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Marcha de protesta de las mujeres yazidi en las montañas de Sinjar en el primer aniversario de la masacre del grupo Estado Islámico.

Marcha de protesta de las mujeres yazidi en las montañas de Sinjar en el primer aniversario de la masacre del grupo Estado Islámico. | Foto: JinHa

Publicado 24 agosto 2015



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Después del traumático genocidio, mujeres Yazidi en el monte Sinjar movilizan su resistencia autónoma, tanto armada como política bajo la filosofía del PKK.

SHENGAL - El viejo dicho kurdo, "No tenemos amigos, sino las montañas", tiene más relevancia que nunca cuando el 3 de agosto de 2014 el grupo Estado Islámico asesinó en lo que se conoce como la masacre número 73 de yazidis en el ataque a la ciudad de Sinjar (en kurdo: Shengal), matando a miles de personas y violando y secuestrando mujeres para venderlas como esclavas sexuales. Diez mil yazidis huyeron a las Montañas Shengal en una marcha de la muerte en la que, en especial los niños, murieron de hambre, sed y cansancio. Este año en el mismo día, los yazidis marcharon en las Montañas Shengal nuevamente. Pero esta vez para decir a todos que nada volverá a ser lo mismo.

El año pasado los peshmerga kurdos-iraquíes del Partido Democrático del Kurdistán (PDK) prometieron al pueblo que garantizaban la seguridad de Shengal, pero escaparon sin previo aviso cuando el grupo Estado Islámico atacó, ni siquiera dejaron armas para que la gente pueda defenderse. En cambio, fue la guerrilla del PKK, así como unidades de Defensa del Pueblo Kurdo o YPG, y la brigada de sus mujeres la YPJ de Rojava, quien a pesar de tener fusiles Kalashnikov y un puñado de combatientes abrieron un pasillo a Rojava rescatando a diez mil personas.

Por un año entero los medios de comunicación han presentado a las mujeres yazidi como víctimas indefensas de violación. En innumerables entrevistas y en repetidas ocasiones les preguntaron por la frecuencia con que fueron violadas y vendidas, haciendo que despiadadamente revivan los recientes traumas, todo por el bien de la transmisión de noticias sensacionalistas. Las mujeres yazidi fueron presentadas como la encarnación de mujeres débiles, pasivas, que no dejaban de llorar mientras ondeaban la bandera blanca-femenina del patriarcado, las últimas víctimas de ISIS. Además, las más salvajes representaciones orientalistas, grotescamente redujeron una de las religiones más antiguas que sobreviven en el mundo a un nuevo campo exótico aún no explorado.

Ignorado el hecho de que las mujeres yazidis se armaron y ahora se movilizan tanto ideológica, social, política y militarmente en un marco establecido por Abdullah Öcalan, líder del PKK. En enero, el Consejo de Fundación Shengal fue establecido por los delegados Yazidis, tanto de la montaña como de los campos de refugiados exigiendo un sistema de autonomía independiente del gobierno central iraquí y del Gobierno Regional de Kurdistán. Varios comités para educación, cultura, salud, defensa, mujeres, jóvenes y economía organizan los asuntos cotidianos. El consejo se basa en la autonomía democrática como lo articuló Öcalan, quien enfrentó una dura oposición del KDP, el mismo partido que huyó de Shengal sin luchar. El YBS recién fundado (Unidades de Resistencia Shengal), el ejército de solo-mujeres-YPJ Shengal, y el PKK formaron la primera línea contra el grupo Estado Islámico, sin recibir siquiera parte de las armas proporcionadas a la peshmerga por las fuerzas internacionales. Varios miembros del consejo YBS también fueron detenidos en el Kurdistán iraquí.

El 29 de julio, mujeres de todas las edades hicieron historia al fundar el autónomo Consejo de la Mujer Shengal, prometiendo: "La organización de las mujeres yazidi será la venganza por todas las masacres" Decidieron que las familias no deben intervenir cuando las niñas quieran participar en cualquier estado de la lucha y se comprometieron a la democratización interna y a la transformación de su propia comunidad. No quieren simplemente "recomprar" a las mujeres secuestradas, sino liberarlas a través de la movilización activa estableciendo no sólo física, sino también una auto-defensa filosófica contra toda forma de violencia.

