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La manifestante Annette McCoy canta con otros miembros de un coro en un puente que conduce al Aeropuerto de La Guardia durante una marcha de protesta en Nueva York, 15 de enero de 2015

La manifestante Annette McCoy canta con otros miembros de un coro en un puente que conduce al Aeropuerto de La Guardia durante una marcha de protesta en Nueva York, 15 de enero de 2015 | Foto: Reuters

Publicado 24 febrero 2015



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Si bien tenemos que reorganizar nuestros amigos que se han alejado, o aquellos que siguen luchando, pero sin una estrategia para la victoria, es imperativo que nosotros también participemos en segmentos de la sociedad que nunca han sido organizados en torno a estas cuestiones.

 

Como siempre, muchas cosas suceden en el mundo, y muchas, específicamente, con relación al imperio Estadounidense. Un rápido vistazo al periódico de la mañana o al noticiero de la noche y, sin duda, uno se encontrará con historias referentes a ISIS, informes de tortura, programas de vigilancia de la NSA, Libia, Yemen, Venezuela, y así sucesivamente.

En honor a la verdad, sin embargo, una buena parte de los estadounidenses no pueden encontrar a muchos de estos países en un mapa y no entienden los matices del espionaje de la NSA, eso, si saben lo que es la NSA es en absoluto.

No son "demasiado tontos" para averiguarlo. No saben, porque cuarenta años de educación neoliberal y las dosis constantes de los medios de comunicación, han dejado a muchos estadounidenses, pobres y de la clase obrera, con una inadecuada comprensión del mundo que les rodea. Además, muchos estadounidenses, de la clase obrera y pobres, están simplemente sobreviviendo, trabajando varios empleos, mientras soportan niveles de violencia y drogadicción no vistos en otras naciones industriales, por no hablar de la deuda de préstamos estudiantiles, las tasas de condena, y así sucesivamente.

Como señaló Sarah Lazare recientemente, hay un montón de grupos, desde los trabajadores petroleros en Irak a las feministas en Siria, que están organizándose para las reformas progresistas y el cambio revolucionario en el Oriente Medio. Sin duda, muchos de estos grupos están luchando una batalla cuesta arriba. Sin embargo, como Sarah nos recuerda, es nuestra responsabilidad como izquierdistas, organizadores, activistas, etc., el reconstruir el movimiento contra la guerra en los EE.UU.

Aquí, sin embargo, no sólo creo que debemos hacer una corrección semántica, sino también una parte teórica y otra práctica, a saber, la redefinición del movimiento como, anti- Imperio-Estadounidense. Cambiando la frase "contra la guerra" por "anti- Imperio Estadounidense" nos permite comprender adecuadamente por lo que estamos luchando y lo que queremos.

No queremos un mundo donde los EE.UU. todavía mantengan 1.000 bases militares en todo el planeta, agencias internacionales de espionaje, campañas de tortura y la capacidad de librar más guerras económicas, y menos guerras terrestres y bombardeos. Queremos un mundo sin ninguna de estas cosas.

Constantemente escuchamos frases como "guerra sin fin" o "guerra perpetua", cuando, en la realidad, los EE.UU. han estado en guerra desde su inicio, como David Swanson brillantemente documenta en su trabajo del 2010, “La Guerra es Una Mentira” (http://davidswanson.org/warisalie). Debemos tener claro este hecho porque la gente a menudo se confunde, pensando que la guerra del Golfo y Vietnam fueron las dos últimas veces que los EE.UU emprendieron una guerra antes de las invasiones post-9/11 de Afganistán e Irak.

Es evidente que debemos educar a los ciudadanos sobre lo que está sucediendo ahora, y al mismo tiempo proporcionar un contexto histórico con el fin de ayudar a la gente a entender que el Imperio Estadounidense ha estado en marcha desde hace varios siglos. Por supuesto, esto no es tarea fácil.

Al mismo tiempo, hay que animar a la gente a tomar acciones valientes. Sabemos que este tipo de acciones son nuestra única esperanza de poner fin a este Imperio. Sin embargo, si se va a trabajar, esas acciones deben tener un carácter estratégico y apoyo de una gran parte de la opinión pública Estadounidense.
Desafiando la Historia de EE.UU.

