De las 52 muestras analizadas solo una no poseía pesticidas con sustancias prohibidas.
La organización ecologista y pacifista internacional, Reenpeace, denunció este jueves el hallazgo de residuos de pesticidas en limas importadas desde Brasil y vendidas en países de la Unión Europea (UE), cuyo uso está prohibido en el bloque.
LEA TAMBIÉN:
Un estudio impulsado por la entidad analizó, en un laboratorio acreditado y certificado, 52 muestras de dicho cítrico comprados en supermercados y mercados mayoristas de Alemania, Austria, Bélgica, España, Francia, Italia, Países Bajos y Suecia.
En 51 se detectaron pesticidas, algunos de sustancias vetadas en la UE, entre ellos el herbicida glifosato y los insecticidas imidacloprid y cipermetrina. Estos son vendidos por empresas europeas en Brasil, uno de los mayores consumidores de pesticidas del mundo, afirmó en un comunicado Greenpeace.
☠️ A cocktail of pesticides found on Brazilian limes sold across Europe ☠️
— Greenpeace International (@Greenpeace) April 20, 2023
An accredited and certified laboratory tested 52 samples of lime purchased in eight different European countries. And pesticide residues were found in all but one.
❌ The EU-Mercosur deal is toxic! ❌ pic.twitter.com/FF1qzb5oML
De acuerdo con la organización, más de 3.000 productos plaguicidas comerciales están registrados para su uso en el país sudamericano y el 63 por ciento de las materias activas autorizadas en esa nación carecen de la correspondiente autorización en la UE.
También indicó haber realizado el estudio en relación con el acuerdo de asociación concluido entre la UE y los países del Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay), que está pendiente de ratificación.
Greenpeace plantea que dicho acuerdo “eliminaría los aranceles sobre las exportaciones de plaguicidas de la UE a los países de Mercosur” y "reduciría los controles sobre los alimentos importados”, por lo que espera que “tanto el uso de plaguicidas como sus efectos adversos aumenten considerablemente”.
Mientras, la Comisión Europea, que ha negociado el acuerdo en nombre de los Veintisiete, asegura que las estrictas normas de seguridad alimentaria de la UE “no cambiarán”, ya que el pacto “no afecta ni socava” la legislación comunitaria sobre seguridad alimentaria y sanidad animal y vegetal, dado que “las normas sanitarias no son negociables”.