La épica tras un incendio

Sucesivas horas de angustia y dolor vive el pueblo cubano desde el viernes 5 de agosto sobre las 19H00 (hora local), cuando un rayo impactó el tanque 52 de almacenamiento de crudo de la Base de Supertanqueros de Matanzas.

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Las llamas abrazaron sucesivamente a cuatro de los grandes depósitos de combustible, de los ocho que componen la Base. El evento es considerado como el mayor desastre industrial, de origen natural ocurrido en Cuba.

Aún se encuentran sin recuperar los 14 bomberos y personal de apoyo desaparecido en el siniestro y continúan las labores para sofocar el incendio de gran magnitud, que afectó cuatro tanques con miles de metros cúbicos de petróleo y fueloil. Reserva ubicada en la bahía matancera, a hora y media de La Habana, la capital cubana.

Se informa que equipos médicos especializados intervendrán en la identificación de las víctimas del incendio, en la misma Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas. Para ello se realizó un intercambio de los expertos de la provincia, con el ilustre doctor Jorge González, especialista de II Grado en Medicina Legal y fundador de la Sociedad Cubana de la especialidad.

El desastre tecnológico de origen natural provocó la muerte de un bombero, identificado como Juan Carlos Santana Garrido, del Comando Especial de Protección contra Incendios de la Refinería de Cienfuegos, despedido el domingo pasado en el cementerio de su natal municipio de Rodas.

Se han atendido 128 heridos, de ellos se mantienen hospitalizados, en seis centros asistenciales del país, 20 adultos -19 hombres y una mujer- precisó el parte del Ministerio de Salud Pública de Cuba. También puntualizan que cinco personas continúan en estado crítico, dos de gravedad y 13 pacientes se mantienen de cuidado.

Asimismo, muchas personas están en recuperación, por lo que hasta el momento fueron otorgadas 108 altas médicas, 102 hombres y seis mujeres, todos cubanos.

Actualmente, el incendio está controlado y se labora en la extinción de pequeños focos. 

“Quedan días de trabajo. El próximo paso es el enfriamiento, etapa en que la espuma es vital. Porque el carburante aún está en combustión y es complejo. Estamos trabajando en todos los focos, para que baje la temperatura y ganar tiempo. A veces esos focos que quedan pueden provocar otro problema”. 

Declaró desde el lugar del incendio a la televisión cubana el coronel Daniel Chávez, segundo jefe del Cuerpo de Bomberos de Cuba. A cinco días del incendio, esta puede ser una jornada definitiva. 

Medio ambiente

Durante todos estos días, el monitoreo de la situación ambiental ha sido una constante, como lo es la preocupación por un posible daño. 

Un grupo multidisciplinario de expertos de Matanzas, Cienfuegos y La Habana, han identificado a pequeña escala varias sustancias contaminantes. 

Se refieren al dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno y monóxido de carbono, por lo que se sugiere la protección con mascarilla en zonas de concentración de humo, para que estas no penetren en las vías respiratorias, indicó Prensa Latina.

En una comparecencia televisiva, la directora nacional de Salud Ambiental del Ministerio de Salud Pública de Cuba (Minsap), Susana Suárez Tamayo, dijo que hasta el momento no se reporta en las provincias occidentales un alza de enfermedades respiratorias por emisiones de gases contaminantes originadas por el incendio. 

La ministra del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medioambiente (Citma), Elba Rosa Pérez Montoya, se refirió a la evaluación integral del impacto medioambiental de lo acontecido. 

“Hasta este momento en análisis conjunto con el Ministerio de Salud Pública, no tenemos evidencia de afectaciones a la salud humana. Estamos monitoreando insistentemente en todas las instituciones de salud, porque como sabemos, se trata de una contingencia que se extenderá en el tiempo”.

Aun cuando se pronostica una pérdida de la altura en la columna de humo y los expertos del Instituto de Meteorología, no aprecian en las imágenes del satélite, la humareda visible en los últimos días, se insiste en el monitoreo de la calidad del aire de las provincias occidentales.

Solidaridad

Junto a los bomberos cubanos, a las brigadas especiales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, de la Cruz Roja y otros grupos en función de la extinción de incendios de Cuba, participan los equipos de apoyo de México y Venezuela.

Cuba también recibió el ofrecimiento de ayuda de varios países latinoamericanos. Hasta el momento, arribaron en auxilio, al aeropuerto Juan Gualberto Gómez de Varadero, más de 20 vuelos de México y Venezuela, así como dos buques de la Armada mexicana, que atracaron en el puerto de Matanzas.