El sistema internacional despolitiza insidiosamente a las personas afectadas por la guerra, especialmente a los refugiados, mediante la formulación de un discurso que los deja sin voluntad, conocimiento, conciencia y política. Sin embargo los refugiados yazidi en la montaña y en el campamento de Newroz en Derik (al-Malikiyah), que fue creado en Rojava inmediatamente después de la masacre, insisten en su acción. Aunque algunas organizaciones internacionales proporcionan alguna ayuda, limitada debido al embargo impuesto por el Gobierno Regional de Kurdistán, casi sin ayuda fueron capaces de cruzar hasta Rojava durante años. La gente del Campamento Newroz me dijo que a pesar de que la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas intentó modelar el campamento y su sistema educativo de acuerdo a su visión vertical, la asamblea del campamento se resistió, forzando a una de las mayores instituciones internacionales que respeten su propio sistema autónomo. Ahora, la educación en materia de alfabetización, el arte, el teatro, la cultura, el idioma, la historia y la ideología se imparten a todas las edades, mientras que las unidades de la comuna organizan las necesidades y los problemas diarios en Derik y Shengal.

"Todos estos consejos, protestas, reuniones, resistencia, pueden parecer normales. Pero todo esto surgió en tan sólo un año y para Shengal esto es revolución", dijo un combatiente Yazidi - PKK. "La atmósfera de Rojava ha llegado a Shengal".

Hedar Resit, una Comandante del PKK de Rojava, que enseña sobre la sociología de Shengal antes y después del último genocidio, fue una de las siete personas que lucharon contra el grupo Estado Islámico en el comienzo de la masacre y fue herida mientras abría el corredor hacia Rojava. La presencia de mujeres como ella, de cuatro partes de Kurdistán, impacta enormemente a la sociedad de Shengal.

"Por primera vez en nuestra historia tomamos las armas, ya que con la última masacre entendimos que nadie nos protegerá; tenemos que hacerlo nosotras mismas", me dijo una joven combatiente del YPJ-Shengal, quien se renombró a sí misma en memoria de Arin Mirkan, una heroína mártir de la resistencia de Kobane. Explicó cómo las niñas como ella nunca se atrevieron a tener sueños y sólo se sentaban en su casa hasta que se casaban. Pero como ella, ahora cientos de mujeres se han unido a la lucha, como la joven que se recortó su cabello, colgó la trenza sobre la tumba de su marido mártir y se unió a la resistencia.

El genocidio físico puede haber terminado, pero las mujeres son conscientes de que existe ahora un genocidio "blanco", un genocidio sin derramamiento de sangre, ya que los gobiernos de la UE, especialmente Alemania tratan de atraer a las mujeres yazidi al extranjero, al desarraigo de sus hogares sagrados e instrumentalizarlas para sus agendas.

Madre Xense, miembro del Consejo de la Mujer besa a su nieta y explica: "Nosotros recibimos la formación armada, pero la educación ideológica es mucho más importante para que podamos entender por qué sucedió la masacre y los cálculos que hace la gente a nuestra costa. Esa es nuestra autodefensa real. Ahora sabemos que éramos tan vulnerables porque no estábamos organizadas. Pero Shengal ya nunca será igual. Gracias a Apo (Abdullah Öcalan)".

Una verdadera mujer yazidi, Sozdar Avesta, miembro del Consejo Presidencial de la Unión de Comunidades de Kurdistán (KCK) y comandante del PKK, explica:

"No es una coincidencia que el grupo Estado Islámico atacara una de las comunidades más antiguas del mundo. Su objetivo es destruir todos los valores éticos y las culturas de Oriente Medio. Al atacar a los yazidis trataron de acabar con la historia. El grupo Estado Islámico se organiza explícitamente en contra de la filosofía de Öcalan, en contra de la liberación de las mujeres, en contra de la unidad de todas las comunidades. Por lo tanto para derrotar al Estado Islámico se requiere de la correcta lectura de la sociología y la historia. Más allá de destruir físicamente al grupo, también debemos eliminar la ideología mental del Estado Islámico que también persiste en el actual orden mundial. "Hace un año el mundo vio el terrible genocidio de los yazidis. Hoy en día, la misma gente que, mientras todos los demás escapaban, rescató a los yazidis están siendo bombardeados por el Estado Islámico- apoyando al Estado turco y con la aprobación de la OTAN. Sobre todo, cuando los Estados que contribuyeron al auge del Estado Islámico prometen derrotarlo y destruir el tejido social de Oriente Medio en el camino, la única opción de supervivencia es establecer la legítima defensa autónoma y la democracia de base.

Cuando uno conduce a través de las montañas de Shengal, el más bello indicador del cambio que afectó a este lugar herido hace un año son los niños en las calles quienes cada vez que "los compañeros" pasan cerca cantan: "Viva la Resistencia de Shengal – Viva el PKK - Viva Apo".

Gracias a la autonomía democrática, los niños que una vez abrieron sus pequeñas manos y pidieron dinero cuando los combatientes peshmergas condujeron por estas alturas, ahora levantan las mismas manos con los puños cerrados y con signos de victoria.

**Dilar Dirik, de 23 años, forma parte del movimiento de mujeres kurdas, escritora y estudiante de doctorado en el Departamento de Sociología de la Universidad de Cambridge.


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