Jefe de la policía prefectural de Nagano, Iwao Koyama, lamentó la muerte de los agentes "mientras cumplían con su deber".
En la madrugada de este viernes fue detenido el individuo que, con un arma similar a un rifle de caza y un cuchillo, conmocionó la ciudad de Nakano (centro de Japón) durante horas, en las que apuñaló a una mujer, abrió fuego contra la policía y se atrincheró en la vivienda de sus padres, lo que causó unos cuatro fallecidos.
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Las autoridades confirmaron que el responsable del hecho, Masanori Aoki, de 31 años, es el hijo mayor del jefe de la Asamblea municipal de la localidad, situada en la prefectura de Nagano.
Recientemente, se conoció que una cuarta persona murió como resultado de los incidentes; se trata de una mujer que había sido hallada herida e inconsciente fuera de la residencia donde el hombre se atrincheró.
Policía de Japón detiene al presunto asaltante que mató a cuatro personas con un #rifle
— DW Español (@dw_espanol) May 26, 2023
El hombre de 30 años portaba además un cuchillo. Asesinó a dos #policías y a dos mujeres.
Aún se investigan los motivos del ataque ocurrido en la ciudad de #Nakano.#DWNoticias /cmw pic.twitter.com/XXz9bxfVuR
Durante una rueda de prensa, el jefe de la policía prefectural de Nagano, Iwao Koyama, lamentó la muerte de los agentes "mientras cumplían con su deber". "Es un caso extremadamente cruel y hemos formado un equipo de cien agentes para poder aclarar este caso de asesinato múltiple", aseguró.
Medios locales informaron que el sospechoso confesó a la policía que cometió el apuñalamiento de la mujer pues esta había hablado mal de él y que disparó a los agentes por temor a que ellos abrieran fuego antes.
De momento, el atacante ha sido acusado oficialmente del asesinato de uno de los policías, mientras se siguen buscando pruebas en relación con las otras muertes, de las que se espera surjan nuevas acusaciones.
El incidente conmocionó a los habitantes de una zona habitualmente tranquila de la ciudad con muchas casas y campos de arroz. La policía acordonó un área de 300 metros alrededor de la escena del crimen y pidió a los residentes que evacuaran temporalmente el lugar.
Japón cuenta con uno de los índices de homicidios y de incidentes con armas de fuego más bajos del mundo. El país asiático aplica una estricta normativa de tenencia de artefactos de ese tipo, prohibidos con la excepción de los relativos a la caza.
En 1990 fue la última vez que más de un policía murió en un tiroteo en Japón. En aquel entonces dos agentes fallecieron tras recibir disparos al ser confundidos en medio de una guerra de bandas en Okinawa (suroeste).