Unos 250 rohingyas regresaron a Myanmar de forma irregular desde abril de 2018, y en su mayoría no aceptan los intentos de repatriación oficial de las autoridades.
Autoridades diplomáticas de Japón comenzaron este miércoles su colaboración con el Gobierno de la vecina nación de Myanmar para reubicar a los miembros repatriados de la etnia musulmana rohingya.
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Ante la petición de ayuda de Myanmar, la embajada japonesa decidió brindar asistencia para investigar el paradero de los rohingyas que regresan a suelo myanmeno, al tiempo que se comprometió a coordinar esfuerzos con las agencias afiliadas a la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Según los estimados, unos 250 integrantes de esa comunidad originaria de Myanmar regresaron a su país de forma irregular desde abril de 2018, luego de haber huido en 2017 a causa de una ofensiva militar del ejército de ese país, muchos de ellos con destino a Bangladesh.
At least 100,000 Rohingya refugees rallied in camps in Bangladesh Sunday, marking two years since the start of a brutal military crackdown in Myanmar that forced more than 730,000 to flee across the border. https://t.co/o1h7bTMn1q
— teleSUR English (@telesurenglish) August 25, 2019
En entrevista con el embajador japonés, Ichiro Maruyama y otros miembros del cuerpo diplomático nipón en el norte del estado de Rakhine, unos 12 retornados aseguraron sus intenciones de ganarse la vida a través de la agricultura y la pesca, sin temor a ser agredidos nuevamente.
Una gran parte de los rohingyas que retornaron a sus antiguos asentamientos lo hicieron en secreto, y se encontraron con que habían perdido sus hogares.
Ambos gobiernos han intentado repatriar de forma legal a los miles de musulmanes de dicha etnia, pero los intentos han sido en vano pues ninguno de los rohingyas refugiados en Bangladesh aceptó retornar como parte de los programas promovidos por las autoridades.
Unos días atrás, cuando se cumplieran dos años del “Día del Genocidio”, fecha en que el grupo de rohingyas arribara a Bangladesh luego de ser desplazados de Myanmar, 200.000 miembros de la etnia musulmana se congregaron en el campo de refugiados de Kutupalong, en el sureste de Bangladesh, para reclamar nuevamente un diálogo.
Las peticiones de esta etnia musulmana incluyen que se les tenga en cuenta en las negociaciones para su repatriación, así como el cese de la violencia y que se les otorgue la ciudadanía myanmena.