• Telesur Señal en Vivo
  • Telesur Solo Audio
  • facebook
  • twitter

“Yo no sé lo que es el destino
Caminando fui lo que fui
Allá Dios que será divino
Yo me muero como viví”

Silvio Rodríguez

Resultaba imprescindible para los usurpadores de la independencia de Cuba en 1898 y sus lacayos nacionales, hacer desaparecer el Partido Revolucionario Cubano fundado por el líder, José Martí.

Desde entonces, la historia confirma la imperiosa necesidad de la soberanía, para lograr la verdadera independencia. Como también valida la estrategia y la táctica imperiales.

“Quisieron borrar incluso nuestra historia”, dijo el dominicano-cubano, General en Jefe del Ejército Libertador de Cuba de 1895 al 98, Máximo Gómez Báez. Eliminaron las instituciones patrióticas: el Gobierno de la República en Armas, la Asamblea de Representantes, el Ejército Libertador y el Partido Revolucionario Cubano. Desde entonces, el Partido, congregaba a los patriotas en la unión imprescindible, para lograr del sistema democrático que aspiraban construir.

Antecedente

Para José Martí, prócer independentista cubano, estuvo clara la idea de constituir un partido único. Y no partió de una iluminación, sino del análisis de la derrota de la Guerra de los Diez Años, contra el colonialismo español. 

“Pero si no está en pie, elocuente, erguido, moderado, profundo, un partido revolucionario que inspire, por la cohesión y modestia de sus hombres, y la sensatez de sus proyectos, una confianza suficiente para acallar el anhelo del país. ¿A quién ha de volverse, sino a los hombres del partido anexionista que surgirán entonces?”

“¿Cómo evitar que se vayan tras ellos todos los aficionados a una libertad cómoda, que creen que con esa solución salvan a la par su fortuna y su conciencia? Ese es el riesgo grave. Por eso es llegada la hora de ponernos de pie". Dijo Martí en carta al mayor general Máximo Gómez, del 20 de julio de 1882.

Archivo Internet

Probado estaba. En la segunda mitad del siglo XIX, ya era práctica la creación de diversos partidos políticos, para representarse en las contiendas electorales.

Comenzaron a surgir agrupaciones patrióticas pro independencia, pero lo difícil era unirlas, ante lo que la labor de José Martí fue ardua y sin descanso. En la víspera de 1892, llega a Cayo Hueso y de conjunto con representantes de todas las congregaciones, redacta las Bases y los Estatutos del Partido Revolucionario Cubano.

Aprobadas el 5 de enero de 1892, establecía que el Partido se constituía, concretamente, para lograr la independencia de Cuba, y fomentar y auxiliar la de Puerto Rico. Ordenar una guerra generosa y breve encaminada a asegurar en la paz y el trabajo, la felicidad de los habitantes de Cuba. Salvar al país de los peligros internos o externos que lo amenacen y sustituir el desorden económico por un sistema de hacienda pública que permitiera la actividad diversa de sus habitantes. Fundar una nación capaz de asegurar la dicha de sus hijos y cumplir en la vida histórica del continente, los deberes difíciles que su situación geográfica le señalaban.

Se discutieron las bases entre los asociados de los diversos grupos patrióticos, proclamaron su adhesión y eligieron al Delegado, José Martí y al tesorero Benjamín Guerra, máximas figuras del Partido.

Para que así conste, existían 34 asociaciones patrióticas, de las cuales diez no aprobaron las bases. La mayoría de las 13 de Cayo Hueso, siete en Nueva York, cinco en Jamaica, cuatro en Tampa y en diversas ciudades de Estados Unidos, las aceptaron. En 1895, el Partido Revolucionario Cubano ya contaba con 128 clubes y nueve cuerpos de consejo en 19 localidades de Estados Unidos, México, Costa Rica, Panamá, Jamaica y Haití, sin contar los afiliados que ya en aquel momento combatían en las filas del Ejército Libertador.

