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De cara a las elecciones de este martes 3 de noviembre, el llamado "voto latino" representa el 13,3 por ciento del total del electorado.

De cara a las elecciones de este martes 3 de noviembre, el llamado "voto latino" representa el 13,3 por ciento del total del electorado. | Foto: EFE

Publicado 2 noviembre 2020



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El bipartidismo existente en EE.UU. garantiza que la fórmula vencedora se decante entre republicanos y demócratas.

El próximo 3 de noviembre se realizarán las elecciones para definir los próximos presidente y vicepresidente de los Estados Unidos. Si bien existen 1.216 candidatos formalmente inscritos y habilitados para medirse en la contienda contabilizados por la Comisión Federal de Elecciones de Estados Unidos (EE.UU.) hasta octubre del presente año, el bipartidismo de hecho existente en los EE.UU. garantiza que la fórmula vencedora se decante entre los aspirantes republicanos, Trump-Pence y demócratas, Biden-Harris.

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Estados Unidos: un sistema bipartidista de hecho

El pasado 28 de octubre, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, manifestó durante una conferencia de prensa para medios internacionales y venezolanos: "Gane Trump o Biden, a los latinoamericanos nos toca luchar con nuestro propio esfuerzo para salir adelante".

A falta de un día para las elecciones y cuando ya más de 70 millones de estadounidenses habilitados para votar han ejercido el sufragio anticipado, teleSUR propone un acercamiento a la interrogante ¿Qué puede esperar América Latina del próximo presidente de los EE.UU.?

Trump: Los planteamientos de campaña

Entre los principales temas de campaña manejados por los candidatos a la Presidencia estadounidense se encuentran: la respuesta ante la pandemia de la Covid-19, su impacto en la economía y el empleo, el cambio climático, la política exterior, las condiciones de las denominadas "minorías", la situación migratoria, entre otros.

De acuerdo a diferentes especialistas, la región de América Latina no ha tenido un lugar central en la agenda de la actual administración estadounidense. Ello en comparación con la "presencia territorial" de otros mandatarios, como el precedente, Barack Obama. 

Con respecto a la política hacia América Latina, el actual mandatario y candidato republicano, Donald Trump, ha dado prioridad a cortar el flujo migratorio de la región hacia los EE.UU. Para ello recurre a las amenazas económicas a los Gobiernos de México y Centroamérica, promovió la construcción del famoso "muro fronterizo" y bajo su Gobierno se han separado por la fuerza niños y padres migrantes. 

En caso de reelección de Trump, es probable que este punto de su agenda respecto a América Latina se mantenga y consolide. El republicano se ha presentado de cara a las votaciones del 3 de noviembre como el "hombre de la ley" que impondrá el control en las fronteras contra la migración ilegal. 

 

La otra línea que se clarifica en la política de la Casa Blanca durante los últimos cuatro años y que se magnifica de cara a las elecciones es la agresividad hacia los Gobiernos progresistas de la región y, de manera particular, contra Cuba y Venezuela.

Trump es partidario de aplicar la “máxima presión” contra el Gobierno de Nicolás Maduro. Para ello ha implementado medidas coercitivas unilaterales al sector petrolero y a funcionarios venezolanos (incluso de la oposición).

Su política hacia Cuba también ha sido de presión. En ese sentido, durante el último año se agudizó el bloqueo económico, comercial y financiero contra la isla. En el periodo, el bloqueo causó pérdidas a Cuba que ascienden a los 5.570 millones de dólares, lo que representa un incremento de unos 1.226 millones de dólares con respecto al año precedente.

Asimismo, las medidas coercitivas de la Casa Blanca impactaron un terreno tan sensible como el de las remesas que se envían desde los EE.UU. hacia Cuba. Durante el mes de octubre, sucesivas sanciones impuestas por el Departamento del Tesoro estadounidense obligaron al cierre en la isla de las más de 400 oficinas de Western Union habilitadas para tramitar las ayudas. 

La administración Trump ha mostrado su alineamiento con varios Gobiernos y representantes de los sectores conservadores de la región. En el mes de septiembre, el secretario de Estado, Mike Pompeo, visitó Brasil y Colombia en una gira por Suramérica que lo llevó también a Surinam y Guyana. 

