La policía había prohibido la marcha por considerar que era peligrosa y empleó gases lacrimógenos en diversos puntos del periférico distrito de Yuen Long cuando los manifestantes empezaron atacarlos.
La policía de Hong Kong usó gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes que desafiaron la prohibición de las autoridades locales, que por motivos de seguridad impusieron la medida, y volvieron a salir a las calles en la localidad norteña de Yuen Long.
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La policía había prohibido la marcha por considerar que era peligrosa y empleó gases lacrimógenos en diversos puntos del periférico distrito de Yuen Long, luego que el domingo pasado 45 personas resultaron heridas a manos de un grupo de hombres vestidos de blanco que portaban cañas de bambú y barras metálicas.
Tras lo ocurrido la Policía prohibió convocar una manifestación para este sábado alegando motivos de seguridad.
Según los medios, la policía usó gases lacrimógenos a las 09H20 GMT y luego alzó banderas negras como señal de advertencia a los manifestantes.
En un comunicado, citado por los medios, la Policía expresó su preocupación por el posible empeoramiento de la situación en la zona de protestas y llamó a los lugareños a abandonarla cuanto antes.
Los manifestantes, que levantaron barricadas con mobiliario urbano y paraguas, lanzaron piedras y botellas a la policía, que respondió disparando gas lacrimógeno.
El Gobierno chino condenó esta semana la manipulación que ejercen algunas naciones sobre las protestas violentas en Hong Kong, calificadas como inaceptables e ilegales.
Además, señaló hay indicios claros de interferencia extranjera, conspiración e incluso organización por parte de funcionarios estadounidenses en los recientes sucesos en esa Región Administrativa Especial del sur del gigante asiático.