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Las masas en la calle, resistiendo y combatiendo a los represores y sus mandantes son la única garantía de triunfo.

Las masas en la calle, resistiendo y combatiendo a los represores y sus mandantes son la única garantía de triunfo. | Foto: EFE

Publicado 1 noviembre 2019



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La movilización popular chilena ha abortado cualquier aventura intervencionista en Bolivia o cualquier país del área que no se someta a los dictados del imperialismo. Piñera y Macri, que pretendían enchastrar el muro levantado por los pueblos sublevados contra sus amos, han quedado colgados de la brocha…

El gran movimiento del pueblo chileno contra el gobierno de Piñera y el saqueo inherente a su política económica neoclásica comenzó con una provocación del hoy políticamente muerto presidente a los estudiantes, trabajadores y pueblo todo de Chile.

La provocación, que tenía varios fines, se podría enumerar así:

1) Estimular un estallido juvenil a través de aumentos en el precio del subterráneo, con el fin de movilizar, en el marco de la Ley de Seguridad, a los militares chilenos en la represión interna.

2) Empoderar a los militares, en comunión con las fuerzas de seguridad de ese país, a fín de que, una vez culminado el movimiento de ‘protesta’, fuesen lanzados a intervenir en el proceso interno de Bolivia, cercano a las elecciones, y en las que hoy la llamada oposición a Evo Morales, al servicio del imperialismo, se niega a reconocer los resultados.

3) Estas acciones, emparentadas con las que llevan a cabo contra sus propios pueblos los presidentes de Colombia, Argentina (hoy derrotado en las urnas), Ecuador y Brasil, se enmarcarían en la política diseñada por el Comando Sur de EE.UU. (Southcom) para Nuestra América, en función de ratificar el apoyo integral de EE.UU. a los gobiernos reaccionarios y antipopulares de la región y agredir hasta su eventual caída a los de Venezuela, Bolivia y otros que pudieran contrariar sus intereses. Esta política incluiría la unificación de los cuerpos armados en la represión interna y la provocación externa, con el argumento de combatir al ‘narcotráfico y el crimen organizado’.

Cronología de la provocación

Empecemos por casa.

En octubre del 2018, y en el contexto de reflotar la intervención de las Fuerzas Armadas locales en la represión interna, Macri, secundado por los ministros Aguad, de Defensa, y Bullrich, de Seguridad, dio el puntapié inicial en el juego a seguir. Y el 1 de agosto envió a la frontera norte a 500 efectivos del Ejército y 40 pilotos de la Fuerza Aérea, dando inicio a la intervención militar interna.

‘En el marco de las leyes Nº 23.554 de Defensa Nacional y Nº 24.059 de Seguridad Interior y decretos del Poder Ejecutivo Nacional, el Presidente, en su rol de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y a través de la Resolución 860/18 del Ministerio de Defensa, dispuso, en agosto de este año, el Operativo “Integración Norte”.

Este operativo, que tiene por objeto fortalecer la presencia del Estado en la frontera norte del país, apoyando el Plan Fronteras Protegidas de las Fuerzas de Seguridad, implica tres ejes fundamentales de actuación. El principal es el adiestramiento operacional que lleva a cabo el Ejército Argentino con sus unidades desplegadas entre la localidad salteña de San Antonio de los Cobres y Puerto Iguazú, Misiones’ se comunicó desde Presidencia de la Nación. (argentina.gob.ar, 26 de octubre del 2018). Los otros dos ‘objetivos’ de la intervención militar en la denominada ‘Operación…’ fueron los de ofrecer logística y aprovisionamiento integral a las fuerzas de seguridad, fundamentalmente Gendarmería y Prefectura, y llevar a cabo acciones de ‘acción cívica’ en el marco de tácticas contrainsurgentes.

Cabe destacar que todo esto se realizó con el fin de combatir el ‘narcotráfico y el crimen organizado’, dos comodines utilizados y auspiciados desde EE.UU. para llevar a cabo operaciones contrainsurgentes y a la par diseñar un esquema de agresión a la Bolivia de Evo Morales, reñida con los gobiernos cipayos que asuelan y asolaban el Cono Sur (Argentina, Chile, Brasil, Paraguay).

