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La Amazonía brasileña sufre la mayor deforestación de los últimos cinco años, un retroceso ecológico que no pudieron impedir los esfuerzos del ejército brasileño.
La gerente de Ciencias del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) en Brasil, Mariana Ferreira, advirtió recientemente que en el mes de mayo los datos de deforestación en la Amazonía brasileña alcanzaron cifras récords.
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Los números del periodo de enero a mayo de 2020 fueron los más altos desde agosto de 2015, fecha en la cual el brasileño Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) comenzó a contabilizar la tala indiscriminada de árboles.
La zona devastada, equivalente a 2.032 kilómetros cuadrados, es un 34 por ciento mayor que las cifras del año 2019. Un área que, por demás, supera a la ciudad de Sao Paulo en un 33 por ciento.
A taxa consolidada de desmatamento por corte raso para os nove estados da Amazônia Legal (AC, AM, AP, MA, MT, PA, RO, RR e TO) em 2019 é de 10.129 km2https://t.co/hoHucVjPo1 pic.twitter.com/THnZ6KinpJ
— INPE (@inpe_mct) June 9, 2020
A su vez, comparadas con el año 2019, las alertas de deforestación crecieron en un 78 por ciento. “Un año que ya fue excepcionalmente alto", recordó la gerente de Ciencias del WWF - Brasil.
La funcionaria del WWF - Brasil continuó diciendo que existe una “expectativa de más áreas abiertas, invasiones e incendios añadidos al triste escenario de la propagación de la pandemia en todo el bioma".
A principios del pasado mes de mayo, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, envió el Ejército a la Amazonía para controlar la deforestación, algo que no pudieron impedir.
Ante esta situación, Raul do Valle, director de Justicia Socioambiental WWF - Brasil sentenció que "El Gobierno Federal tiene que dejar de enviar señales de que está a lado de los invasores ilegales de tierra, mineros artesanales madereros y mineros ilegales".
