupidez”.

¿La vacuna rusa es desairada por ser rusa? ¿Cuán prestigiosos son los científicos rusos?

Los nombres de científicos rusos reconocidos abundan en cualquier literatura sobre el tema. No hay enciclopedia que no haga mención de Mikhail Lomonosov, Dmitri Mendeleev, Ivan Pavlov, Sofía Kovalevskaya, Alexander Popov, Tatiana Proskouriakoff, Pyotr Kapitsa, Nikolay Basov, Andre Geim… En la física, la química, la astronomía, la biología… Pero… ¿cuántos rusos han tenido un papel relevante en la medicina mundial?

Algunos médicos rusos reconocidos mundialmente, y por qué:

  • * Waldemar Haffkine: Inventó las primeras vacunas contra el cólera y la peste bubónica.
  • * Nikolai Korotkov: Pionero de la cirugía vascular. Inventó la medición auscultatoria de la presión arterial.
  • * Georgy Gause: Inventor de la Gramicidina S y otros antibióticos.
  • * Aleksandr Bakulev: Desarrollador de la cirugía cardiovascular.

  • * Vladimir Betz: Descubrió las células de Betz de la corteza motora primaria. 

  • * Vladimir Filatov: Oftalmólogo, pionero del trasplante de córnea. 

  • * Vera Gedroitz: Primera mujer profesora de Cirugía en el mundo.

  • * Mikhail Chumakov: Co-descubridor de la encefalitis transmitida por garrapatas. Co-desarrollador de la vacuna contra la polio.

  • * Vladimir Demikhov: Importante pionero de transplantología.

  • * Sergey Korsakov: Estudió los efectos del alcoholismo en el sistema nervioso, se describe el síndrome de Korsakov.  

  • * Ilya Mechnikov: Investigador pionero del sistema inmune probióticos y la fagocitosis ; acuñado el término gerontología. Ganador del Premio Nobel de Medicina. 

  • * Nikolay Burdenko: Importante promotor de la neurocirugía. 

  • * Pyotr Nikolsky: Dermatólogo, descubridor del signo de Nikolsky.

  • * Vladimir Bekhterev: Neuropatólogo. Fundador de la psicología objetiva. Señaló el papel del hipocampo en la memoria. Estudió la enfermedad de Bekhterev.

  • * Victor Skumin: Descubrió la enfermedad del  síndrome de Skumin (Trastorno del sistema nervioso central en algunos pacientes con una válvula cardiaca protésica).
  • * Ivan Sechénov: Fundador de la electrofisiología y la neurofisiología , autor de la obra clásica de la medicina Reflejos del cerebro. 

Y, sin embargo, se mueve:

"Estamos animados por la rapidez en que se están desarrollando las vacunas, pero esperamos que sean seguras y eficientes", dijo el portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tarik Jasarevic, en lo que parece un lenguaje más mesurado y prudente.

Pero, a pesar de las dudas, los titulares de los medios rusos continúan invariables:

“Los nueve voluntarios que participaron en la primera etapa de los ensayos clínicos de la vacuna rusa contra el nuevo coronavirus desarrollada por el centro de virología y biotecnologías Véktor han desarrollado anticuerpos”, informó el pasado 3 de septiembre el servicio de prensa del Servicio Federal de Rusia para la Supervisión de la Protección y el Bienestar del Consumidor (Rospotrebnadzor) a la agencia TASS.

Desde Sputnik, el periodista Vicky Peláez publicó el 13 de agosto: “Lo que está temiendo Occidente es que, al convertirse Rusia en el primer país del mundo que ofrece la solución para acabar con el virus que azota el planeta, la autoridad rusa se proyectaría más encima de la occidental en la opinión pública global. Por supuesto, los más poderosos y ricos del mundo no pueden aceptar esta realidad”.

