La expresidenta brasileña, Dilma Rousseff, aseguró este martes en Porto Alegre (sur) que el golpe que acabó con su mandato quiere ahora destruir a su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, quien este miércoles enfrentará un decisivo juicio por supuesta corrupción que puede impedir su candidatura presidenciales, pese a ser favorito en las encuestas.
"El golpe fue para destruirme a mí, al Partido de los Trabajadores (PT), pero sobre todo para destruir a nuestro líder Luiz Inácio Lula da Silva", manifestó Rousseff en la capital del estado sureño de Río Grande do Sul en un acto organizado por mujeres vinculadas a movimientos sociales y partidos de izquierda.
En su discurso, la expresidenta también criticó las reformas de corte liberal emprendidas por el que entonces era su vicepresidente en lo que, en su opinión, es el segundo acto del golpe.
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— Dilma Rousseff (@dilmabr) 23 de enero de 2018
Sostuvo que la trama para acabar con los trece años de gobierno del PT se completó, según la expresidenta, con la persecución en los tribunales de Lula, quien acumula siete procesos abiertos con la Justicia, la mayoría por sospechas de corrupción, y ya ha sido condenado a nueve años y medio de prisión en uno de ellos.
"Es un proceso de persecución política. La acusación no tiene base. Lula está siendo condenado siendo inocente", aseveró Rousseff.
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— Dilma Rousseff (@dilmabr) 23 de enero de 2018
Lula estará este miércoles en un tribunal de segunda instancia en Porto Alegre, donde será juzgado el recurso interpuesto por el antiguo dirigente sindical contra la pena por corrupción pasiva y lavado de dinero impuesta por el juez Sergio Moro en una causa relacionada con la trama destapada en la petrolera estatal Petrobras.