Como un solo comando, especialistas de las tres naciones han laborado ininterrumpidamente para controlar el incendio de gran magnitud en la Base de Supertanqueros de Matanzas. 

Ha sido determinante la unión de todos, a pocas horas de desatarse la infernal situación. La labor coordinada del Cuerpo de Bomberos, los expertos cubanos, equipos pesados del Ministerio de la Construcción y Recursos Hidráulicos, han facilitado el acceso de las unidades especializadas al foco del incendio. 

Los 127 especialistas venezolanos y mexicanos, los técnicos petroleros, así como el uso de los productos químicos contra incendios y el moderno equipamiento técnico que trajeron consigo, contribuyen de forma definitiva a la mitigación del siniestro. 

La asistencia consistió también en cerca de 45.000 litros de espuma retardante, bombas de alta presión, compresores, mangueras para el rack de aire autónomo, tanques de aire respirable con armadura y contenedores plásticos con accesorios, entre otros recursos. 

"La Sociedad de la Cruz Roja de China donó un millón de yuanes (150.000 dólares) a su similar de Cuba para apoyar el rescate y la recuperación ante el incendio que afecta a Matanzas. Se suma así a otros países del mundo que muestran su respaldo", informó la Cancillería cubana a través de la red social Twitter. 

Las manifestaciones de solidaridad, apoyo concreto y espiritual, llegan de todas partes del mundo. Los que están más cerca, ofrecen sus casas para el albergue de casi 5.000 evacuados que han preservado la vida, de los cuales más de 900 personas decidieron quedarse en instalaciones del Gobierno provincial. 

La atención médica ha sido constante y efectiva, así como la disposición de muchos voluntarios en todas las áreas de trabajo. Destacan, además, las brigadas culturales que ofrecen entretenimiento a los niños y adultos en las instalaciones de albergue. 

Igualmente, ciudadanos comunes, dueños de automóviles, gerentes de pequeñas y medianas empresas, como algunos campeones olímpicos del deporte cubano, han ofrecido servicios, recursos y donaciones de todo tipo, para la asistencia a los damnificados. 

Espontáneamente, las personas se autoconvocan en las redes sociales, como a través de instituciones, para la recogida de medicamentos, alimentos y materiales útiles, para hacerlos llegar a quienes lo necesiten.

Matanzas, hoy es el epicentro donde late el corazón de los cubanos, por cada uno de los bomberos que siguen allí enfriando los cuatro tanques de combustible. 

Han sido días a prueba de coraje y resistencia, de una nación que sólo sabe tirar hacia adelante, contra toda adversidad.

Ni por lo reciente del momento, es fácil comprender lo vivido. “Ha sido la situación más difícil de mi vida, las llamas y el calor a escasos metros, sentir las palabras de los compañeros exacerbadas y correr por la explosión, son momentos que guardo en la memoria, así como la imagen de seguir arrojando agua para enfriar los tanques”.  

No sin asombro, expresa Ernesto Moreno, quien en espera de iniciar su vida universitaria con menos de 20 años, cumple en Matanzas con el Servicio Militar, en el Comando Número 1 de Bomberos. 

“Volvería a ayudar sin dudarlo, ya tengo esta experiencia y lo haría sin pensarlo”, dijo a Prensa Latina.

Son minutos trágicos, extraordinarios y amargos para todos, frente los cuales, mujeres y hombres heroicos, van impulsados por el deber y la ética, a salvar un bien mayor. A traer la paz, al costo de sus vidas y de su salud. 

Quizá no es comprensible para quienes estamos mirándolos hacerlo, pero impulsa definitivamente al respeto y a la reverencia.

Coinciden los avezados, en que es el momento más favorable del último combate al incendio. Los diques de contención hechos por manos firmes, impidieron la propagación de las llamas. Pero no hay que confiarse, un giro del viento puede cambiarlo todo en un segundo, como lo hizo el fatídico rayo.

Se incorporan Brigadas de bomberos de varias provincias de Cuba para el debido descanso de los heroicos combatientes, que asistieron los primeros días con breves horas de descanso, aunque algunos no cejan en su empeño hasta que todo termine.  

Todo movimiento lo ve desde su ventana Ernesto Croas Hernández, jubilado matancero, que tuvo el triste privilegio de ser testigo del rayo que partió en dos la paz de Cuba.