La organización no gubernamental denunció también que entre los detenidos se encuentran varios menores de edad.
La Sociedad de Prisioneros de Palestina (PPS) denunció este viernes que al menos 835 palestinos permanecen presos en cárceles israelíes bajo la denominada detención administrativa, sin cargos ni delitos probados.
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Mediante un comunicado, el ente acotó que hasta el pasado mes de noviembre la mayoría de los detenidos se encuentran en el centro carcelario de Ofer, sito al oeste de la ciudad de Ramallah y la cárcel de Nagan, al sur de Israel.
La organización no gubernamental denunció también que entre los detenidos se encuentran varios menores de edad, y que no es raro que niños caigan en cárceles sionistas bajo medida administrativa.
Israeli forces have detained 815 Palestinian children since the start of 2022, specialist in prisoner affairs Abdul Naser Farwaneh said.
— Palestinian Return Centre (@prclondon) December 15, 2022
According to Farwaneh, most of the detained children were interrogated and spent short periods inside Israeli jails before being released. pic.twitter.com/IQIf5HEaD5
Esta normativa se utiliza por el Estado israelí para apresar palestinos por plazos que pueden ser renovables (lo mismo de tres que de seis meses) sin pruebas en su contra, ni delitos cometidos, sin que el abogado del reo pueda ver las carpetas del caso y sin juicio.
No han sido pocas las denuncias contra este régimen de encarcelamientos. Recientemente, el Centro de Información Israelí para los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados (B’Tselem) rechazó esta conducta y cuestionó la autoridad que se le da al comandante militar regional sionista para apresar sin juicio ni acusación.
Incluso, el propio departamento de Estado de Estados Unidos (EE.UU.), aliado de Israel, ha develado en informes que los detenidos administrativos no tienen forma de refutar las supuestas acusaciones en su contra o recopilar material que pruebe su inocencia para presentar ante tribunales.
Como parte de su reclamo, los presos palestinos recurren a huelgas de hambre y boicots para intentar forzar su justa liberación, así como visibilizar su rechazo a la prisión administrativa ilegal practicada por Tel Aviv.