Estados Unidos impuso nuevas leyes al sector petrolero de Irán, incluidas las ventas a Siria y Venezuela.
El portavoz del Gobierno iraní, Ali Rabiei, destacó este martes que la última ronda de medidas restrictivas impuesta por Estados Unidos al sector petrolero de Irán vienen a demostrar que su campaña de “máxima presión” para doblegar la voluntad del pueblo persa no conduce a ninguna parte por tratarse de un proyecto fracasado.
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En conferencia de prensa ofrecida en Teherán (capital), el representante iraní se refirió al continuo hostigamiento de EE.UU. contra Irán promovido por el presidente estadounidense, Donald Trump, desde que llegó al poder en enero de 2017.
A principio de octubre, Washington impuso nuevas leyes al sector petrolero de Irán destinadas a poner fin a todas las exportaciones de crudo, incluidas las ventas a Siria y Venezuela. La decisión castiga a cualquier país que adquiera el producto a “sus rivales” y beneficia a sus aliados, como Arabia Saudita e Israel.
NSA @robertcobrien just admitted that U.S. has out-sanctioned its ability to inflict more pain on Iranian people.
— Javad Zarif (@JZarif) October 26, 2020
Time for the US to finally admit it is a #SanctionAddict.
Kick the habit. More economic warfare against Iran will bring the U.S. less—and not more—influence. pic.twitter.com/jgAkE16Yoe
Las medidas se produjeron un día después de que el director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, John Ratcliffe, acusara a Irán y Rusia de tratar de influir en ciertos votantes estadounidenses durante la campaña presidencial del país norteño. En tanto, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, calificó al Gobierno estadounidense como “adicto a las sanciones”.
En septiembre, Washington dio unilateralmente por restablecidas todas las sanciones internacionales contra Irán, aunque el Consejo de Seguridad de la ONU consideró que no tenía derecho a hacerlo y no tomó ninguna medida.