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    "...la tradición se cultiva. Y en eso mucho tiene que ver la madre, creadora de espacios para habitar en fraternidad"

En casa de Techi Cusmanish la tradición se cultiva. Y en eso mucho tiene que ver la madre, creadora de espacios para habitar en fraternidad, aunque la costumbre paraguaya de tomar el tereré en familia, no la detiene ni la pandemia. El ambiente de profunda esencia, sucede junto al esposo, el cantor Ricardo Flecha -quizá el más conocido internacionalmente del Paraguay- cuando vuelan, entre sorbo y sorbo, lindas melodías interpretadas en su lengua natal, guaraní.

Para ambos, la tradición está en un sitial alto del espíritu latinoamericano, pero es también un sentido de la afirmación por la vida.

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Tereré

A propósito de que el tereré ha sido elegido en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, Techi nos dice que con los últimos sorbos que uno realiza al succionar la bebida, surge el sonido onomatopéyico del tereré. “Lo tomamos en una guampa, antiguamente hecha del cuerno de la vaca, cerrada en la parte inferior con madera de guayaba, dentro ponemos la yerba y la bombilla mediante la cual succionamos el agua, preparada en una jarra con hierbas medicinales. A esas las llamamos yuyos, y le agregamos mucho hielo. Aparte de función social, también cumple la de hidratarnos y refrescarnos”.

Y es que, en esta época del año, el calor en Paraguay puede llegar a 40 grados centígrados a la sombra. Por eso es que esta bebida ancestral, basada en la yerba mate con agua y mucho hielo, se toma a cualquier hora.

“En mi familia el tereré es de arraigo tradicional, sobre todo en los jóvenes. Es una bebida de consumo colectivo, compartido, de unión, de hermanamiento, algunos sostienen que su origen data de los guaraníes. Mi abuelo nos contaba que tiempos de la Guerra del Chaco - conflicto armado entre Paraguay y Bolivia de 1932 a 1935- los soldados tomaban el mate frío porque no podían hacer fuego, otros dicen que, en los yerbatales, el mensú tenía prohibido por el patrón hacer fuego y por tanto tomaban el mate frío. Aunque estas historias forman parte del imaginario colectivo, lo cierto es que al tereré se le agrega hielo y yuyos medicinales, para que sea una bebida refrescante. Las rondas de tereré son propicias para la celebración de la familia y de la amistad”, afirma quien además de ser una excelente madre, es productora artística y promotora cultural paraguaya.

 

A finales de 2010, el Tereré fue declarado patrimonio cultural de Paraguay por una ley del Congreso. “A lo largo del tiempo, esta costumbre ha ido sufriendo modificaciones, en cuanto a su presentación fundamentalmente, pues los tiempos modernos trajeron contenedores de las más variadas y novedosas formas. Algunas personas cambian la guampa por vasos metálicos, plásticos o de madera. Otros conservan su guampa tradicional”- afirma.

El rito cultural viene de los ancestros guaraníes y se ha ido modificando en el tiempo, sin perder su contenido. Como lo hacían los abuelos, en horas de la mañana se le agregan hierbas silvestres refrescantes y medicinales, que en lengua guaraní se conoce como pohã ro’ysã.

“A la jarra contenedora del agua y los yuyos, la relevó el termo que permite conservar el agua fría, sin que el hielo se derrita. En tiempo de pandemia, la exigencia de los cuidados necesarios. No eliminó la tradición, la modificó, ya que ahora cada quien debe tener su propia guampa y bombilla, las cuales ya no se pueden compartir para evitar el contagio”.

“También el distanciamiento incide -confirma la entrevistada- por lo que muchos hemos optado por equipo de tereré personal, cada quien, con su propia guampa, su propia bombilla y su propio termo de agua, hielo y yuyos. Aunque, si nos ponemos a pensar detenidamente, la esencia ya no es la misma, pues con el distanciamiento y la individualidad, se rompió la magia de lo colectivo, del compartir todos de uno. Aun así, queda la referencia del encuentro, casi, como algo anecdótico, cultural”.

