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El creciente poder en la zona está a cargo de las autodenominadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), quienes permanecen en esos territorios desde hace más de 20 años.
La Comisión Intereclesial de Justicia y Paz de Colombia denunció este sábado el aumento del control paramilitar en el departamento de Chocó, específicamente en los territorios de Riosucio y Curbaradó, mientras el gobierno del presidente Iván Duque se queda de manos cruzadas.
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El creciente poder en la zona está a cargo de las autodenominadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), quienes permanecen en esos territorios desde hace más de 20 años y son herederas de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), señaló la abogada de la Comisión, Diana Marcela Muriel.
Muriel destacó que las acciones de los paramilitares vulneran los derechos de las comunidades, las que son víctimas de amenazas, confinamientos, así como despojos y desplazamientos en masa.
Si bien el Acuerdo de Paz del 2016 establecía la creación de una comisión investigativa para desmontar los grupos paramilitares, la zona de Chocó sigue siendo víctima de los múltiples asesinatos registrados.
La abogada destacó que el territorio está altamente militarizado y es preocupante la ausencia de instituciones estatales que reciban las denuncias de las personas, lo que permite que estas se encuentren a merced de los paramilitares.
Mientras tanto, en el norte del Cauca fueron encontrados nueve muertos en los últimos 15 días, en una de las zonas en las que continúa actuando el paramilitarismo.
