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    El 14 de abril de 2013 el pueblo venezolano ratificó su apoyo a la Revolución Bolivariana.

El 14 de abril de 2013 el pueblo venezolano eligió como su presidente al socialista Nicolás Maduro. Cinco días después, el calificado como "hijo de Chávez" se juramentó ante el Parlamento e inició un gobierno orientado a profundizar los logros sociales para las clases más necesitadas.

Triunfo revolucionario 

Un poco antes de la medianoche del lunes 15 de abril de 2013, la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, Tibisay Lucena, anunciaba que tras una jornada comicial de masiva participación, el pueblo venezolano había escogido como presidente para el período 2013-2019 al candidato socialista Nicolás Maduro.

Las elecciones se desarrollaron con normalidad pero en un ambiente tenso. El pueblo venezolano ya había acudido a las urnas en octubre de 2012 para ratificar la confianza al líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez. Pero luego de su pérdida física, había que garantizar si el proceso revolucionario continuaba o si el poder volvía a la ultraderecha que por tantos años radicalizó la crisis y las diferencias sociales.

El abanderado del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) logró la victoria con 7.505.338 de los votos escrutados, lo que representaba, para ese momento, el 50.66 por ciento del total, que ya era con tendencia irreversible.

Por su parte, el representante opositor de la autodenominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) Henrique Capriles consiguió el 49.07% de los votos, fracción que representaba 7.270.403 del total de sufragios.

 

Los datos otorgados por Lucena, la autoridad legítima en cuanto a asuntos comiciales, daban a Capriles su segunda derrota consecutiva en las únicas dos elecciones presidenciales a las que se ha postulado; y si bien es cierto que las cifras representaban un aumento de los votos hacia la oposición, la mayoría venezolana fue clara y apostó que la Revolución continuaba, esta vez de la mano del “hijo de Chávez”.

“Hoy podemos decir que tenemos un triunfo electoral justo, legal, constitucional, popular (...) Mañana lunes 15 de (abril) la vida y el trabajo continúan y ahora con más ahínco y amor por el gigante (Hugo Chávez) la construcción del Plan de la Patria entra en una nueva fase de aceleración y desarrollo”, dijo Maduro tras el triunfo. (Lea aquí el discurso completo)

El fatídico llamado a la "arrechera"

Una vez dicho los resultados, el pueblo socialista salió a celebrar. No obstante, Capriles, perdedor por segunda vez consecutiva en cinco meses, se negó a aceptar las cifras dadas por el CNE y, sin medir las consecuencias de lo que sucedería, utilizó la red social Twitter para llamar a sus seguidores a "descargar su arrechera (rabia muy intensa)" por lo sucedido.

“Descarguen toda esa arrechera”, en nombre de “la paz”, pidió Capriles a sus seguidores.

Asimismo, como fue habitual también durante su campaña electoral, Capriles mantuvo sus ataques contra el organismo comicial y en una entrevista concedida ese día al canal privado Globovisión, reiteró advertencias a Lucena.

“Presidenta (Tibisay Lucena) tiene que darse cuenta que decisiones erradas aumentan la conflictividad que existe hoy en el país. Usted tiene la responsabilidad de darle la cara a los venezolanos”, señaló.

Después de que Capriles hizo sus pronunciamientos se inició una oleada de violencia fascista contra el pueblo, contra liderazgos revolucionarios, así como también contra algunas políticas y logros de la Revolución Bolivariana.

Los hechos, todos condenados por el Gobierno Nacional y nunca asumidos por la oposición, dejaron como consecuencia muertes de hombres, mujeres, un niño y una niña; quienes estaban en la calle celebrando el triunfo del presidente electo.

Dos años de golpes continuos

Tomando en cuenta lo que pasó más adelante, el triunfo electoral fue probablemente una de las cosas más sencillas para Maduro; quien después de haber asumido el máximo cargo del Ejecutivo nacional ha tenido que enfrentarse casi a diario con innumerables ataques de la ultraderecha no solo en su contra, sino en contra del proceso socialista.

Tras la partida física de Chávez la ultraderecha se sintió fortalecida y confiaba que con Capriles volvería al poder, pero no tomó en cuenta la convicción revolucionaria del pueblo venezolano. Sin embargo, tras una intensa e inédita campaña que solo llevó a otra derrota, la frustración se exacerbó y se planificaron diversas vías antidemocraticas para derrocar al Gobierno legítimo.

EL DATO: Desde 2013 hasta la fecha, Nicolás Maduro ha denunciado una conspiración mediática en su contra, además de una intensa guerra económica y un plan para asesinarlo.

Vea aquí: Así se iba a ejecutar el plan golpista en Venezuela

El Presidente ha denunciado en varias oportunidades que la burguesía opositora venezolana está aliada con la ultraderecha internacional e incluso con terroristas residenciados en EE.UU.

La ausencia de Hugo Chávez y el golpe “suave”

Gobernando pese a todo

Ningún vocero gubernamental niega lo duras que pueden ser las consecuencias de cada intentona golpista, pero tampoco se rinden en su lucha.

Desde 2013 hasta acá la Revolución ha continuado sus avances en el incremento del gasto social, la reducción de la pobreza extrema, la lucha contra la desigualdad, el fortalecimiento de la democracia, incremento de la matrícula escolar, aumento de los servicios de salud, disminución de la desnutrición, reducción del desempleo, aumento del acceso a la tecnología, inclusión y aumento de la democracia.

A todo esto se suma el irrefutable apoyo internacional a la Revolución Bolivariana, manifestada tanto en organismos de integración como la ONU, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), el G77+ China, Petrocaribe y Caricom; como gobiernos fuera de América Latina y, tal vez lo más importante, el apoyo del pueblo que sigue fiel al legado de Chávez y en defensa del socialismo.

Vea aquí: Intelectuales debaten sobre injerencia de EE.UU. en Venezuela


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