Como parte del proceso, previamente se editó el Periódico Patria, donde quedaba expuesto el concepto martiano: "(... ) El Partido Revolucionario Cubano, nacido con responsabilidades sumas en los instantes de descomposición del país, no surgió de la vehemencia pasajera, ni del deseo vociferador e incapaz, ni de la ambición temible, sino del empuje de un pueblo aleccionado, que por el mismo Partido proclama, antes de la república, su redención de los vicios que afean al nacer la vida republicana. Nació uno, de todas partes a la vez. Y erraría, de afuera o de adentro, quien lo creyese extinguible o deleznable. Lo que un grupo ambiciona, cae. Perdura, lo que un pueblo quiere. El Partido Revolucionario Cubano, es el pueblo cubano".

Hubo que combatir las tendencias contrarias a la necesidad independentista del pueblo cubano, el autonomismo, el anexionismo y el racismo, frente a la emergencia de estar unidos, para enfrentar al poderoso imperio norteamericano. No era posible una verdadera democracia sin soberanía.

Gestación

“Lo que ningún pueblo de este continente había tenido oportunidad de conocer era ese tipo de hostigamiento por aire y por mar, era ese tipo de operaciones filibusteras por aire y por mar; lo que este continente no había tenido oportunidad de conocer —continente que había conocido intervenciones, continente que había conocido ejércitos mercenarios organizados por Estados Unidos—, lo que ningún pueblo de este continente había tenido oportunidad de conocer era esa acción sistemática por parte de los servicios secretos del gobierno de Estados Unidos, esa acción sistemática de sabotaje y de destrucción por parte de un poderoso organismo que cuenta con todos los recursos económicos y con los medios más modernos de sabotaje y de destrucción; lo que nunca un pueblo de este continente había tenido que conocer era la lucha contra la Agencia Central de Inteligencia del gobierno de Estados Unidos, empeñada a toda costa, cumpliendo instrucciones de su gobierno, en entorpecer la marcha pacífica y esforzada de una nación, en destruir sistemáticamente el fruto del trabajo de un pueblo, en destruir sistemáticamente los recursos económicos, los establecimientos comerciales, las industrias, y lo que es peor: vidas valiosas de obreros, de campesinos y de ciudadanos laboriosos y honestos de este país”.

Afirmaba Fidel Castro apenas a dos años del triunfo revolucionario, después de vivir destructivos ataques por sorpresa. “Tres ataques simultáneos al amanecer, a la misma hora, en la ciudad de La Habana, en San Antonio de los Baños y en Santiago de Cuba, tres puntos distantes unos de otros, y sobre todo uno de ellos con respecto a los otros dos, llevados a cabo con aviones de bombardeo tipo B-26, con lanzamiento de bombas de alto poder destructivo, con lanzamiento de rockets y con ametrallamiento sobre tres puntos distintos del territorio nacional. Se trató de una operación con todas las características y todas las reglas de una operación militar”.

Archivo Internet

 “Son caras las lecciones, son dolorosas las lecciones, son sangrientas las lecciones, pero ¡cómo aprenden los pueblos con esos hechos!, ¡cómo aprende nuestro pueblo! Y estos hechos de ayer nos van a enseñar, estos hechos dolorosos de ayer nos van a ilustrar, y nos van a mostrar, quizás con más claridad que ningún otro hecho de los ocurridos hasta hoy, lo que es el imperialismo”.

“Aquí, frente a la tumba de los compañeros caídos; aquí, junto a los restos de los jóvenes heroicos, hijos de obreros e hijos de familias humildes, reafirmemos nuestra decisión, de que al igual que ellos pusieron su pecho a las balas, al igual que ellos dieron su vida, vengan cuando vengan los mercenarios, todos nosotros, orgullosos de nuestra Revolución, orgullosos de defender esta Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes, no vacilaremos, frente a quienes sean, en defenderla hasta nuestra última gota de sangre”.

“Marchemos a nuestros respectivos batallones y allí esperen órdenes, compañeros”.

Los acontecimientos y el discurso, eran solo el preludio, de lo que estaba por venir.

Girón

“El cumplimiento de nuestro destino manifiesto es extendernos por todo el continente que nos ha sido asignado por la Providencia… Es un derecho como el que tiene un árbol de obtener el aire y la tierra necesarios para el desarrollo pleno de sus capacidades y el crecimiento que tiene como destino”, escribió, en 1845, el periodista John L. O´Sullivan, quien por primera vez nombró a la doctrina Destino Manifiesto. “Y esta demanda está basada en el derecho de nuestro destino manifiesto a poseer todo el continente que nos ha dado la Providencia”.