Obviamente, una de nuestras tareas es la de reeducar a la gente acerca de la historia de EEUU. En este sentido, sería útil tener maestros de escuela y profesores de universidad de izquierda-progresiva, que estuvieran dispuestos a dictar clases a la comunidad de forma gratuita, la educación de los ciudadanos en la tradición de Howard Zinn, de contar la historia de "abajo hacia arriba", se centra en los movimientos sociales y activistas que participaron y ganaron luchas anteriores.

Además, también necesitaremos de aquellos educadores que vuelvan a enseñar la llamada historia "benigna" del imperio de Estados Unidos, o la idea de que era estadounidense. El "Destino Manifiesto" y el "excepcionalismo" que allanó el camino para la dominación estadounidense en el extranjero. Aquí, es esencial conectar a la gente con los Pueblos Indígenas, los movimientos de liberación Negros y Latinoamericanos, tres grupos que, sin duda, conocen de primera mano, la realidad de la agresión Estadounidense.

Además, creo que sería útil restablecer el diálogo con organizaciones de veteranos anti-imperio. Los Veteranos por la Paz del Reino Unido han sido muy activos, sosteniendo rutinariamente eventos públicos y protestas. En los EE.UU, los Veteranos por la Paz y Veteranos de Irak Contra la Guerra aún existen, pero no son tan visibles como alguna vez lo fueron. Para ser justos, estos grupos no operan en el vacío. Sin un movimiento contra la guerra vibrante, las organizaciones de veteranos contra la guerra y sus aliados están limitados en lo que pueden lograr.

Sin embargo, la inyección de esta perspectiva es esencial, ya que, de nuevo, nos permite reeducar a la gente sobre la historia del Imperio Estadounidense. Los ciudadanos se sorprenden comúnmente al escuchar las perspectivas de los miembros de VFP e IVAW. Tales historias van contra la corriente y desafían las percepciones y las ideologías que rodean a los veteranos, la guerra y la maquinaria-militar estadounidense.

Mi amigo, el profesor Kim Scipes, me dijo recientemente, "Vince, si los Estadounidenses comprendieran la verdadera historia de Vietnam, no hay manera de que el gobierno de Estados Unidos podría convencer al público de que el ejército está proporcionando estabilidad en el extranjero" Es cierto que una vez que los Estadounidenses entiendan la historia genocida de Expansión-Colonialista, el Imperialismo de América Latina, la esclavitud Afroamericana y el Neocolonialismo post-Segunda Guerra Mundial, será mucho más fácil para ellos el procesar lo que está sucediendo en todo el mundo hoy en día.

¿Qué pasa con los imperios?

Recuerdo que cuando yo estaba empezando a procesar la información sobre la guerra en Irak. Mis experiencias personales ayudaron a mi comprensión intelectual, pero una vez que comencé a tomar cursos de historia en la universidad, sentí como el velo fue levantado. Para mí, leer sobre la historia de la civilización Occidental, los imperios, el colonialismo y el imperialismo, pusieron mis experiencias personales y conocimientos sobre la guerra en Irak en un contexto mucho más amplio. Empecé a entender nuestro lugar en la historia.

Este proceso de aprendizaje me ayudó a poner los acontecimientos actuales en su contexto histórico. En otras palabras, vi la continuidad entre los imperios anteriores y el Imperio Estadounidense. En este punto, no había manera que políticos estadounidenses o medios de comunicación me pudieran convencer de que estábamos bombardeando Libia para "ayudar a los civiles" o permanecer en Afganistán para "ayudar a las mujeres" y "construir democracia."

Como resultado, aprendí que los EE.UU era sólo otro Imperio, un Imperio que eventualmente se romperá, de una manera u otra. Los dos modelos que con los que estoy más familiarizado son el Imperio Británico de la post-Segunda Guerra Mundial  y el final del Imperio Romano. Mi primera exposición a estas historias vino de leer la trilogía de libros de Chalmers Johnson sobre el imperio estadounidense: Blowback, Sorrows of Empire and Nemesis. (http://www.americanempireproject.com/johnson/index.asp)

Básicamente, tenemos dos opciones, según Johnson: 1) El Imperio estadounidense puede seguir intentando dominar al resto del mundo, eventualmente sin lograrlo, por tener un alcance excesivo y que algunos dicen que ya ha ocurrido, llevándolo a su decadencia, colapso y violencia gratuita, o 2) el Imperio de los EEUU puede disimular democráticamente, por los movimientos de gente de la clase trabajadora y los pobres que presionan al gobierno para hacerlo.

