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En diferentes partes del mundo las personalidades reconocidas y la población civil ha expresado sus consternación por este trágico hecho.

En diferentes partes del mundo las personalidades reconocidas y la población civil ha expresado sus consternación por este trágico hecho. | Foto: EFE

Publicado 8 diciembre 2015



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La "política de caos controlado" de Occidente en Siria, significa protección del poder al grupo Estado Islámico y allanar el camino para posibles masacres.

La horrible masacre de París presuntamente cometida por militantes del grupo Estado Islámico (ES) de inmediato subieron a la cima de la agenda internacional. Las potencias Occidentales, en particular los EE.UU. y Francia, declararon que la restricción de funcionamiento del dominio del Estado Islámico y, posteriormente, su destrucción general eran sus objetos principales. Por lo tanto, inmediatamente después de la masacre de París aviones de combate franceses bombardearon Al-Raqqa, la llamada capital del Estado Islámico en Siria.

El primer punto de discusión, que se adelantó en los medios de comunicación en relación con la guerra contra el IS fue la siguiente: "¿Existe la posibilidad de que la coalición internacional liderada por los EE.UU. pueda infligir graves golpes a la organización terrorista solamente con ataques por aire"? Muchos comentaristas creen que no: Los miembros de la coalición no fueron capaces de dañar de manera efectiva a ISIS en zonas residenciales como Al-Raqqa, al menos que se arriesguen a un número muy alto de víctimas civiles.

Creo que esta línea de discusión sirve para encubrir realidades fundamentales sobre el terreno, reduciendo el asunto de la lucha contra IS a tácticas meramente militares. Las potencias occidentales, en particular los EE.UU., tienen dos aliados "importantes", que han estado apoyando a IS desde el comienzo de la guerra civil de Siria: Turquía y Arabia Saudita. Curiosamente los roles indirectos de estos dos países en las masacres de Líbano y París no han sido cuestionados.
Arabia Saudita ha asumido un papel importante en la promoción y divulgación del salafismo en todo el Medio Oriente y en el patrocinio de organizaciones terroristas yihadistas. El hecho de que Arabia Saudita ha sido tolerada por Occidente a pesar de su apoyo al salafismo es porque Arabia Saudita actuó como una especie de "escudo", en línea con los intereses occidentales, en contra de la influencia Irán-chií en la región y ha sido uno de los principales clientes de la industria de armas de Estados Unidos.

Turquía es un complemento perfecto para Arabia Saudita. El gobierno turco ha hecho sus mejores esfuerzos para que el PYD / YPG sea incluido en la lista de organizaciones terroristas antes de la masacre de Paris. Uno de los primeros movimientos de Turquía era evitar que el YPG extienda sus operaciones al oeste del río Éufrates, cuando la política de guerra fue restaurada con el objetivo de limitar las ganancias de los kurdos. Así Turquía impidió que el YPG / YPJ pueda repeler a ISIS de Jarabulus. Mientras que el PYD controla la mayor parte de la frontera turco-siria, Turquía apoya a ISIS en mantener el control en 90 kilómetros de la frontera que se extiende desde Jarabulus a Afrin. ¿Por qué? Por supuesto, su objetivo era ayudar a ISIS a mantener su relación con el mundo, permitiendo que candidatos militantes sean parte de IS, y probablemente para continuar con el suministro de municiones.

¿Cuál es el significado de la denominada operación 'limpieza' de Estados Unidos y Turquía para eliminar a ISIS de la línea Jarabulus-Azez?

La política pro-IS de Turquía se hizo insostenible después de que Occidente estableció la coalición anti-IS y comenzó a bombardear sus objetivos. Poco después de las elecciones del 7 de junio, el Gobierno turco tenía como objetivo matar dos pájaros de un tiro al ser parte de la coalición contra IS. Como resultado, Turquía se aseguró el apoyo Occidental terminando el período de alto el fuego en el país, y ha ganado terreno "legítimo" alnegociar sus planes para derrocar a Assad y restringir al Kurdistán sirio por medio de organizaciones salafistas.

