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Las organizaciones de derechos humanos denuncian que el caso de Juana es uno de los múltiples casos de violencia, discriminación e injusticia de los migrantes indígenas.

Las organizaciones de derechos humanos denuncian que el caso de Juana es uno de los múltiples casos de violencia, discriminación e injusticia de los migrantes indígenas. | Foto: Facebook @justiciaparajuanaalonzosantizo

Publicado 8 febrero 2022



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Se trata de una mujer maya chuj, quien fue detenida en 2014 cuando iba a Estados Unidos y fue acusada de secuestro.

Familiares de Juana Santizo se dirigieron este lunes a la ciudad de Guatemala, con el objetivo de entregar una carta firmada por más de 5.000 personas a las autoridades de México en Guatemala y al Ministerio de Relaciones Exteriores y reclamar la inmediata liberación de la indígena, presa en el país norteamericano hace siete años.

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De acuerdo con los familiares y organizaciones sociales, Juana Alonzo Santizo es una mujer chuj (maya) de San Mateo Ixtatán, Huehuetenango, quien en agosto de 2014 dejó su comunidad para migrar a Estados Unidos, como parte de las sucesivas olas de migrantes guatemaltecos.

Sin embargo, en las cercanías de la frontera de México con Estados Unidos, Santizo fue secuestrada por un traficante de migrantes, junto a otras dos mujeres y forzada a trabajar y cuando logró dar con la policía local fue acusada de ser cómplice en el secuestro de las otras mujeres.

El proceso de acusación transcurrió en idioma español, el cual no era dominado por Santizo quien no pudo defenderse y permanece desde entonces en una prisión mexicana.

En la Embajada de México les recibió el embajador mexicano, Abel Escartín, quien aunque dijo desconocer el caso y que no está dentro de sus capacidades, se comprometió a entregar la carta a las autoridades correspondientes para que le den seguimiento al caso.

La carta también fue entregada al Consulado de Guatemala en Estados Unidos y en la propia ciudad de México.

Las organizaciones de derechos humanos denuncian que el caso de Juana Santizo es uno de los múltiples casos de violencia, discriminación e injusticia que día a día viven las personas que se han visto obligadas a desplazarse y dejar sus territorios para migrar a Estados Unidos.

En 2018, la Oficina de la ONU para Derechos Humanos en México visitó a Santizo en la prisión, y abogó por sus derechos y expresó sus preocupaciones respecto de las condiciones de detención en las que se encontraba en las cuales se encontraba.


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