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Miles de pensionados franceses salieron a las calles de todo el país a protestar este jueves por el aumento del 25 por ciento de los impuestos, medida hecha oficial el 1 de enero por el presidente de Francia, Enmanuel Macron.
La medida implementada por el mandatario francés afecta a unos 16 millones de pensionados, quienes representan el 24 por ciento de la población.
Mientras que 4.500 millones de euros saldrán de los bolsillos de los pensionistas para el pago de impuestos, el gobierno aprueba reducciones por el mismo monto en favor del sector empresarial del país.
La medida de Macron obliga a que los jubilados franceses reduzcan su nivel de vida, prescindiendo de algunos medicamentos, alimentos, calefacción entre otros productos de primera necesidad para tener que pagar el alquiler todos los meses. Lo que los somete a la pobreza y desprotección social por parte del Estado.
"En favor de las futuras generaciones", alega el gobierno francés sobre esta medida. Las protestas por el descontento general de los franceses han hecho bajar 10 puntos la aceptación de Macron en el país.