Por órdenes “providenciales” se organizaron y recibieron apoyo. Cinco hombres rana y un oficial de la CIA, Grayston Lynch, fueron los primeros en desembarcar horas antes del amanecer el 17 de abril de 1961. Su misión era colocar luces en la playa para guiar al resto de la fuerza de asalto anfibio.

Cientos de combatientes exiliados debían desembarcar y establecer una cabeza de playa de 40 millas de ancho en la orilla este de la bahía de Cochinos, desde Playa Larga en el norte hasta Playa Girón en el centro y Caleta Verde en el sur.

“Estamos combatiendo en la playa y no tenemos munición. Por favor, envíen ayuda”, pidió San Román por radio a sus asesores de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). En su última transmisión, dijo: “No tengo con qué combatir. Nos vamos al monte”. Así fue la versión que ofreció a un diario estadounidense,   el entonces jefe de la invasión de Bahía de Cochinos, José Pérez San Román, quien (dicen) se arrodilló y besó la arena con alegría cuando desembarcó en Playa Girón, en la costa sur de Cuba. Dos días después, sus 1 500 hombres habían sido derrotados.

“Que no se detengan los tanques hasta que las esteras se mojen con el agua de la playa, porque cada minuto que esos mercenarios estén sobre nuestro suelo, entraña una afrenta para nuestra Patria”. Dijo Fidel frente a un imperio que cree en su destino manifiesto, dominar a América Latina y al mundo, mientras los cubanos confirmaban que el destino manifiesto es ser independientes y soberanos.

El 19 de abril de 1961 los cubanos vencían a los mercenarios en Playa Girón, una invasión ordenada por Estados Unidos con el fin de derrocar al naciente Gobierno Revolucionario. Dos días antes comenzaron a desembarcar por las inmediaciones de la Ciénaga de Zapata y en 72 horas, el Ejército Rebelde y los milicianos vencieron a los 1.500 mercenarios ordenados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para la acción.

Las fuerzas revolucionarias enfrentaron con heroísmo a la brigada mercenaria, a sus unidades navales, tanques y aviones, empuñando las armas que acababan de llegar de la Unión Soviética y Checoslovaquia. En menos de 72 horas, el enemigo fue derrotado, con un saldo de 89 muertos, 250 heridos y 1.197 prisioneros, posteriormente canjeados por medicinas y compotas para los niños cubanos.

"Tuvieron que aceptar el pago de la indemnización y por primera vez (…) en su historia el imperialismo pagó una indemnización de guerra.", sentenció el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro. La gesta, constituyó la primera gran derrota del imperialismo en América Latina.

Rememorar aquellos días de abril, es recordar la intervención de Fidel en la esquina de 23 y 12, del Vedado, durante el sepelio de las víctimas por los bombardeos mercenarios en 1961: “Esta es la revolución socialista y democrática de los humildes, con los humildes y para los humildes. Y por esta revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes, estamos dispuestos a dar la vida”.

El 16 de abril de 1961, además de proclamarse el socialismo, nació el actual Partido Comunista de Cuba, heredero legítimo del Partido Revolucionario de José Martí, de 1892. Consecuencia del primer partido marxista-leninista fundado por Carlos Baliño y Julio Antonio Mella, en 1925.

 

Es un proceso revolucionario que comienza a gestarse desde fines del siglo XIX, cuando se produce el intento frustrado por parte de los mambises, frente al régimen español, por lograr la Independencia de Cuba, en el cual tuvo una importante participación el Ejército Libertador. La joven generación de mediados del siglo XX, encabezada por Fidel Castro, al frente del Ejército Rebelde, desarrolló una estrategia de lucha armada contra la dictadura batistiana, lo que condujo al triunfo revolucionario de 1959.

El triunfo revolucionario planteó que lo más difícil estaba por venir. Así, se produjo un amplio proceso unificador que tuvo lugar en 1961, con la formación de las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), primer paso hacia la creación del instrumento político unitario de la Revolución y el antecedente histórico más inmediato, de la formación del Partido Comunista de Cuba.

El tres de octubre de 1965, Fidel daba a conocer en el teatro Chaplin que el Partido Unido de la Revolución Socialista, adoptaba el nombre de Partido Comunista de Cuba y presentaba su primer Comité Central. Ese día, Fidel dio lectura a la carta de despedida de Ernesto Che Guevara.