En esta ‘operación’, que continuó este año, se gastaron 794.409.555 millones. Se enviaron 500 efectivos del Ejército más a la frontera norte – llegaron a más del millar- y se enviaron ‘Según un documento reservado del Ejército al que accedió Infobae’,  30 ametralladoras M-240 (7,62 mm) nuevas; 29 morteros (81 mm) modernizados; 27 lanzacohetes antitanques nuevos; 10 fusiles de asalto modelo Argentino 344; 20 radios VHF y HF; 19 radares Terrestres de Corto Alcance; 24 drones de Corto y Mediano Alcance nuevos 3 Cabinas de Comunicaciones nuevas; materiales de Sanidad ; 8 minibuses de 19 pasajeros nuevos; tres utilitarios ; 18 Ford Ranger 4×4 nuevos; 10 Camiones Medianos Mercedes Benz (1725) nuevos; 5 Ómnibus de 50 pasajeros; dos Topadoras a oruga; un vehículo de Combate de Transporte de Personal modernizado; un tanque Argentino Mediano modernizado; 8 vehículos de Combate M-113 modernizados y 18 vehículos de uso general Unimog 416 modernizados. (Infobae, 14 de marzo del 2019).  

Como "remanente de 2018", se informó, se entregaron cinco bases de Localización Óptica ; dos Ford Ranger 4×4 ; 6 camiones medianos Mercedes Benz (1725); tres camiones cisterna; cuatro codificadores/programadores; 44 fusiles Antimaterial, 36 camiones 6×6 Osh Kosh y 23 camiones Reo. Además, forman parte de la ‘Operación…’ dos aviones A4 que hay en los 2.500 kilómetros de Frontera Norte más otros dos Pampa, dos Texan II y una cantidad aun no precisa de helicópteros de la Fuerza Aérea. Según se informó, se piensa enviar a la zona 3.000 efectivos de Ejército, lo que daría una suma de 4.000 efectivos.

¿Lanzacohetes antitanques, morteros, ametralladoras pesadas para combatir narcos?...¿y 4.000 efectivos…?

Cuando pa’ Chile me voy….

El 24 de junio de este año visitó la Argentina de Macri el Comandante del Comando Sur Norteamericano (SOUTHCOM), almirante Craig Faller, en busca de una integración regional para combatir a los ‘malos’: Rusia, China, Irán, Cuba y Venezuela.  Cuatro días después enfiló para el Chile de Piñera, donde se reunió, al igual que en Argentina, con capitostes militares y el propio ministro de Defensa, Espina. ‘La seguridad regional’ convocó a Faller a ‘visitar’ estos dos países, como antes lo había hecho en Honduras y Ecuador. Y claro, la ‘guerra’ contra sus enemigos y sus aliados regionales debía disfrazarse de lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.

El 9 de julio el presidente Piñera emitió un Decreto Supremo en el que autorizaba a los militares de ese país a introducirse en la represión interna con la excusa de combatir al ‘narcotráfico y crimen organizado’ en la frontera norte, conjuntamente con las fuerzas de seguridad, que el 5 de julio recibieron- en el escalafón de Fuerzas Especiales y GOPE-Carabineros- y a través de los decretos 265 y 266 del Ministerio del Interior, bonificaciones especiales de un 20 y 30%. Como el Decreto Supremo de Piñera no pasó el filtro de otras instituciones del Estado chileno por quejas y denuncias de la oposición, debió volver a su estado neutro y reacondicionarse. Así el Decreto Supremo, modificado, se emitió el 6 de agosto, y se publicó el 13 de ese mismo mes. De ese modo fueron enviados efectivos de las Fuerzas Armadas de Chile a la frontera con Bolivia y Perú, con el objetivo de combatir, oh novedad, al ‘narcotráfico y crimen organizado’. Según el nuevo Decreto Supremo, sólo podrán intervenir los militares en apoyo logístico, transporte y tecnología.

De esta forma Argentina y Chile, en sagrada unión, fortificaban sus fronteras contra la Bolivia de Evo Morales.

