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Un ataque aéreo de EE.UU. a un puesto de control de Afganistán

Un ataque aéreo de EE.UU. a un puesto de control de Afganistán | Foto: Reuters

Publicado 2 noviembre 2015



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Es ésta suposición errónea la que conduce al pensamiento mágico acerca de lo que Occidente puede hacer en los países que bombardea.

Sólo unos días antes del 14 aniversario de la invasión y ocupación de Afganistán, aviones estadounidenses bombardearon un hospital administrado por la organización internacional muy creíble y competente, Médicos Sin Fronteras, en el norte del país, en la ciudad de Kunduz.

El bombardeo fue, al parecer, solicitado por el Gobierno Afgano, que había perdido la ciudad a manos de los Talibanes y cuyo contra-ataque inicial había fracasado.

Catorce años antes, la invasión estadounidense de 2001 tenía el objetivo explícito de un cambio de régimen, deshacerse de los Talibanes. Catorce años y miles de vidas más tarde, los Talibanes siguen aquí, y todavía son capaces de tomar una ciudad bien fuera de su zona tradicional de influencia en el sur.

Hay muchas causas de este fracaso. Ahmed Rashid escribió en su libro "Descent inCaos", sobre la “Operation Evil Airlift”, en la que se permitió escapar a los jefes pakistaníes de los talibanes a Pakistán en 2001. La gente que controla a los Talibanes regresó a Pakistán, mientras que miles de civiles perecieron bajo las bombas.

Pero más importante que el hecho de que los Talibanes se dispersaron a Pakistán para regresar y luchar otro día, fue el hecho de que cuando la OTAN expulsó a los Talibanes, instalaron a sus oponentes: los “señores de la guerra” que eran tan misóginos y violentos como los Talibanes.

Esa realidad ha cambiado muy lenta y parcialmente a pesar de varias elecciones desde 2001: los altos cargos y los cargos de elección todavía están controlados por los señores de la guerra y el creado ejército afgano de ocupación que comparte muchos de los problemas de corrupción con el ejército iraquí creado por los EE.UU, más o menos al mismo tiempo y en la misma forma. Es un ejército más eficiente en enriquecer a sus comandantes que en defender la soberanía del país.

2001, el año en que los EE.UU invadieron, es un año clave para Afganistán, pero no fue el comienzo de los horrores que Afganistán había estado viviendo. Las guerras de la década de 1980, como la coalición estadounidense-saudí-pakistaní que vertieron cada vez más inversiones en grupos de combatientes que luchaban contra el régimen apoyado por Rusia, fueron decisivas. Una vez que esos combatientes lograron un cambio de régimen en 1992, pasaron la próxima década luchando entre sí y completaron la destrucción del país. Los Talibanes habían establecido un control inestable sobre la mayor parte del país cuando los EE.UU. loinvadieron en 2001.

Hoy en día, los EE.UU, Israel, el Reino Saudí, Turquía y algunos otros países siguen invirtiendo cada vez más en grupos de combatientes (algunos son los mismos grupos que lucharon en Afganistán, entre ellos al-Qaida) que tratan de derrocar al régimen en Siria. Hay muchas razones para creer que si el cambio de régimen tiene éxito, los ganadores serán al-Qaida y el grupo Estado Islámico. Ya sea que luego luchen entre sí como lo hicieron los muy ahidines afganos, o consolidenal Estado Islámico en Siria, Irak, y más allá, ellos también van a completar la destrucción del país.

En pocas décadas estaremos viendo las imágenes de Siria de la década de 1990 y principios de 2000 y será una Siria completamente irreconocible, al igual que fotos de Afganistán de los años 1960 y 1970 son irreconocibles hoy.

Antes de la invasión de Irak en 2003, el New York Times famosamente llamó a la opinión pública mundial la "segunda superpotencia". Pero el movimiento contra la guerra fracasó y no se ha recuperado. El principio anti-guerra se ha debilitado entre los progresistas, ha sido reemplazado por un apoyo limitado a la intervención Occidental en casos específicos, donde las bombas podrían ser capaces de hacer algo bueno. Numerosas voces progresistas que se esperaba tomen una postura anti-guerra apoyaron el bombardeo y el cambio de régimen en Libia en 2011 y hoy continúan apoyando el cambio de régimen en Siria. Algunos incluso citan el caso de Libia como una historia de éxito.

He visto a escritores que respeto discutir o tuitear eso, debido a que en Siria han habido muchas más muertes y refugiados que en Libia 2011, el derrocamiento de Assad (el "cómo" de este derrocamiento permanece sin especificar) habría impedido la crisis de refugiados. El contra hecho también  se presenta: dicen que sin un cambio de régimen en Libia en 2011, Libia habría producido una crisis de refugiados de la misma magnitud que la que ahora tiene Siria.

He leído a otros escritores progresistas argumentando que "los poderes del mundo", debían haber trazado una "línea roja" a Assad mucho antes de lo que hicieron, y si lo habrían hecho, de nuevo, la crisis de Siria habría sido evitada..

El problema con este análisis es la creencia de que el régimen de Siria existe por el capricho de las "potencias del mundo", que estos "poderes del mundo", podrían, una vez que se estableció la "línea roja", pulsar un botón e intercambiar el régimen de Assad por un régimen democrático que respeta los derechos humanos. Es esta suposición errónea la que conduce al pensamiento mágico de lo que Occidente puede hacer en los países que bombardea.

Vijay Prashad ha argumentado que el régimen libio ya se derrumbaba cuando las bombas de la OTAN llegaron a acabar con él. Los grupos armados de Libia, a los que la OTAN prestó la fuerza aérea, cometieron masacres después de sus victorias en Sirte y en otras partes. Estos grupos armados siguen siendo una preocupación constante, como lo sabe EE.UU.Han habido muchas consecuencias locales e internacionales por lo que pasó en Libia en 2011. Una de ellas fue que potencias extranjeras no de Occidente, especialmente Rusia, vieron cómo el apoyo occidental a "rebeldes moderados" dio lugar a un cambio de régimen.

El régimen de Siria no se derrumbaba cuando Occidente comenzó a apoyar a los rebeldes. Siria,no es Libia. Pero no por falta de intentos por parte de Occidente, Arabia, Israel y sus aliados turcos. El cambio de régimen ha sido su meta, pero sólo el caos ha sido el resultado. Hay una lección que aprender en estas décadas de cambio de régimen. Doce años desde la invasión de Irak, 25 desde la primera guerra de Estados Unidos contra Irak. Catorce años desde la invasión de Afganistán, 35 desde el respaldo Occidental a los muy ahidines afganos. Los resultados: el grupo Estado Islámico y los Talibanes controlando áreas no-desarrolladas, zonas devastadas, gobiernos corruptos que extraen la riqueza del resto del país, los EE.UU en ocasiones sobrevolando y bombardeando algo - una boda aquí, un hospital allá. Si Libia se ve diferente en una o dos décadas - lo que está lejos de ser cierto - será, a pesar de las bombas de la OTAN, no a causa de ellas.

A las personas que no les gustan estos resultados no deben poner su fe en estos medios. Las bombas de Occidente son instrumentos del caos.


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