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Cerca de 30 militares que colaboraban en el rescate y extinción de las combustiones están entre los fallecidos.

Cerca de 30 militares que colaboraban en el rescate y extinción de las combustiones están entre los fallecidos. | Foto: Twitter @QudsNen

Publicado 12 agosto 2021



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Los funcionarios del Gobierno se encuentran evaluando la situación para dar respuesta al desastre.

Unas 73 personas muertas han sido reportadas hasta este jueves luego de los incendios forestales que desde comienzos de semana han devastado zonas al norte de Argelia, en medio de la sequía y las altas temperaturas, según informaron las autoridades a medios locales.

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Cerca de 30 de los decesos corresponden a militares despachados de urgencia a la ciudad de Tizi Ozou, en la Gran Cabilia, escenario de los siniestros para colaborar con los bomberos en la extinción del fuego.

La región de la Gran Cabilia es conocida como asentamiento de los bereberes, que son etnias oriundas del norte africano, quienes tienen lengua y cultura propias y tienen vida trashumante.

El primer ministro argelino, Aimene Benabderrahmane, arribó a la zona de siniestros con una delegación de altos funcionarios encargados de evaluar la situación y elaborar una respuesta rápida al desastre provocado por los incendios que se replican en varios estados con costas al Mediterráneo.

El ministro de Interior, Kamel Belyud, explicó que detrás de los incendios hay “criminales llenos de odio” hacia Argelia. “Solo manos criminales pueden estar detrás de cincuenta incendios que estallan al mismo tiempo en varias partes de la provincia”, precisó.

Asimismo, las autoridades de Tizi Uzo alertaron que los incendios fueron provocados. “Es imposible, según nuestra experiencia, que las causas de estos incendios sean naturales. Los incendios se han iniciado a causa de un acto criminal”, según informó el jefe del Departamento de Bosques, Yusef Uld Mohamed.

Las labores de rescate y apago de llamas están frenadas por el difícil acceso al área, la sequía que trae escasez profunda de agua y las altas temperaturas que superan en ocasiones los 40 grados Celsius en medio de un verano más caluroso que lo habitual con poca humedad ambiental.

Además de las muertes y los internados en los hospitales con quemaduras y síntomas de asfixia, gran parte de la población amizigh, otro nombre que reciben los berebere, quedó desplazada y para ellos se han creado campamentos de acogida.


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