Cubanos despiden en La Habana a Rosita Fornés

Miles de ciudadanos se dan cita en el Teatro Martí, enclavado en La Habana, capital de Cuba, para ofrecer el último adiós a la vedette cubana Rosita Fornés, quien falleció hace 6 días en Estados Unidos.

LEA TAMBIÉN

¿Quién fue Rosa Fornés, la gran vedette de Cuba?

Reconocidos artistas e intelectuales se han dado cita en el recinto, que desde las 10H30 (hora local), acoge a quienes, en peregrinación y cumpliendo las medidas restrictivas dictadas a raíz de la pandemia, se despiden de una de las exponentes más queridas de la escena cubana.

“Rosa es un ejemplo del profesionalismo y estudio permanente que deben caracterizar a las artistas que quieran ser vedettes”, expresó a los medios locales Rosalía Arnáez, destacada periodista y locutora.

Por su parte, la popular primera actriz de teatro, cine y televisión, Paula Alí, refirió que Rosita Fornés, “es una de las grandes de todos los tiempos. Destacaba por su sencillez y disciplina, era un ejemplo a seguir por todos los artistas”

Para Miguel Barnet, importante escritor y etnólogo cubano, expresidente de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba: “hemos perdido a la más prolífica, la más versátil y carismática artista cubana. Fue una artista de profunda raíz popular, fue muy querida por el pueblo cubano, porque caló muy hondo en su sensibilidad.

“Con Rosita se va una época, ella marcó profundamente el siglo del arte cubano, abarcó los géneros clásicos y se nutrió de la fuente española, afirmó el intelectual en entrevista ofrecida a la televisión nacional”, fueron las palabras de Eusebio Leal Spebgler, importante intelectual cubano, Historiador de la ciudad de La Habana.

Catalogada como “una gloria” de la cultura cubana por Fidel Castro, Comandante en Jefe de la Revolución cubana, Rosa Fornés destacó en todas las expresiones de las artes escénicas, lo que la convirtieron en la vedette por excelencia.

Nacida como Rosalía Palet Bonabia, vino al mundo en Nueva York, Estados Unidos, de padres españoles, fue Cuba la Patria a la que dedicó sus numerosos triunfos, y en el que pidió que reposaran sus restos mortales.

Adoptó el nombre artístico con el que pasó a la Historia de la Cultura cubana al debutar en el programa radial La Corte Suprema del Arte, en el que demostró su calidad artística y personal.

Como cantante, recorrió desde el canto lírico hasta los populares ritmos rumba y guaguancó; versatilidad que también demostró como actriz, adoptando roles musicales, humorísticos y dramáticos, los que supo encarnar con maestría.

Desde que se conoció la noticia de su fallecimiento, el pueblo de Cuba pidió la posibilidad de mostrar sus respetos a la Diva. Atendiendo al insistente reclamo, el Ministerio de Cultura del país organizó las demostraciones públicas de afecto que tienen lugar este martes.