El Tereré recibe el reconocimiento de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, por salvaguardar el tesoro inmaterial de la humanidad, identificado por la Unesco como un componente esencial y un repositorio de la diversidad cultural y la expresión creativa. ​ El Patrimonio Cultural Inmaterial de Urgente Necesidad de Salvaguarda, se compone de aquellos elementos culturales de las comunidades interesadas y los países que consideren que requieren medidas urgentes para mantenerlos vivos.

Chipa

“De antemano, ofrezco una disculpa por cualquier inconveniente que la comunicación de la iniciativa pueda haber causado y, teniendo en consideración la justificada indignación por la omisión de la identidad innegablemente paraguaya de la referida receta, le agradezco sus muy oportunas sugerencias y las valiosas informaciones aportadas acerca de la Chipa”, señala el escrito.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura – UNESCO, ofreció disculpas al Paraguay, a mediados de 2019, por la publicación en las redes sociales referente al “chipa”, como un producto típico de una región argentina. Y es que, en Paraguay, la tradición se toma muy en serio. Costumbres que se trasmiten de generación en generación, mantiene vivos a los abuelos y la identidad patria, a pesar de que la trasmisión de esas prácticas, es algo natural en el cruce de fronteras entre Argentina, Brasil y Paraguay.

La nota lleva la firma del director de la División de Ciencias Ecológicas y de la Tierra, Secretario del Programa sobre El Hombre y la Biosfera (MAB) del referido organismo, Dr. Miguel Clüsener-Godt, y fue dirigida al embajador la Delegación Permanente de Paraguay ante la UNESCO, Emilio Giménez Franco. En la misma, reconoce la justificada indignación por la omisión de la receta de la Chipa como identidad innegablemente paraguaya; así también adelanta que se agregará como receta de la Reserva de la Biosfera de Itaipú.

El Chipa, termino guaraní, es un sabroso panecillo que se elabora a partir de la fécula de la mandioca o yuca, con queso del Paraguay y manteca, como parte de la herencia cultural de la cocina tradicional.

El tereré y el Chipa, por tanto, forman parte de la vida de los habitantes en las provincias del nordeste argentino y de los estados del sur de Brasil. Los tres vecinos, con un vínculo cultural muy fuerte desde épocas precolombinas, mantienen su identidad como salvaguarda.

Guaraní

Hay que insistir en ello, señala Ricardo Fleca, acerca de la preservación de las tradiciones, particularmente en la música, donde desarrolla un arduo y sostenido trabajo, para mantener viva su lengua originaria a través de las canciones”.

 

“Hay una filosofía detrás del idioma, una forma de expresión, de ver el mundo. Es una manera de conectarnos, que nosotros vamos perdiendo, sobre todo el contacto con la naturaleza que estamos destruyendo. Conexión importante para salvar el planeta”, expresa Ricardo Flecha.

Para el cantor paraguayo la tarea ha sido ardua, porque parte de su insistencia en preservar la tradición. Su participación en encuentros musicales en diversos países con los máximos referentes de la música del continente latinoamericano, como Mercedes Sosa, Rubén Blades y Víctor Heredia, lo ha llevado por el camino de cumplir su sueño. Cantar a Chico Buarque, Silvio Rodríguez, Danny Rivera y Víctor Heredia, entre otros, sus grandes éxitos traducidos al guaraní, en versiones de otro grande como Félix de Guarania.

Ricardo Flecha Hermosa, combate desde el canto, su compromiso social, político y democrático.

 “Ricardo Flecha se destacó desde muy joven por su exquisito timbre vocal en el grupo Juglares, un quinteto que tuvo gran prestigio y difusión en los duros años de resistencia cultural y musical a la dictadura Stronista. Luego conformó, con Chondy Paredes y el arpista Cesar Cataldo, el grupo Ñamandu y en la actualidad como solista sigue con sus destacadas presentaciones”, señala en su página web, la Dirección de Cultura y Turismo de Asunción.

