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El exjefe de Estado ya cumple una condena por hechos de corrupción recibida en diciembre pasado.

El exjefe de Estado ya cumple una condena por hechos de corrupción recibida en diciembre pasado. | Foto: EFE

Publicado 21 julio 2020



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El exmandatario fue judicializado por su autoría de un golpe de Estado perpetrado en 1989 contra el Gobierno legítimo.

El juicio contra el expresidente de Sudán, Omar Hasán al Bashir, por el golpe de Estado que le llevó al poder hace 31 años ha sido aplazado cuando se iba a celebrar su primera sesión, por el riesgo de contagio de coronavirus como consecuencia del elevado número de personas en la sala del tribunal y en las inmediaciones.

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Una gran cantidad de personas se presentaron ante el tribunal de Jartum, con el interés de tomar parte en la sesión inicial del acto de justicia. Ante la imposibilidad de dar cumplimiento a las medidas de distanciamiento social en dichas condiciones, los jueces decidieron su posposición hasta el 11 de agosto.

Al Bashir afronta cargos por socavar la Constitución, incumplir la ley relativa a las Fuerzas Armadas y por rebelión, según uno de los abogados denunciantes. El exgobernate, de 76 años de edad, afronta el juicio junto a otros acusados, incluidos dos de sus exvicepresidentes y varios de sus exministros y exgobernadores.

En caso de ser condenado Al Bashir, que ya está en la cárcel desde diciembre pasado por corrupción, podría ser sentenciado a pena de muerte.

Al Bashir llegó al poder en 1989 tras liderar un golpe de Estado contra el entonces primer ministro Sadek al Mahdi, elegido democráticamente. Fue desalojado del poder en abril de 2019 por una junta militar, tras varios meses de protestas contra el régimen.

Si bien a finales de 2019 fue condenado a prisión por cargos de corrupción, nunca ha sido procesado por los supuestos crímenes contra los derechos humanos que se le atribuyen.

Estuvo incluso reclamado por la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya, Países Bajos, para enfrentar un juicio por crímenes de guerra y genocidio en el conflicto de la occidental región sudanesa de Darfur.

Este último conflicto armado, desatado en 2003, causó unos 300.000 muertos y desplazó a 2.500.000 personas.


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