La situación que viven los rohinyás es calificada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como “un ejemplo de limpieza étnica”.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) alertó que los refugiados rohinyás sufren de problemas de salud mental. Según el organismo, los pensamientos suicidas son unos de las padecimientos que han exteriorizado los expatriados hacinados en campos en el vecino país de Bangladés ubicado al al este de la India.
De acuerdo las estadísticas de esta organización, un aproximado de 688.000 musulmanes rohinyás se han visto en la obligación de huir a Bangladés debido a los continuos asesinatos en masa, violaciones e incendios provocados en Myanmar.
This is Cox’s Bazar today:
— IOM - UN Migration (@UNmigration) 11 de abril de 2018
• 898,000 #Rohingya refugees
• 686,000 new arrivals since August 2017
• 1.3m in need of humanitarian aid
Según el informe de la OIM, los refugiados afrontan además, problemas como la escasez de alimentos, no ser reconocido como ciudadanos, viviendas inadecuadas, falta de saneamiento y la higiene deficiente.
>> Rusia a Trump: "Misiles inteligentes deben volar hacia terroristas, no contra un Gobierno legítimo"
De acuerdo a los estudios que involucran a 300 personas que viven en el megacampo situado en el distrito de Cox’s Bazar (sureste de Bangladés) descubrieron que el 38 por ciento de los niños y el 74 por ciento de los adultos “siempre se sintieron tristes”. Los pensamientos suicidas fueron reportados por el 4 por ciento de los jóvenes.
Por su parte, el asesor especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la prevención del Genocidio, Adama Dieng, advierte de que las fuerzas de seguridad de Myanmar han cometido crímenes internacionales contra la minoría musulmana rohinyás en el estado de Rajine (este).
Frente a esta situación, los expertos señalaron la importancia de trabajar con los rohinyás el sentido de identidad como comunidad.