Los Gobiernos de Iván Duque, en Colombia y Jair Bolsonaro, en Brasil, actúan como punta de lanza de las agresiones contra Venezuela en la región. En ambos casos, se trata de países en los que se verifican denuncias por violaciones a los derechos humanos, asesinatos de líderes sociales y luchadores ambientales, represión y desatención a las poblaciones originarias y un desentendimiento con respecto a las políticas ambientales.

Una victoria de Trump en las presidenciales del próximo 3 de noviembre, puede significar la continuación de esta política agresiva. En ese sentido, se mantendrían las duras sanciones adoptadas en contra de los Gobiernos de Cuba y Venezuela. Ello dependería también de lo que arrojen los resultados electorales en estados como La Florida.

El Gobierno de Colombia ha sido punta de lanza de la agresión contra el pueblo venezolano y sus autoridades electas democráticamente. / Foto: EFE

Biden: semejanzas y diferencias respecto a América Latina

En el caso del candidato a la Presidencia por los demócratas, Joe Biden, ha criticado durante su campaña las políticas del actual presidente con respecto a los migrantes. La propuesta de Biden se dirige a aumentar la “cooperación regional” con el objetivo de atender los problemas que causan la migración a EE.UU. desde países de América Latina.

No obstante, es necesario recordar que el ahora aspirante fue vicepresidente de Barack Obama (2009-2017). Durante su administración se dieron en la región los golpes de Estado (por la fuerza o encubrimiento parlamentario) contra Manuel Zelaya (Honduras, 2009), Fernando Lugo (Paraguay, 2012) y Dilma Rousseff (Brasil, 2016).  

En relación con Venezuela, se manifiestan similitudes entre Biden y Trump en sus alusiones al presidente del país suramericano, Nicolás Maduro. El demócrata también considera que la aplicación de medidas coercitivas unilaterales contra Caracas puede ser efectiva. 

La política anunciada para Cuba presenta algunas diferencias en contraste con la actual. Biden, siguiendo la línea Obama, propone “una nueva política” hacia la isla caribeña. No obstante, el "cambio" obedece al interés de subvertir el régimen por "vías más efectivas", teniendo en cuenta que la "línea dura" no ha funcionado por 60 años. 

Según Biden, su gestión estaría basada en revertir las limitaciones impuestas a los viajes y remesas a la isla e impulsar los vínculos de cubanoestadounidenses y sus familias en la Mayor de las Antillas. De hecho, en un comunicado de campaña, los demócratas criticaron la medida tomada por el Departamento del Tesoro contra las remesas. 

En resumen, la llegada a la Presidencia de Joe Biden presenta la posibilidad de un "cambio" de estrategia con respecto a América Latina. El objetivo de dominación del subcontinente, al sur del Río Bravo, continuará vigente y puede relanzarse a través de tácticas que privilegien un aparente "nuevo trato". No obstante, en casos como Venezuela, presumiblemente, se mantendrá la línea dura. 

Campañas y práctica política

El escenario preelectoral en los Estados Unidos se encuentra marcado también por las diferentes promesas de los candidatos para "ganarse" a los votantes. De cara a las elecciones de este martes 3 de noviembre, el llamado "voto latino" representa el 13,3 por ciento del total del electorado.

Para estos comicios, "los hispanos" (latinos) constituyen la más representativa de las llamadas "minorías" con derecho al voto en los Estados Unidos. De hecho, superan a los afroestadounidenses (12, 5 por ciento).

El llamado "voto latino" representa el 13,3 por ciento del total del electorado. / teleSUR

En los Estados Unidos, la victoria en la carrera a la Casa Blanca no la define el voto popular, sino los llamados votos electorales que corresponden a cada estado. En este sentido, se sostiene que en estados con un importante aporte de votos electorales como Florida (29) y Pensilvania (20) los latinos pueden tener protagonismo.

Según diferentes especialistas, en la futura política hacia la región pueden influir aspectos como el impacto (y determinación) de algunos estados para el desenlace electoral, las aspiraciones de reelección para un segundo mandato (caso de Biden si resulta vencedor) y las dinámicas de la política exterior de los Estados Unidos (conflictos geopolíticos y comerciales con países como China, por ejemplo).


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