Lo que no se dice de la masacre en Tumaco, Colombia

El pasado 5 de octubre un grupo de campesinos que protestaban pacíficamente por la erradicación forzada de los cultivos ilícitos de coca en Tumaco, sureste de Colombia, fueron atacados por fuerzas de seguridad del Estado.

Mientras que el Gobierno sostiene que sólo murieron seis campesinos, los habitantes de la zona señalan que al menos diez de sus compañeros fueron masacrados, otros permanecen desaparecidos y más de 15 resultaron heridos. 

La versión preliminar ofrecida por las fuerzas de seguridad aseguraba que un grupo residual de las FARC era el responsable del ataque tras lanzar cilindros bombas tanto a las fuerzas públicas como a los manifestantes. 

Sin embargo, esta versión no concuerda con testimonios de los campesinos ni con los resultados de los exámenes forenses realizados a las víctimas. 

Wilson, un campesino de la zona entrevistado por la corresponsal de teleSUR, Lorena Hoyos, señaló que si la versión dada por las fuerzas de seguridad era cierta, todos estuvieran muertos. "Fue la misma policía la que nos comenzó a disparar".

Ovidio Ospina también señaló a la policía como los responsables de la masacre.  “La policía desaseguró los fusiles y comenzó a hacer ráfagas para abajo. La gente corría por todos lados, pero la gente caía. Un muchacho, a un compañero de nosotros, le pegaron un tiro en la espalda. Se fue a parar y le pegaron otro en la cabeza”.

El pasado sábado, médicos forenses de Medicina Legal determinaron que los cuerpos presentaron lesiones causadas por proyectiles de alta velocidad y los disparos fueron hechos a larga distancia. 

La Defensoría del Pueblo de Colombia determinó que miembros de la Policía Antinarcóticos serían los responsables del asesinato de los campesinos en Tumaco. En un informe detalló que los manifestantes denunciaron que fueron atacados con armas de fuego por miembros de la Policía Antinarcóticos. 

Denuncian modificación de escena del crimen

Campesinos de Tumaco también denunciaron que las fuerzas de seguridad plantaron falsas pruebas y modificaron la escena del crimen. 

“Acá donde ocurrió la masacre quedaron las balas en los árboles en los palos, y ayer (viernes) madrugaron a cortarlos y a pelar los tallos, borrando por donde pasaron los disparos”, declaró Gustavo, un campesino de la zona. 

Por su parte, el integrante de la misión de Verificación, Cristian Delgado, también cuestionó una de las versiones dadas sobre el estallido de un artefacto en el momento en que se hallaba un medio nacional en el lugar donde ocurrió la masacre.

"Justo cuando llega un medio de comunicación como lo es RCN se informa de que apareció un artefacto explosivo, justo cuando llega este medio lo graban y estalla. Lo que comunidad viene planteando es que ese artefacto explosivo no estaba en la zona, eso es algo plantado por las mismas autoridades”, explicó.

¿Qué dice el Gobierno?

El presidente Juan Manuel Santos se pronunció este lunes sobre la masacre en Tumaco y aunque sostuvo que mantendrá su postura frente a la lucha contra el narcotráfico, no mencionó el programa de sustitución voluntaria de cultivos ilícitos, que no ha avanzado en la zona, tal y como lo ha señalado el gobernador de Nariño, Camilo Romero.

La Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) reclamó al Gobierno por el incumplimiento de lo pactado en el Acuerdo de Paz de La Habana sobre la sustitución de cultivos ilícitos.

"Necesitamos unas investigaciones precisas para establecer responsabilidades porque eso no fue lo que se combinó en La Habana, sino la sustitución consensuada de los cultivos ilícitos y no la represión con bala y con gases", aseveró Iván Márquez en una rueda de prensa tras inscribir a la FARC como partido político.

Programas de sustitución de cultivos de uso ilícito

En el Acuerdo de Paz firmado entre el Gobierno de Colombia y la FARC en 2016, resalta que para la construcción de una paz estable y duradera es necesario, entre otros,” encontrar una solución definitiva al problema de las drogas ilícitas, incluyendo los cultivos de uso ilícito".

"La persistencia de los cultivos está ligada en parte a la existencia de condiciones de pobreza, marginalidad, débil presencia institucional, además de la existencia de organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico", destaca el documento.

Así como las comunidades tienen participación en la elaboración y ejecución de este proceso, como actores en la verificación de los mecanismos, atendiendo al problema de la tierra, la formalización de su tenencia y la preservación del medio ambiente, el Estado también debe garantizar los recursos de manera oportuna para la puesta en marcha del proyecto.