El periodista, además, ofrece datos: “De repente aparecen estos rusos y el mismo día del anuncio del registro de su vacuna Sputnik V han recibido pedidos por 1.000 millones de vacunas de 20 países. Estas solicitudes hicieron bajar enseguida las acciones de Pfizer en un 0,8%, las de Novavax en 7,7%, y las de Moderna en un 2,5%. Estas tres corporaciones están incluidas en la lista de la Organización Mundial de Salud (OMS) como las creadoras de la vacuna contra la Covid-19 que están en el tramo final o fase tres en el que se evalúa la seguridad y la eficacia de la misma”.

Vicky Peláez agrega: “Las corporaciones de EE.UU. ya han recibido más de 8.300 millones de dólares para el desarrollo de la vacuna contra el coronavirus. También poseen la autoridad de establecer el precio, determinar la distribución de la vacuna poniendo sus intereses comerciales encima de las prioridades de la salud. No hay que olvidar que el mercado mundial farmacéutico es de 1,3 millones de millones de dólares y la misma Johnson & Johnson, que está preparando su vacuna contra la Covid-19, ya proyectó obtener en 2020 más de 86.000 millones de dólares. La inesperada entrada de Rusia en este mercado farmacéutico está haciendo peligrar sus cálculos financieros”.

Lo cierto es que, en los medios de prensa, esta diferencia también se ha hecho sentir, quizá influida por los propios políticos:

 

Algunas vacunas pueden apresurarse. ¿Otras no?

María Gómez Silva, periodista de finanzas.com ha publicado el pasado 28 de julio que la farmacéutica británica AztraZeneca y la Universidad de Oxford ni siquiera han esperado a tener resultados definitivos para comenzar con la fabricación en masa de su vacuna y ya poseen un acuerdo con un laboratorio italiano. Si como comenta Gómez Silva el acuerdo ya existe con el laboratorio italiano –sin estar concluida la vacuna- por qué la vacuna rusa es tan cuestionada.

De última hora

Algo debe estar preocupando aún más a quienes descreen - ¿con mala intención? - de la vacuna rusa y es el hecho de que hace sólo unos días, el 4 de septiembre, una de las revistas científicas más respetables en el campo de la medicina en el mundo - The Lancet- ha publicado los resultados de los ensayos clínicos de la I y II fase de la vacuna rusa Sputnik V contra el covid-19, desarrollada por el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya. The Lancet es una revista británica, publicada semanalmente por the Lancet Publishing Group y que toma su nombre del instrumento quirúrgico llamado lanceta. Su actual editor es Richard Horton de Elsevier Properties, S.A. que ha ocupado, además, varios puestos en la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En la revista se asegura que “el nivel de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 en voluntarios vacunados con Sputnik V fue de 1,4 a 1,5 veces más alto que el nivel de anticuerpos en los pacientes que se habían recuperado de covid-19”.

La vacuna rusa fue creada de forma artificial, sin ningún elemento del coronavirus en su composición, y se presenta en forma liofilizada, como un polvo que se mezcla con un excipiente para disolverlo y luego administrarlo por vía intramuscular.

La pregunta es, ¿qué viene ahora, los políticos interesados en subvalorar la vacuna rusa la emprenderán contra una de las revistas científicas más respetables en el campo de la medicina… o atacarán a su editor, el muy prestigioso Richard Horton, profesor honorario en la London School of Hygiene, la Tropical Medicine, University College London, y la Universidad de Oslo. Horton, que es además escritor médico para The Observer, el The Times Literary Supplement y The New York Review of Books, será blanco de críticas y diatribas? Está por ver.

Quizá, pensando en todo cuanta rodea a la Covid-19 el papa Francisco, en su mensaje a los participantes en el taller anual European House-Ambrosetti, que reúne a unos 200 directivos de alto rango, economistas y políticos de todo el mundo, ha dicho el pasado día 4 de septiembre: “La pandemia puso en duda un modelo que idolatra el dinero”.

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