En mi pensamiento, los movimientos futuros deben hacer dos cosas: a) construir organizaciones que puedan participar efectivamente en las acciones directas, lo que dificulta la capacidad del Estado para mantener y operar el Imperio, y, b) crear partidos políticos y coaliciones lo suficientemente grandes como para capturar grandes sectores del Estado, con el fin de redirigir fondos, personal, mecanismos, etc.

Construyendo Agenda

Debemos recordarle a la gente de su agenda y poder. Claro, muchas personas tienen empleos de poca autoridad y alienantes posiciones en la sociedad, y así sucesivamente. Sin embargo, también tienen poder.

Incluso los trabajos más serviles contienen un cierto nivel de poder. Por ejemplo, los empleados de mantenimiento que trabajan en los edificios Lockheed Martin también pueden cerrar los edificios. Ellos solo necesitan que se les recuerde esto. Lo mismo ocurre con los trabajadores de los puertos, los conductores de camiones y trabajadores del ferrocarril. Tienen un poder tremendo. Obviamente, este tipo de acciones llevarán un largo tiempo para organizar, pero se debe hablar de ellos ahora.

Ese tipo de acciones permiten que la gente verdaderamente "tome el poder" y expresen su "Agenda". La gente se cansa rápidamente de campañas de petición y protestas. Creo que uno de los errores que cometemos como organizadores y activistas es asumir que las personas no están interesadas ​​en las acciones más radicales, ya que no han participado en el pasado.

A veces, la gente se radicaliza rápidamente, como fue el caso de Ferguson y Occupy. Pero en lugar de las explosiones esporádicas de la acción directa y el radicalismo, necesitamos maniobras estratégicas y planes a largo plazo, destinadas a desmantelar las palancas del poder y las entidades que apuntalan el Imperio Estadounidense.

Ellos están participando en las acciones contra varias empresas, en forma de bloqueos

En Australia, mis amigos, los Activistas Denunciantes y La Alianza Ciudadana están llevando a cabo una campaña dirigida a los fabricantes de armas, y recientemente cerraron un edificio de Lockheed Martin, que ocupa el techo de uno de sus edificios. De hecho, ellos están participando en las acciones contra varias empresas, en forma de bloqueos, actos de campañas públicas de desobediencia y de propaganda civil. El Movimiento Anti-Imperio Estadounidense, dentro del país, sería excelente si se puede conectar con nuestros amigos en el extranjero, como Sarah Lazare menciona en su ensayo.

¿Cómo podemos coordinar mejor la solidaridad internacional? Esa es una pregunta que todos debemos hacernos y tratar de responder. Debemos utilizar todos nuestros recursos para ponerlos constantemente en contacto con aquellos que conocemos en el extranjero. Cuantas más conexiones y comunicaciones, mejor.

Sin lugar a dudas, en los EE.UU, habrá contradicciones con las que tendremos que trabajar fuertemente. Por ejemplo, como Chalmers Johnson también escribió, el sistema estadounidense depende de lo que él llama "keynesianismo militar", o, lo que el presidente Dwight D. Eisenhower llamó el "complejo militar-industrial". En resumen, si vamos a desmantelar el Imperio Estadounidense, debemos también entender que muchos millones de estadounidenses trabajan en industrias que se benefician del statu quo.

Y, como Nick Turse señaló en su libro del 2008, “The Complex” (http://www.amazon.com/The-Complex-Military-Everyday-American/dp/0805078967) Organizaciones anti-Imperio Estadounidenses deben agudizar nuestra crítica del Complejo Militar Industrial, ya que no son sólo los fabricantes de armas los que se benefician de un insaciable Pentágono, son también los restaurantes, las empresas de pasta de dientes, las gafas de sol Oakley, Sony Pictures, etc.

