Región italiana de Lombardía pide declaración de emergencia por sequía

Las autoridades de la región de Lombardía, en el norte de Italia, solicitaron la declaración del estado de emergencia ante una de las peores sequías que atraviesa la zona, luego que el invierno fue inusualmente cálido.

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“La situación clima-hidrológica del período noviembre 2021/junio 2022 -explica el gobernador Attilio Fontana- ha generado un déficit hídrico generalizado, lo que ha llevado a la Región a adoptar medidas específicas”, para contener los efectos sobre la población y sobre el medio agrícola sistema.

Para apoyar al sector “es necesario y no aplazado -añade Fontana- que los suministros de riego actuales puedan durar al menos hasta el 15 de julio para no frustrar lo que han hecho hasta ahora”.

Las altas temperaturas de estos días se suman a la escasez de precipitaciones acumulada. 

En Italia se ha registrado un 40%-50% menos de agua de lluvia este año respecto a los promedios de los últimos años y hasta un 70% menos de nieve, ha explicado el director de la Protección Civil italiana, Fabrizio Curcio.

Al respecto, el Gobierno, tal y como anticipó el primer ministro Mario Draghi, se prepara a partir de este lunes 4 de julio dar luz verde a los planes de emergencia autonómicos y en el borrador del decreto ley con medidas para luchar contra la escasez de agua.

Asimismo reforzar y adecuar las infraestructuras hidráulicas para lo que se perfila un comisionado extraordinario con una estructura ad hoc, con facultades de gasto y procedimientos simplificados para enfrentar este desafío. 

La medida se espera sobre la mesa del Consejo de Ministros la próxima semana.

Sin embargo, antes de que el texto llegue a la atención del Ejecutivo, las regiones involucradas deben declarar el estado de emergencia. Actualmente lo han solicitado los Gobiernos de Lombardía y Friuli-Venecia Julia; Piamonte, Veneto, Emilia-Romagna, Umbria y Lacio también están listos para hacerlo.

La grave sequía que sufre Italia, con pérdidas estimadas de unos 1.000 millones de euros en la agricultura, comienza a tener efectos también en otros sectores económicos y en la vida cotidiana de los ciudadanos. 

La zona más afectada es la cuenca del Po, el río más caudaloso y largo del país, cuyo curso está en su nivel más bajo de los últimos 70 años. La falta de agua ha provocado además que se reduzca a la mitad la producción de las centrales hidroeléctricas del valle del Po.