El 15 de octubre, pocos días antes de la rebelión juvenil contra los aumentos del subterráneo, se reunieron el ministro de Seguridad, Chadwick, y el de Defensa, Espina, en la llamada Macrozona Norte- que limita con Bolivia y Perú- para ponderar por primera vez la vigencia del Decreto Supremo 265, que en esa zona hace cumplir el Estado Mayor Conjunto de la Macrozona Norte. Los acompañaron representantes el Ejército y la Fuerza Aérea. Tres días más tarde se produjo la rebelión juvenil, en la que luego participaron otros integrantes del pueblo. Muchos de ellos denunciaron la acción de policías y militares en la quema y saqueo de edificios, comercios y destrucción de bienes, que la prensa adicta adjudicó al pueblo movilizado pacíficamente. Las acciones culminaron con el llamado a las Fuerzas Armadas a intervenir en resguardo de la ‘seguridad’ *, designándose a un oficial superior, el general Javier Iturriaga, para hacerse cargo de las Zonas de Emergencia y declarar el Toque de Queda en 15 regiones, que duró 10 días (del 18 al 28), y que el valeroso pueblo alzado no respetó ni temió. Todo parecía estar preparado para que las Fuerzas Armadas, conjuntamente con las de Seguridad, tomaran el control del país en resguardo del ‘orden’, que una vez ‘resguardado’ quedaría a merced de los uniformados, con un presidente Piñera oficiando de títere.

Pero el valeroso pueblo de Chile se movilizó de Arica a Magallanes día tras día, echando por tierra los planes autogolpistas y obligando a Piñera a dar marcha atrás en su afán de doblegar al ‘enemigo poderoso’ que dijo querer combatir cuando inició el autogolpe.

Así las cosas, hoy la autoconvocatoria popular a una Asamblea Constituyente está a la orden del día, y no hay tu tía que pueda con el pueblo movilizado. Ni las marchas atrás de Piñera levantando la Emergencia (Estado de Sitio) y el Toque de Queda, enviando por ahora a los militares a sus cuarteles, anulando los aumentos, cambiando parte de su gabinete- cabe destacar que no ha sido destituido el ministro de Defensa-  y dictando supuestas mejoras para un pueblo hastiado de la represión, la superexplotación y el saqueo han podido doblegar el clamor popular. La renuncia de Piñera, la organización de Cabildos populares que organizan el llamado a una Constituyente para promulgar una nueva Constitución y derogar la engendrada por la dictadura pinochetista, el juicio y castigo a los asesinos, apaleadores, torturadores y violadores de uniforme de cualquier grado y pertenencia signa la lucha del pueblo bravío de Lautaro, Tucapel, Salvador Allende, Miguel Enríquez y tantos otros héroes y mártires de la causa chilena por la liberación nacional y social.

Conclusión

La movilización popular chilena ha abortado cualquier aventura intervencionista en Bolivia o cualquier país del área que no se someta a los dictados del imperialismo. Piñera y Macri, que pretendían enchastrar el muro levantado por los pueblos sublevados contra sus amos, han quedado colgados de la brocha…

El pueblo de Chile apuesta sólo a su propio cambio en el marco de la soberanía, la dignidad popular, el no intervencionismo y una sociedad más justa, donde el hombre no sea el lobo del hombre. No juega con barajas marcadas ni responde a ningún interés internacional ajeno a los suyos. No hace la plancha ni se moviliza en relación con conspiraciones de palacios o lucha por mercados mundiales.

Las masas en la calle, resistiendo y combatiendo a los represores y sus mandantes son la única garantía de triunfo. De nada valen ni valdrán las bravuconadas y aprietes del poder. A los contubernios entre los uniformados de cualquier institución del capital sean  chilenos, argentinos, colombianos, brasileños, ecuatorianos y demás auspiciados, financiados y bendecidos por el imperialismo norteamericano-británico, sus socios israelíes y otros, se opone la unidad de Nuestra América en rebelión. **

