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Esta es la tercera base militar que es traspasada por la coalición a los mandos iraquíes en las últimas dos semanas.
Unidades del ejército estadounidense abandonaron la base militar denominada como K1, enclavada en Kirkuk, en el norte de Irak, transfiriendo dicho campamento al mando iraquí.
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El traspaso es la continuidad de la operación de salida de las tropas de ocupación que permanecen en el país con el pretexto del enfrentamiento a la organización terrorista Daesh, también conocida como Estado Islámico, coalición que lidera Estados Unidos.
La retirada de las tropas responde a una solicitud del Gobierno de Irak, motivada por el asesinato del general Qasem Soleimani, jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán, en un bombardeo ejecutado por Estados Unidos en Bagdad.
La base de Kirkuk es la misma que el 27 de diciembre pasado fue atacada con cohetes, ocasionando la muerte de un soldado estadounidense, en el inicio de la escalada de tensiones que se ha registrado hasta la fecha.
El campamento fue entregado al mando iraquí con equipamiento valorado en al menos un millón de dólares estadounidenses.
Hace tres días, la coalición liderada por Estados Unidos dejó la base aérea Q-West, en Al Qayyara, tambien en el norte de Irak, y el 17 de marzo había abandonado la base militar de Al Qaim, en el este, cerca de la frontera con Siria.
