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Hong Kong se ha enfrentado a meses de protestas algunas veces violentas que comenzaron con el rechazo a una ley de extradición.
La tarea más apremiante y primordial de Hong Kong es detener la violencia, poner fin al caos y restablecer el orden, sostuvo este miércoles el director de la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao del Consejo de Estado, Zhang Xiaoming.
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En un simposio celebrado por la oficina que dirige y por la Oficina de Enlace del Gobierno Popular Central en la Región Administrativa Especial de Hong Kong (HKSAR, por sus siglas en inglés), Zhiang reconoció que el territorio chino afronta la situación más grave desde el año 1997.
Hong Kong se ha enfrentado a meses de protestas algunas veces violentas que comenzaron con el rechazo a una ley de extradición -ahora suspendida- y que se intensificaron hasta convertirse en un desafío directo al gobierno de la líder local Carrie Lam.
Manifestantes han invadido el parlamento local, asediado estaciones de policía, paralizado el metro y multiplicado manifestaciones simultáneas para poner a prueba la capacidad de las fuerzas de seguridad.
Más de 550 personas participaron en la reunión, incluidos representantes de la HKSAR ante la Asamblea Popular Nacional, asesores políticos nacionales y provinciales de la HKSAR, líderes de organizaciones sociales y políticas patrióticas de Hong Kong, entre otros.
También acudieron a la cita en la ciudad china de Shenzhen, relevantes organizaciones juveniles, profesionales y educativas y de empresas de la parte continental que operan en Hong Kong.
Zhang informó a los participantes de las medidas de las autoridades centrales para estabilizar la situación de Hong Kong, mientras que el director de la Oficina de Enlace del Gobierno Popular Central en la HKSAR, Wang Zhimin, propuso cómo implementarlas.
Si se permite que continúen la violencia y el caos, no sólo estará amenazada la seguridad de las vidas y propiedad de los ciudadanos de Hong Kong, también serán destruidos la autoridad de gobernación del gobierno de la HKSAR. añadió.
"Los ciudadanos de Hong Kong no permitirán que esto ocurra. Todo el pueblo de China no permitirá que esto ocurra", dijo Zhang.
Las autoridades centrales nunca se quedarán de brazos cruzados si la situación en Hong Kong se exacerba y se convierte en disturbios que el gobierno de la HKSAR no pueda controlar, afirmó.
Bajo la fórmula "un país, dos sistemas" se facilitó la devolución a China de Hong Kong (1997) y de la colonia portuguesa de Macao (2000), islas que estaban administradas por Reino Unido y Portugal, respectivamente.
