Boletines
Opacidad
Opacidad
Señal en Vivo
Solo Audio
La víctima era delegado del ahora partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común y falleció tras recibir disparos de dos individuos encapuchados.
El excombatiente de las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP), Alexander Parra, fue asesinado el jueves en el antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) del municipio de Mesetas, en departamento colombiano del Meta.
LEA TAMBIÉN:
Más de 3 mil observadores acompañarán elecciones en Colombia
La víctima era delegado del ahora partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) y falleció tras recibir disparos de dos individuos encapuchados. Según la organización, con este caso ya son 158 los exinsurgentes asesinados, de los cuales 88 ocurrieron en la gestión del presidente Iván Duque.
A solo tres días de las elecciones en Colombia, la gobernadora del Meta, Marcela Amaya, afirmó que el asesinato es “muy preocupante” al recordar que Parra era esposo de la candidata del partido FARC al Consejo de Mesetas, Luz Marina Giraldo.
#Urgente ⚠️Acaban de asesinar a Rodolfo,nuestro compañero firmante de la paz.Hombres encapuchados ingresaron al espacio de reincorporación Mariana Páez en Mesetas #Meta,donde vivía y le dispararon hasta quitarle la vida.Con él ya son 168 exguerrilleros asesinados, 88 con Duque. pic.twitter.com/2Kif1dCYti
— SERGIO MARÍN (@Sergio_FARC) October 25, 2019
Por su parte, la Misión de Verificación de Naciones Unidas en Colombia condenó todos los asesinatos de quienes se reincorporaban a la sociedad, luego de la firma del Acuerdo de Paz en 2016.
“El asesinato de Alexander Parra Uribe es el primer caso ocurrido dentro de un espacio resguardado por la fuerza pública, en donde excombatientes adelantan su proceso de reincorporación a la vida civil”, expresó en un comunicado.
Luego de lo ocurrido, Duque aseveró que continuará "apoyando" la reincorporación de todos los exinsurgentes que han transformado sus vidas, sin embargo, el asesinato de líderes y lideresas sociales, defensores de derechos humanos y excombatientes no cesa en el país.