Apéndice

*El despliegue militar en Chile de 28.500 efectivos y medios técnicos fue el siguiente:  Ejército: 16.900 efectivos, blindados Piranha, helicópteros AS-532Cougar. Diez y seis unidades de Fuerzas Especiales de la Brigada de Operaciones Especiales Lautaro. Helicóptero AS-350 de traslado del general Iturriaga, jefe de la ‘Defensa Nacional’; Fuerza Aérea: traslado de efectivos y apoyo a general Iturriaga. Dron VAVHermes900, helicópteros UH-1H, Bell 412 y MH-60M Black Hawk en monitoreo de toque de queda; Armada: Jefatura de Defensa Nacional de Región de Valparaíso y Concepción, en las personas de los contralmirantes Juan Andrés de la Maza y Carlos Huber, respectivamente, actuando todas las demás fuerzas bajo sus órdenes en las regiones. Despliegue de 1600 efectivos de la Brigada Anfibia Expedicionaria-destacamento de Infantería de Marina 1 Lynch, vehículos y camiones KIA, blindados tácticos AMGeneral, camiones Mercedes Benz Zetros, remolcando obuses G4- calibre 155/39.

Se convocaron 28.908 reservistas de las tres fuerzas

**Las cuatro fuerzas armadas signadas por las dictocracias de América del Sur, Brasil, Colombia, Chile y Argentina aumentaron sus presupuestos militares. Solo Chile en el 2018 aumentó en 10% sus gastos militares. ¿Para combatir que y contra quien?.

Entre el 15 y el 30 de enero EE.UU. y Chile llevaron a cabo el ejercicio ‘Estrella del Norte’ (NorthernStar) de Fuerzas Especiales de ambos países. El ejercicio, que consistió en formar una ‘fuerza internacional para combatir al terrorismo’ se llevó a cabo en el Centro de Capacitación Militar Conjunta ‘Camp Shelby’, Estado de Missisipi. Participaron 114 efectivos norteamericanos y 54 chilenos. Los yanquis eran del Comando de Operaciones Especiales Sur (SOCSOUTH) y los grupos 3 y 20 de las Fuerzas Especiales del ejército. De Chile asistieron integrantes de la Brigada de Operaciones Especiales ‘Lautaro’ del ejército chileno; de las Fuerzas Especiales de la armada y la Infantería de Marina, y delegados del Estado Mayor Conjunto (EMCO). El Ejercicio se subsume en otro denominado ‘Estrella Austral’, donde participan desde el 2007 el EMCO de Chile y el SOCSOUTH de EE.UU.

El 1 de marzo de este año se estipularon gastos reservados (secretos) para las Fuerzas Armadas y de Carabineros de Chile.

El 27 de marzo Chile y Colombia firmaron acuerdos bilaterales de cooperación en ciberseguridad, ciberdefensa, cibercriminalidad y ciberinteligencia. Anteriormente habían firmado 3 acuerdos en ciberseguridad. Es este un entendimiento entre bendecidos por el imperialismo y sus socios.

Entre el 17 y el 26 de junio de este año, días previos a que Piñera emitiera su Decreto Supremo 265 que daba intervención a las Fuerzas Armadas en la represión interna, 19 países participaron en el ejercicio de ‘Fuerzas Comando 2019’, que se llevó a cabo en la Brigada de FF.EE. ‘Lautaro’ y Viña del Mar (operaciones anfibias). Participaron, entre otras, Fuerzas Especiales de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Honduras, Paraguay y Uruguay. En ese momento Feller, de ‘visita’ en Argentina y Chile, sostuvo: ‘Todos somos un solo equipo. Todos somos Fuerza Comando’. Uno de los participantes hondureños expresó durante el ejercicio que los conocimientos adquiridos allí servirían en la ‘lucha contra el narcotráfico y contra guerrilla’.

Durante esos días, entre el 24 y 26 de junio, paralelamente al Ejercicio de ‘Fuerzas Comando 2019’, se llevó a cabo en Santiago de Chile y con la presencia de funcionarios y oficiales de 20 países, un Seminario organizado por el SOUTHCOM y SOCSOUTH. En él se diseñaron operaciones para reforzar las alianzas en cuanto a la ‘seguridad regional’.

El 29 de setiembre se reunieron los Estados mayores de las Armadas de Argentina y Chile. La Infantería de Marina de Argentina se dedica a instruir Fuerzas Especiales de las fuerzas de seguridad (ver  de este autor ‘En que otro asunto andan estos tipos…’, nacionalypopular.com, 6 de octubre del 2019).


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