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    La Unesco explicó que los festejos comprenden procesiones en las que los fieles recorren las calles principales de Tarija visitando la catedral, así como iglesias y otros lugares de devoción.

Su origen se remonta a los tiempos de la colonización española, cuando los habitantes de la ciudad pedían protección contra las epidemias y enfermedades.

La Fiesta de San Roque, conocida como Fiesta Grande, que se realiza en Bolivia fue reconocida por la Organización de las Naciones Unidas para la Cultura, las Ciencias y la Educación (Unesco) como Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad.

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Esta Fiesta Grande se celebra del 16 de agosto al 11 de septiembre, siendo una de las festividades religiosas más relevantes de la ciudad boliviana de Tarija, al sureste del país.

Los tradicionales chunchos que forman parte de la Fiesta Grande datan del año 1800, aproximadamente. Con procesiones y danzas, los devotos realizan promesas al santo patrono y lo guardan en el templo el segundo martes de septiembre, hasta el siguiente año.

Origen

Según la Unesco, “su origen se remonta a los tiempos de la colonización española, cuando los habitantes de la ciudad hacían rogativas a este santo para que les protegiera a ellos y a sus seres más queridos contra las epidemias y enfermedades”.

Esta tradición ha sido transmitida de generación en generación y se ha convertido en una expresión cultural urbana en la ciudad de Tarija, en donde se reúnen más de 10.000 personas, entre ellas chunchos (peregrinos), bailarines, cañeros, promesantes y otros. Para algunos antropólogos, se trata de una manifestación artística.

Foto: Unesco

El santo es originario de la región sur de Francia y era el encargado de proteger a la población de las enfermedades.

Cuenta con un ritual amplio en el que se sincretizan el mundo prehispánico con la devoción cristiana.

Festejos

“Los festejos comprenden procesiones en las que los fieles recorren las calles principales de Tarija visitando la catedral, así como iglesias y otros lugares de devoción, y manifestando su fe con plegarias, cánticos, músicas y bailes”, aclara la Unesco.

Los promesantes más destacados de la festividad son los chunchos, los quenilleros, los cañeros y los tamboreros, quienes van acompañando al santo en su recorrido por las plazas y calles de Tarija con ciertas actividades que se prolongan durante un mes.

En el caso de los cañeros, estos se ubican a los lados de las aceras y van tocando las cañas, mientras que los quenilleros tocan las camacheñas y los chunchos van marchando al ritmo de la procesión.

“En la Fiesta Grande de Tarija abundan las exposiciones de artesanías regionales y las preparaciones de comidas tradicionales, pero se practica una abstinencia total de bebidas alcohólicas”, afirma la Unesco.

Los días de celebración de esta tradición cultural son importantes porque señalan el final de la estación seca invernal, así como el inicio del periodo de producción agrícola


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