Hacer entender a esta gente que nadie se beneficia con el status quo al largo plazo, no va a ser una tarea fácil. Pero creo que hay un montón de oportunidades, ya que no tengo duda de que la gran mayoría de científicos, biólogos, ingenieros, matemáticos y programadores que trabajan para el Complejo Industrial Militar prefieren concentrar sus energías en un trabajo más productivo y útil. Por supuesto, otros no, pero ellos no son nuestra prioridad.

El Largo Camino Por Delante

En este momento, el Imperio Estadounidense tiene muchos frentes: planear golpes de Estado en Venezuela, una diplomacia de mano dura en Cuba, acciones militares diarias en África, una nueva Guerra Fría en Ucrania, el aumentar su capacidad en Australia, contener a China (Asia Pivot de Obama), luchar, bombardear, torturar y subvertir la democracia en Siria, Irak, Afganistán, Pakistán, Palestina, y en otros lugares. Sin embargo, todo esto se hace mucho más fácil de entender y procesar si se mira a través del alcance del Imperio Estadounidense.

Los que ya están al tanto y participan, deben seguir educando a sus amigos, compañeros de trabajo y familiares sobre el Imperio Estadounidense, presionar a sus representantes, organizar mítines y participar en acciones directas. Sin embargo, incluso en el apogeo de las actividades contra la guerra en la era moderna, básicamente del 2003-2008, el movimiento parecía pequeño, fragmentado y desconectado de las luchas nacionales y de las campañas relacionadas con los derechos de los trabajadores, el medio ambiente y así sucesivamente.

Rutinariamente, yo hacía el viaje a Chicago, para participar en un evento, sólo para volver a casa 45 millas al este para encontrarme con comunidades enteras que no estaban involucradas, conscientes u organizadas. Me golpeó, como lo hace ahora, que nuestro movimiento a menudo opera en una burbuja, totalmente separado de la sociedad regular.
Para cambiar esto, debemos coordinar y movilizar a los activistas del Movimiento anti-Imperio Estadounidense que no se "fueron a casa" cuando ganó Obama. Como han comentado otros, todavía hay un montón de nosotros por todos lados.

Sin embargo, hemos fallado terriblemente en la construcción de instituciones, organizaciones y coaliciones duraderas. Por otra parte, muchos de los grupos anti- Imperio existentes, están vinculados a organizaciones sectarias que son más un obstáculo que una ayuda. Pero al mismo tiempo, están ahí fuera,  organizando, por más ineficaces que sean. Ya en 2013, durante el debate en torno a si los EE.UU. debían bombardear o no Siria, muchos de los grupos que se encontraban en la calle estaban conectados con organizaciones políticas que tienen políticas terribles.

Esto quedó claro cuando un amigo y yo fuimos a una reunión en Chicago, sólo para que uno de los manifestantes nos pase una bandera Siria, mientras decía: "De pie, con Assad contra Occidente!" Una vez más, gran parte de esto se remonta a la falta de educación en el movimiento, y la incapacidad de conectarse e identificarse con los movimientos en el extranjero que están luchando por cambios progresivos. Este manifestante en particular, probablemente no entendía que podía criticar simultáneamente a Assad y al Imperialismo Occidental, ese es nuestro trabajo, enseñarle.

Educar a los ciudadanos Estadounidenses sobre la historia del imperio de Estados Unidos, la historia de los imperios y las estrategias exitosas para acabar con el Imperio de Occidente, sin duda, será difícil. Nosotros, al igual que el Imperio Estadounidense, tenemos muchos frentes en que participar. Si bien hay que reorganizar a nuestros amigos que se han alejado, o a aquellos que siguen luchando, pero sin una estrategia para la victoria, es imperativo que nosotros también participemos en segmentos de la sociedad que nunca han sido organizados en torno a estos asuntos.

Creo que, mientras más personas escriban sobre lo que hay que hacer y cómo hacerlo, podemos involucrar a más gente con los movimientos que buscan poner fin al Imperio Estadounidense. Mis amigos a menudo preguntan: "¿Qué puedo hacer al respecto?" Debemos tener respuestas, y respuestas que no son fáciles, sino respuestas informadas, efectivas y sugerencias.

**Vincent Emanuele  es un escritor, activista y periodista de radio. Vive y trabaja en el Rust Belt. Puede ser contactado en vince.emanuele@ivaw.org


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