El plan que Turquía propuso a los EEUU y otros aliados Occidentales era el siguiente: El establecimiento de una ‘zona segura” de 90 kilómetros de ancho y 50 kilómetros de profundidad entre Jarabulus y Azez, muy cerca de Afrin, asegurada por los aviones de guerra de Turquía y aliados; la retirada de IS de la zona, que será ocupada por las Fuerzas Armadas de Turquía, ya sea o no, en cooperación con las potencias aliadas; y el asentamiento de los colonos que se encuentran actualmente en los campamentos en Turquía, o que podrían huir de Siria en el futuro. Por lo tanto, Turquía se libera de la presión europea sobre el tema de la migración, impide la conexión física entre las regiones kurdas, y la demografía de la región se convertiría en sunita árabe gracias a los migrantes. También había un objetivo más estratégico: La coalición Jaish al-Fatah, que fue promovida por Turquía, Qatar y Arabia Saudita, ha demostrado ser exitosa en y los alrededores de Alepo. Tras la imposición de la zona de seguridad, la línea de Turquía-Alepo estaría asegurada y la coalición, básicamente compuesta por el Frente al-Nusra, asociado de al-Qaeda, y Ahrar al-Sham, se le permitiría apretar aún más al Gobierno de Assad.

Las operaciones militares rusas en Siria, que se iniciaron el 30 de septiembre, complican considerablemente el plan anterior. Como cuestión de hecho, Rusia participó en la guerra para eliminar la amenaza de Latakia, en el corazón del gobierno de Assad, y evitar la pérdida total de Alepo. La ciudad de Idlib, bajo control de los opositores, que se encuentra en el norte de Siria, tiene una importancia estratégica para el control de Alepo. Por lo tanto, Rusia movió parte de sus operaciones al norte de Siria y comenzó a hostigar a los aviones turcos,entrando de vez en cuando al espacio aéreo turco. Esto fue entonces descrito como el establecimiento de la zona de seguridad, sin embargo, ahora se considera contra Turquía.

Es seguro decir que el rechazo a la propuesta de Turquía de una 'zona segura' durante la cumbre del G-20 por parte de Obama,se basa entre otras cosas en evitar cualquier tipo de confrontación con Rusia al norte de Alepo.

La masacre de París permitió un acercamiento entre Rusia y Estados Unidos sobre las políticas en Siria. Las partes declararon que su principal objetivo era debilitar el ES, pero no derrocar al gobierno de Assad. Estos acontecimientoscrearon esperanzas en las negociaciones de Ginebra, cuyo objetivo era poner fin a la guerra civil en Siria.

Sin embargo, el Secretario de Estado de EE.UU., anunció inmediatamente después de la Cumbre del G-20 que Turquía y los EEUU realizarían una operación conjunta para limpiar la línea Jarabulus-Azez de IS.

¿Qué significa este plan de operaciones, que fue anunciado después de que se dejó de lado la propuesta de 'zona segura'?

Significa la ejecución del proyecto 'zona segura' a un nivel más modesto. Las fuerzas terrestres no estarán involucradas en la operación. En cambio, los opositores sirios con el apoyo de aviones turcos y estadounidenses limpiaran dicha parte de la frontera turca del grupo EI. Sobre la base de que el Ejército Libre de Siria deje de existir en el campo, el Frente pro-Al Qaeda, al-Nusra y su socio, Ahrar al-Sham,asumirán las operaciones en tierra, acompañados por fuerzas sirias turcomanas.
En otras palabras, el grupo Estado Islámico sería sustituido por otras organizaciones salafistas. Se impediría la participación del YPG, la única fuerza de combate secular contra ISIS, y la conexión entre los cantones kurdos. Por último, dejando la línea Jarabulus-Azez en manos de organizaciones como el Frente al-Nusra y Ahrar al-Sham, que tienen un registro comparable de masacres de civiles, la presión de dichas organizaciones salafistas sobre el régimen, en el norte de Siria,sería reforzado dado que estas organizaciones tienen Idlib y una gran parte de Alepo bajo su control.

Parece muy poco probable que IS pueda ser debilitado y que la paz sea restaurada en Siria, dado que los EE.UU. siguen protegiendo a sus aliados, Turquía y Arabia Saudita, que se ocupan de los negocios sucios en Siria. Además, los datos disponibles sugieren que Occidente no se da por vencido en su objetivo de mantener la presión continua sobre el Gobierno de Assad y mantener un caos controlado en Siria, aunque el mismo ha disminuido actualmente. La política de caos controlado, en última instancia, significa la protección del poder hacia el Estado Islámico y allana el camino para posibles masacres en el futuro.


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