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La coalición interna Al Saud, apoyada y financiada por Arabia Saudita, se negó a abrir el aeropuerto de Yemen, pese a la petición de medicos locales y organizaciones nacionales e internacionales.
Este sábado perdieron la vida los bebés siameses nacidos en Yemen, que requerían ser trasladados fuera del país con suma urgencia, debido a la falta de servicios médicos que padece ese país producto del bloqueo y los ataques militares por parte de Arabia Saudita.
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Los bebés, con dos semanas de nacidos, tenían dos cabezas y compartían el tronco, las dos piernas y los dos brazos. Los siameses necesitaban ser operados a causa del deterioro de su salud, razón por la que el médico jefe de pediatría del hospital Al Thawra de Saná, Faycal Al Babili, había hecho un llamado el pasado miércoles para facilitar "lo antes posible" la evacuación de los pequeños hacia el extranjero.
Al Babili, explicó que las instalaciones médicas de Yemen se encuentran destruidas a causa de la guerra, por lo que resultó infructuosa la intervención quirúrgica a la que sometió el equipo de salud a los bebés Abdel Jaleq y Abdel Karim, nacidos hace más de 10 días en las afueras de Saná, capital yemení.
Los bebés siameses nacidos en Yemen hace dos semana iban a ser operados en el extranjero, pero el cierre del aeropuerto de Saná impidió su evacuación a tiempo https://t.co/OkInc9vwAL pic.twitter.com/XW6i1P5d2L
— The Objective (@TheObjective_es) 10 de febrero de 2019
Como parte de los asedios que mantiene Arabia Saudita contra la ciudad, el aeropuerto se encuentra cerrado con restricción de civiles y bloqueo aéreo. Además, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la intervención militar que data desde el año 2015 posiciona a Yemen como el país que atraviesa por la peor crisis humanitaria del mundo.
En un comunicado, los hutíes, movimiento rebelde en resistencia contra la ocupación saudita, responsabilizaron a la coalición interna Al Saud, apoyada y financiada por Arabia Saudita, de la muerte de los siameses, tras "su negativa a abrir el aeropuerto".