En esa ocasión, dijo: “Y todos los explotadores, todos los privilegiados, odiaron siempre la palabra comunista como si fuera un crimen; anatemizaban la palabra comunista”… “Y por eso cuando Marx y Engels escribieron su Manifiesto Comunista, que daba origen a una nueva teoría revolucionaria, a una interpretación científica de la sociedad humana y de la historia humana, ellos decían “un fantasma recorre a Europa, y es el fantasma del comunismo”, porque como un fantasma, con verdadero miedo, contemplaban las clases privilegiadas esas ideas”.

“Los imperialistas, como si nos fuesen a ofender, o como si fuese una ofensa, hablan del gobierno comunista de Cuba, al igual que también la palabra "mambí" la emplearon contra nuestros libertadores como una ofensa, así también intentan emplear la palabra "comunista" como una ofensa, y la palabra "comunista" no es para nosotros una ofensa, sino una honra. Y es la palabra que simboliza la aspiración de una gran parte de la humanidad”

El Necio

 “Cuando escribí ‘El Necio’, estaba pensando en Fidel y, hasta cierto punto, en mí”, relata el cantautor cubano, Silvio Rodríguez. “Lo que me llevó a escribir -cuenta el músico, sobre su canción-fue el ambiente ideológico de fines de los 1980, principios de los 90, el derrumbe del campo socialista. Ya estaba la glásnost en la Unión Soviética y se veía que aquello apuntaba hacia algo catastrófico”.

Es el hombre y su circunstancia. Cuando el autor de la canción “Playa Girón”, iba en tránsito desde Miami hacia Puerto Rico, le rompieron su guitarra en el aeropuerto.

Granma

“Culpa mía creo yo, porque tenía una pegatina de Fidel y una bandera cubana, y no me dio la gana de quitarlas. Digamos que me lo busqué. Cuando llegué a Puerto Rico, escuché en la radio un programa desde Miami, donde decían que la contrarrevolución estaba muy decaída porque habían pasado los revolucionarios ‘fulano’ y ‘mengano’, entre ellos yo, por Miami y en otra época nos hubieran arrastrado, hubieran limpiado las calles con nosotros”.

“Yo tenía noticias de que a veces había manifestaciones de agresividad, lo había leído, me lo habían contado; pero en mis huesos, en mi carne, nunca había sufrido una amenaza pública de esa envergadura -rememoraba Silvio-. ¿Cómo puede uno provocar tanto odio en canciones que ni una sola habla del odio?”. “Eso me marcó”.

A petición del Comandante en Jefe Fidel Castro, Silvio cantó El Necio, en la clausura del IV Congreso del Partido Comunista de Cuba el 14 de octubre de 1991.

 

El debate de hoy

La pandemia de la Covid-19 azota a los cubanos, como al mundo. Se combate por la vida ante la grave situación epidemiológica, agravada por los embates del bloqueo, impuesto por los sucesivos gobiernos de Estados Unidos contra Cuba. Un cerco - de carácter extraterritorial -comercial, económico y financiero, impuesto desde el 7 de febrero de 1962, que ha hecho padecer a todas las generaciones. La Revolución y el pueblo, han estado a prueba de su voluntad, capacidad y temple, en un camino de obstáculos.

El Octavo Congreso del Partido Comunista de Cuba, que dio inicio en la mañana de hoy,  tal como declara su convocatoria, “centrará su atención en la evaluación y proyección de asuntos medulares para el presente y futuro de la nación, lo cual incluirá la actualización de la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista, los resultados alcanzados y la actualización de la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, así como los resultados económico-sociales obtenidos del VII Congreso a la fecha; analizará de igual forma el funcionamiento del Partido, su vinculación con las masas, la actividad ideológica y valorará la situación que presenta la política de cuadros en el Partido, la Unión de Jóvenes Comunistas, las Organizaciones de Masas y el Gobierno”.

Catalogado como el Congreso de la continuidad histórica, le corresponde a las nuevas generaciones de cubanos, mantener, desarrollar y defender a su nación.

¿Alguien duda de la convicción irreductible de la victoria?

Caminando, fui lo que fui. Del 16 al 19 de abril de 2021, será el debate.


Comentarios
0
Comentarios
Nota sin comentarios.