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La región de Darfur ha regresado a las tensiones intercomunitarias con alto saldo de víctimas
Naciones Unidas denunció este jueves el asesinato a tres trabajadores de organizaciones humanitarias en los enfrentamientos entre comunidades de la occidental región sudanesa de Darfur, que dejó el saldo de unos 300 muertos.
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El coordinador humanitario de la ONU para Sudán, Babacar Cissé señaló que uno de los trabajadores fue asesinado junto a su familia y reclamó “a todos los implicados” que “pongan fin inmediatamente a la violencia” que causó, además, cuantiosos daños materiales y el desplazamiento de miles de personas.
El Gobierno sudanés expresó este miércoles su preocupación por los enfrentamientos y prometió aumentar sus esfuerzos para lograr estabilidad y orden en la zona, mientras que el ministerio de Relaciones Exteriores resaltó la responsabilidad del Ejecutivo en el mantenimiento de la seguridad en Darfur y en todo Sudán y en la protección a los civiles.
Recientes contradicciones en el ámbito económico no son las únicas, sino las más recientes, pues en la región inciden causas ancestrales sobre identidades y pertenencias a grupos humanos.
Expertos consideran que los esfuerzos oficiales para consolidar la distensión sobrepasaron la actualidad, a partir de que el Gobierno sudanés y las guerrillas de esa zona acordaron la paz en el 2020.
