Alianza mundial para poner fin al sida infantil para 2030

El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) ataca el sistema inmunitario y pude debilitar las defensas que son tan importantes contra muchas infecciones y ciertos tipos de cáncer, que pueden ser enfrentados más fácilmente por quienes cuentan con un sistema más fuerte.

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“La fase más avanzada de la infección por el VIH es el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) que, en ausencia de tratamiento y en función de la persona, puede tardar muchos años en manifestarse. Las personas con sida pueden contraer ciertos tipos de cáncer e infecciones o presentar otras manifestaciones clínicas crónicas de gravedad”, precisa la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su portal web.

De acuerdo con el ente, se ha calculado que, hasta finales de 2021, existían 38,4 millones de personas que vivían con el VIH, de los cuales más de 26 millones se encontraban en África.

Transmisión y síntomas del VIH

El VIH se transmite mediante el intercambio de fluidos corporales de la persona infectada, como la sangre, la leche materna, el semen o las secreciones vaginales. Además, puede ocurrir de la madre al hijo durante el embarazo y el parto.

 

Dependiendo de la etapa en la que esté, los síntomas pueden variar. “Aunque el máximo de infectividad se tiende a alcanzar en los primeros meses, muchos infectados ignoran que son portadores hasta fases más avanzadas”, aclara la OMS.

“A veces, en las primeras semanas posteriores al contagio, la persona no manifiesta ningún síntoma, mientras que en otras ocasiones presenta un cuadro pseudogripal con fiebre, cefalea, erupciones o dolor de garganta. A medida que la infección debilita el sistema inmunitario, la persona puede presentar otros signos y síntomas, como adenopatías, pérdida de peso, fiebre, diarrea y tos”, detalla el ente.

En caso de no tratarse esta infección, aumenta la posibilidad de aparición de enfermedades graves como la tuberculosis, la meningitis criptocócica, infecciones bacterianas graves o cánceres, entre ellos los linfomas o el sarcoma de Kaposi”.

Situación de niños y adolescentes con VIH

La directora ejecutiva del Programa de la Organización de las Naciones Unidas contra el VIH-SIDA (ONUSIDA), Winnie Byanyima, ha calificado como “un escándalo” la brecha existente con relación a la cobertura del tratamiento entre niños y adultos para enfrentar esta enfermedad.

Solo un 52 por ciento de niños en el mundo recibe el tratamiento necesario para salvar sus vidas, en comparación con el 76 por ciento de la población adulta afectada que puede acceder a los antirretrovíricos.

Cifras de ONUSIDA demuestran que 1,2 millones de niños y adolescentes portadores del VIH, hasta los 19 años de edad, no reciben tratamiento. De ese total, 800.000 son menores de entre los 0 y 14 años, mientras que el resto están entre los 15 y 19 años.

Agencias de ONU afirmaron que algunos de los factores que obstaculizan el acceso a las mujeres, adolescentes y niños a la atención necesaria son: el estigma, la discriminación, las leyes y políticas punitivas, la violencia y las desigualdades sociales.

Alianza por el fin del sida infantil

Ante esta situación que deben enfrentar, ONUSIDA, la OMS y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), junto con sus asociados, formaron una alianza mundial para garantizar ningún niño quede sin acceder al tratamiento correspondiente para finales de la década.

La Alianza Mundial para Poner Fin al Sida en los Niños para 2030 se presentó en la Conferencia Internacional sobre el SIDA, celebrada en Montreal, Canadá.

Entre sus pilares para la acción colectiva está cerrar la brecha del acceso al tratamiento para todas las adolescentes y mujeres embarazadas o lactantes, portadoras del VIH.

Se suma el prevenir y detectar nuevas infecciones de VIH entre este sector; garantizar el acceso a las pruebas de diagnóstico, el tratamiento y atención integral para los menores con VIH o expuestos; y promover los derechos a la salud e igualdad de género, eliminando las barreras que dificultan la posibilidad de contar con los servicios.

Sobre esta iniciativa, la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell, afirmó que “la puesta en marcha de la Alianza Mundial para Poner Fin al Sida en los Niños es un importante paso adelante y Unicef se compromete a trabajar junto a todos nuestros asociados para lograr un futuro sin sida”. 

Por su parte, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, expuso que ningún niño “debe nacer o crecer con VIH, y ningún niño con VIH debe quedar sin tratamiento”, calificando la falta de terapias como “una macha en la conciencia colectiva”.

El funcionario también destacó que “la alianza es una oportunidad para renovar nuestro compromiso con los niños y sus familias para unirnos, hablar y actuar con propósito y en solidaridad con todas las madres, niños y adolescentes”.

Entre los países que conforman la primera fase de la iniciativa están: Angola, Camerún, Costa de Marfil, República Democrática del Congo, Kenia, Mozambique, Nigeria, Sudáfrica, Tanzania, Uganda, Zambia y Zimbabue.

Para la directora ejecutiva del ONUSIDA, esta alianza representa una posibilidad de ganar la batalla contra la enfermedad en los niños, pero para ello es necesario que haya unión en la lucha.

“Al reunir nuevos medicamentos mejorados, nuevo compromiso político y activismo decidido de las comunidades, podemos ser la generación que acabe con el sida en los niños”, fueron las palabras de Byanyima.