La pandemia, quizá retuvo temporalmente la repercusión en vivo de una excelente obra creada para finales de 2019. Sin embargo, su resultado tiene valor perecedero y trascendental, al concebir la difusión de obras de importantes cantautores latinoamericanos, traducidas al guaraní. Tal es el caso de su último disco “Ricardo canta a Chico” Buarque de Holanda.

El disco fue presentado con mucho éxito en el Centro Cultural Paraguayo Americano, en noviembre de 2019, dedicado al 75 cumpleaños del gran compositor brasileño, escritor y músico del mundo, en una especie de portuñol-guaraní.

La magia sucede, gracias a la tarea de traducción a la lengua indígena de Mario Rubén Álvarez y del fallecido gran poeta Félix de Guarania, como las versiones del portugués al español de María Zulia Giménez, el propio Flecha y algunas traducciones ya clásicas del uruguayo Daniel Viglietti.

A cerca de ello, el cantautor argentino Víctor Heredia describe: "Maravilloso trabajo este que, antes que rescatar canciones, rescata la utopía, animal fantástico que alimenta lo humano, resplandor que mitiga oscuridades y engendra sueños de futuro. Aquí Chico Buarque, su música y poesía retoñan como nuevos, vuelven a perfumar desde la pasión y la ternura con que este cantor, imprescindible, nos regala".

Como si fuera poco, el nicaragüense Luis Enrique Mejía Godoy, ha creado los dibujos que adornan el disco.

Brasil guarda el archivo más importante de la lengua guaraní, esa llamada “a lingua geral”, la lengua general. Entonces, “Ricardo canta a Chico en clave guaraní”, es un homenaje lleno de respetuoso al acervo cultural latinoamericano. Aquí se podrán escuchar temas como Construção (Óga Apo), Apesar de vocé (Ndéramo jepe), O que será (Mba’enepa mba’e mba’e), Olhos nos olhos (Tesa tesa rovái) o Eu te amo (Rohayhu), entre otras.

 

Es un trabajo de toda la vida, dedicado a preservar la esencia de sus raíces y difundir la cultura de la América nuestra. Su precedente es el excelente “Canto de los Karai”, que contiene tres discos. El primero muy bien recibido, fue “Ricardo canta a Silvio”, Rodríguez, el inmenso cantautor cubano.

Banda sonora

La noticia da cuenta de que ambos artistas -Ricardo y Techi-  se reunieron con el ministro de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), Rubén Capdevila, para destacar la importancia del género musical propio y distintivo del Paraguay.

En la ocasión, Ricardo Flecha sostuvo que “la intención es que la misma se constituya en banda sonora del Paraguay, además de la conmemoración del centenario de la creación de la Guarania en el 2025”. “Buscan candidatar a la Guarania como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad”, dice el titular noticioso.

La Guarania, creada por José Asunción Flores en el año 1925, es el resultado de su búsqueda por un sonido que identificara el sentir del pueblo paraguayo. Así se conocieron las primeras guaranias: India, Mburicaó, Nde Rendápe ayú, Ñasaindype, Panambí Verá, Cholí, entre otras.

En este momento, “estamos argumentando la parte técnica y desarrollando actividades conjuntamente con la Secretaría Nacional de Cultura y la Sociedad Cultural Apurocanto”, señala en ese camino, Techi Cusmanich, desde la Coordinación General de Teatro Municipal Ignacio A Pabe, de Asunción.

Porque “a eso venimos los artistas, a preservar la cultura y hacernos felices”, dice Ricardo Flecha. Esa tradición es de los ancestros, que de alguna manera siguen vivos porque los cantamos, nos alimentamos con sus recetas enriquecidas, y bebemos de sus brebajes naturales. Como dice el verso del cantautor cubano, interpretado en guaraní por Flecha: “Por eso quiero que me perdonen, en este día, los muertos de mi felicidad”.


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