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Las autoridades de ocupación exigen que los reos deponga una huelga de hambre para recibir la atención médica.
Las autoridades penitenciarias israelíes han amenazado con privar a los prisioneros palestinos de tratamiento médico si se niegan a cancelar una huelga de hambre indefinida iniciada hace meses contra sus detenciones arbitrarias.
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Qadri Abu Bakr, jefe de la Comisión Palestina de Asuntos de Detenidos y Ex Detenidos, dijo este miércoles que los palestinos que actualmente languidecen en las cárceles israelíes necesitan el apoyo y la atención de toda la sociedad palestina, así como de las instituciones internacionales.
Afirmó a la red de noticias libanesa Al-Mayadeen que varios detenidos palestinos en la prisión de Hadarim se han enfrentado últimamente a brutales ataques de las fuerzas israelíes, lo que ha dejado a los prisioneros en huelga sin otra opción que seguir adelante con su demanda hasta la libertad o la muerte.
En una nueva violación contra los prisioneros palestinos en las cárceles de ocupación, la administración israelí respaldada por las fuerzas de la Unidad Metzada irrumpió en la sección 3 de la prisión de Ramon y agredió a los prisioneros palestinos.#PalestinaLibre pic.twitter.com/3BFugX5aLc
— Palestina Internacional Broadcast (@pbi_es) June 15, 2022
En tanto, el estado de salud de dos prisioneros palestinos en cárceles israelíes se había deteriorado después de meses de huelga de hambre en protesta contra la llamada detención administrativa del régimen de Tel Aviv.
Funcionarios palestinos indicaron que Khalil Awawdeh, de 40 años, de la ciudad ocupada de al-Khalil en Cisjordania, ha estado en huelga de hambre durante más de 100 días.
Awawdeh sufre dolores de cabeza, fatiga, visión borrosa, dolor en las articulaciones, latidos cardíacos irregulares, vómitos frecuentes y una pérdida significativa de peso.
Según el Club de Prisioneros Palestinos, Awawdeh fue trasladado de la prisión de Ramle a un hospital israelí después de que su salud se deteriorara esta semana.
Otro preso palestino, Ra'ed Rayyan, de 27 años, del pueblo de Beit Duqqu, al noroeste de al-Quds, ha estado en huelga de hambre durante 67 días. También sufre graves complicaciones de salud.
