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El hecho de que ella apareció en la Asamblea Nacional, controlada por una oposición deprimida después del fracaso del fin de semana pasada, subraya su caracter como reportera de “tomar partido” en la crisis de Venezuela.
La periodista sueca Annika Hernroth-Rothstein que colabora con medios israelitas como Jerusalén Post y un portal sueco corre el peligro de ser expulsado de Venezuela por la violación de los principios cómo debe actuar un periodista en el extranjero. Ella apareció ayer en la Asamblea Nacional suspendida, donde confirmó durante siete minutos de intervención que ella es lo que las lenguas de los periodistas suelen calificar como “un representante plantado”, es decir, una herramienta barata para que usada en contra, en este caso a Venezuela.
Conociendo el Manual de la Guerra Psicológica, Annika Hernroth-Rothstein será utilizado como “la fuente” de los medios de comunicación, los políticos y los gobiernos que ven en Juan Guaidó, el presidente legítimo de Venezuela.
El hilo rojo en sus declaraciones [1] en la Asamblea Nacional en desacato fueron, que los “Colectivos” del partido de gobierno, es decir, los grupos de autodefensa formados en los estados de frontera como Táchira y Barinas, donde combaten al tráfico de contrabando generalizado retuvieron a ella, su chofer e intérprete (ni siquiera sabe español y ha estado en Venezuela durante el mes de febrero como enviada especial para el sitio web titulado “Ledarsidorna.se”). Justamente en esa región operan grupos paramilitares de Colombia en alianza con sus amigos políticos de la oposición venezolana y la mafia colombo-venezolana. Ella sostuvo de haber sido despojados de todas sus pertenencias a lo que en su Twitter ella llamó “Guerrillas de Maduro”. Dice que uno de los individuos le dio una bofetada en la cara porque no había entregado su chaleco antibala con la suficiente rapidez.
EN EL MENCIONADO TWITTER publicado el 24 de febrero escribió que había sido retenida durante dos horas. En la Asamblea Nacional dijo que era 30 minutos. Ella no se rindió ninguna prueba de daño o informes médicos o policiales escritos. Sólo existen sus palabras lo que sucedió en el campo de Ureña en el estado de Táchira, controlado por la oposición y donde los enmascarados partidarios de la oposición comenzaron la violencia durante 48 horas los días 23-24 de febrero. Dos autobuses fueron encendidas por los terroristas. Sobre ese acontecimiento la periodista sueca no dijo o escribió una sola palabra en su declaración ante los diputados opositores.
El hecho de que ella apareció en la Asamblea Nacional, controlada por una oposición deprimida después del fracaso del fin de semana pasada, subraya su caracter como reportera de “tomar partido” en la crisis de Venezuela. ¿Qué hubiera pasado si la periodista sueca Annika Hernroth-Rothstein habría actuado igual en cualquier otro país del mundo? Obviamente ella está buscando provocar al gobierno para que este la manda deportada de Venezuela, lo que le daría una corona de mártir en los medios de comunicación internacionales.
YA EL 10 DE FEBRERO DE ESTE AÑO dio un anticipo de lo que ella piensa sobre el gobierno de Venezuela:
”. . . Siento odio genuino por este régimen y los que ayudaron a construir un mito que ahora está matando lentamente a estos niños. Porque esto es genocidio, y nada más, lo puedo ver ahora. Decenas de miles de niños mueren en nombre del socialismo y nadie se molestó a llorar en sus tumbas sin nombre”. [1]
Ella escribió sus acusaciones contra el gobierno Bolivariano con motivo de una visita a la fundación Fundana en Caracas, un orfanato privado para niños de 0-6 años, abandonados o entregados al orfanato. Pero terminó en una opinión subjetiva sobre el gobierno de Maduro que un intento serio de reflejar las perspectivas de futuro para los niños venezolanos.
Pero la declaración contra el gobierno venezolano el 10 de febrero, llena de odio y ahora su prominente aparición en la Asamblea Nacional golpista da una imagen de la verdadera tarea e intención de Annika Hernroth-Rothstein durante su estancia en Venezuela.
En el texto del 10 de febrero no existe una sola letra sobre la mortalidad infantil sino más un ataque frontal a un gobierno/sistema político/económico que dizque mata en decenas de miles sistemáticamente a los más pequeños en Venezuela. Pero si la doña Annika Hernroth-Rothstein había abierto el libro del resumen anual sobre diferentes temas del mundo, editado por la CIA, había podido constatar que la Cuba socialista tiene las tasas de mortalidad infantil más bajas en las Américas, incluyendo Estados Unidos y Canadá, mientras que Venezuela se encuentra en la cuarta posición con la tasa de mortalidad infantil más baja en Suramérica, solo Uruguay, Chile y Argentina tienen menor mortalidad infantil.
Sus amigos políticos en Colombia y Perú, ambos miembros del Cártel de Lima registraron mortalidad infantil más alta que Venezuela que, a pesar que está sujeta a una guerra económica por los EE.UU. y la UE que no tiene comparación histórica en América Latina, mantiene la tasa alrededor de 12,2 por cada mil niños menores de un año. Colombia registra 13,8. Si se busca en Google encontrarás una gran cantidad de videos de niños en Colombia, Chile, Perú o Brasil en busca de comida en los rellenos sanitarios gigantes.
LA WIKIPEDIA [3] DESCRIBE Annika Hernroth-Rothstein como de pura sangre sionista, que ni siquiera come la comida sueca sino importa sus alimentos coser de Bélgica. Parece ser una persona que ve su papel a través el periodismo como soldado en la lucha contra el antisemitismo y al servicio al estado sionista.
Quizás es así que debemos interpretar su actuación en Venezuela, vemos su odio a un gobierno que es amigo consecuente a la lucha del pueblo de Palestina por su Liberación de las garras del Estado sionista genocida, que cada tres días mata a un niño palestino.
[1] https://youtu.be/WdYrp_9FvuQ
[2] https://ledarsidorna.se/2019/02/rosa-vi-kan-aldrig-saga-att-vi-inte-visste/
[3] https://en.wikipedia.org/wiki/Annika_Hernroth-Rothstein
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