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Las fuerzas de ocupación habían arrestado a Yehia Merhi, de 19 años, y Youssef Assi, de 20, a finales de abril.
El ejército de ocupación de Israel demolió en la mañana de este martes las viviendas de dos palestinos, a quienes acusa de estar detrás de la muerte de un guardia de seguridad en un ataque ejecutado en abril en el asentamiento de Ariel, situado en la Cisjordania ocupada.
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Yusef Sami Asi y Yahya Maeri fueron detenidos en el propio mes de abril por fuerzas del ejército israelí y como represalia la casa de dos pisos de Assi fue demolida por una excavadora militar, mientras que la casa de tres pisos de Merhi fue volada con explosivos.
Una unidad de tareas del ejército de ocupación israelí, acompañada por una excavadora militar, asaltó la ciudad de Qarawat Bani Hassan, al oeste de Salfit, y rodeó la casa del prisionero, Yahya Maeri, y obligó a los ciudadanos a que viven cerca de la casa para evacuar sus hogares, en preparación para su detonación.
Por su parte en las inmediaciones de la casa del preso Merhi estallaron enfrentamientos, durante los cuales las fuerzas de ocupación lanzaron gases lacrimógenos contra los jóvenes, resultando en 5 personas heridas por balas de goma y decenas de personas asfixiadas por los gases lacrimógenos.
Como represalia, Israel suele demoler las casas de los palestinos, a quienes acusan de realizar atentados que acaban con la vida de soldados israelíes, lo cual las organizaciones de derechos humanos critican por considerarlo un castigo colectivo.
La política de demolición de viviendas palestinas ha constituido una antigua metodología israelí desde el establecimiento del estado ocupante en 1948. Desde la llamada Nakba, las autoridades israelíes han destruido más de 500 pueblos y ciudades palestinas, y el número de viviendas demolidas por la ocupación desde entonces se ha estimado en 170.000.
Desde 2004 hasta hoy, las autoridades de ocupación demolieron 269 viviendas, medida de castigo que desplazó a más de 1.300 personas, incluidos 161 menores de edad.
